-𝐏𝐨𝐫 𝐀𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐀𝐬í-𝐏𝐢𝐜𝐜𝐨𝐥𝐨, 𝐀𝐧𝐝𝐫𝐨𝐢𝐝𝐞 𝟏𝟕 𝐱 𝐆𝐨𝐡𝐚𝐧

-Oportunidad-Reescrito

Se sentía nervioso y angustiado. Miraba a Krillin, confundido por su repentina aparición.

-¿Qué haces aquí?-pregunto nervioso.

-¿Qué haces con ese androide?, sabes que podría intentar acabar contigo, Gohan.

-No lo sabes realmente-un fuego se encendió en sus ojos, por alguna razon, diecisiete ocasionaba algo distinto en él a diferencia de lo demás-. No sería capaz de lastimarme.

-¿Por qué estás tan seguro?

-Solo lo estoy-Krillin no hablo más, el androide se removió y Gohan acudió a ayudarlo-. Si intenta lastimarme, no dudare en atacar.

El pequeño calvo asintió.

-Esta bien, confió en que podrás-Gohan sonrió-. Solo no confíes demasiado.

Y se alejo, volando.

-¿Por qué tan seguro?

Miro a Diecisiete, este miraba por donde Krillin se habia ido.

-¿Qué?

-¿Por qué estas tan seguro?

-Porque creo que dentro de ti eres alguien bueno, que no haría daño a nadie porque valora la vida de los demás.

Diecisiete se quedo en silencio, sorprendido por las palabras tan ciertas del joven.

-Admito que tienes algo de razón.

El rostro de Gohan se ilumino con una sonrisa.
Ambos salieron del bosque y miraron el cielo, ya estaba oscuro y era tarde.

-Debo irme a casa.

-Te acompaño-ofreció Diecisiete-. No sería bueno que un niño como tu este fuera a estas horas.

A veces intentaba ser gracioso y tiraba chistes de repente.

-No soy cualquier niño-se defendió Gohan, intento alcanzar al androide para golpear su brazo de manera amistosa, pero no llego y solo quedo demasiado cerca.

Ambos miraron los ojos contrarios, y los labios. Se acercaron lento, despacio sin saber porque lo hacían, un instinto humano quizás. Sintieron gotas caer en sus rostros, eran pocas, pero a los segundos una lluvia los comenzó a empapar, ambos se miraron, y a pesar de estar avergonzados, rieron juntos.

-Es demasiado tarde-comento Gohan mirando el cielo, aún cubierto de nubes de lluvia, pero oscuro y vacío.

-Es cierto-ambos miraron la casa del niño, habían llegado luego de una caminata en silencio pero tranquila-. Fue un gusto haber pasado un rato contigo, niño. No creí que llegarías a ser tan interesante.

Gohan se avergonzó, el rojo carmesí cubrió su rostro.

-Tambien fue bueno-le sonrió a Diecisiete.

Cero palabras, cero comentarios. Había sido una tarde extraña pero agradable, y al momento de despedirse se quedaron sin palabras.

-Adiós Gohan, espero vernos pronto.

Acerco su mano en un puño hacia el niño, quien le miro algo confundido.

-Si.

Choco su mano en un puño contra la del contrario. Entro en su casa ante la mirada del androide, y antes de cerrar le ofreció una pequeña sonrisa de agradecimiento, la cual fue devuelta.

-Gohan, ¿Dónde estabas?, estaba tan preocupada.

Su madre lo examinó de pies a cabeza, buscando lastimaduras, se calmó al no encontrar golpes en su pequeño.

-¡no vuelvas a desaparecer de esa manera!

Recibió un jalón de oreja por parte de su madre, se disculpo y se encerró en su habitación luego de bañarse, pensando en la tan extraña tarde/noche que había tenido.

Y el recuerdo de cuando estaban cerca se coló en su mente y obtuvo toda su atención.

Diecisiete se había marchado, caminaba regreso a la ciudad, irónicamente no le agradaban las personas, pero iba a un lugar donde habían muchas.

-¿Vas a confiar en él?

-No lo sé.

Miro a Dieciocho, quien aterrizo a un lado suyo y lo acompaño en su caminata.

-Tampoco me queda mucho por hacer-miro a su hermana-. Después de todo, ya no tenemos obligaciones.

-Es cierto, pero Diecisiete, ten cuidado-lo miro en advertencia-. Aún tenemos sentimientos, y eres algo sensible al respecto.

Diecisiete no hablo, porque era cierto.

-Y, si deseas arriesgarte, no importa que pase, estaré aquí aún.

Ambos hermanos se sonrieron, siempre tendrían el apoyo del otro sin importar las circunstancias.

Algo rondaba en la cabeza de ambos chicos, el momento en que estaban demasiado cerca, estaba claro que iba a pasar, pero, ¿hubiera estado bien?