Roma es un joven que disfruta los placeres del sexo y la seducción. Amante de las letras y las fantasías carnales. Encuentra su antítesis natural en una mujer que revoluciona tanto sus ideales como su vida. Una historia con mucho drama, suspenso, ro...
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Las agujas del reloj marcaban las 9 de la noche en punto, en la sala principal de mi departamento yo me encontraba sentado en el sillón con una libreta entre mis manos, la cual solía utilizar de borrador muy a menudo, el lugar estaba ambientado por una luz suave rojiza que provenía de una lámpara danesa situada a un extremo de la habitación, mientras que de fondo se escuchaba "All night long" de Chris Beard, una exquisita composición de blues que disfrutaba con los ojos cerrados buscando un poco de inspiración que me ayudara a rellenar aquellas hojas en blanco.
Me sucedía algo extraño, me sentía bloqueado al intentar escribir, mi lápiz no había podido plasmar nada interesante, acumulaba unas cuantas hojas desechadas a un lado, se dibujaban en mi mente los ojos de aquella mujer que se había presentado al taller el día anterior, trataba de convencerme de que era mera atracción, pero en su mirada algo me había llamado la atención, aunque realmente no sabía que era, necesitaba conocer más acerca de ella, deseaba verla de nuevo.
Con la cabeza hacia arriba miraba las placas de madera oscura que recubrían el techo, no podía lograr concentrarme, puse la libreta junto al lápiz a un lado y caminé hasta la heladera con la esperanza de que no se haya acabado el último six pack de Birra Moretti, pero desafortunadamente sólo pude encontrar una botella de agua y no mi cerveza favorita. En ese momento escuché una notificación en el móvil, y me regresé a la sala para confirmar mi suposición.
"Te extraño" era el texto que me había enviado Liz. Lo único que pensé era en que no quería que vuelva a aparecer sin aviso previo otra vez, entonces guardé el móvil en el bolsillo derecho sin contestar su mensaje y me dije:
"Ya tienes dos razones para salir por una cerveza bien fría Roma"
En menos de una hora estaba llegando al Pub San Paolo, el mismo estaba a tres calles al oeste de la universidad con una entrada sobre via di Città, era un lugar bastante concurrido por turistas y estudiantes. El lugar posee vista al centro de la Piazza del Campo, la plaza emblemática de Siena y de las más importantes de la Toscana.
El pub estaba un poco abarrotado de gente ya que la noche presentaba un buen clima, entonces tomé rumbo directamente a la barra, pedí una variante roja de cerveza y me predispuse a analizar el panorama, había varias parejas en las mesas, grupos de amigos dentro y fuera, nada en especial. Había transcurrido poco más de media hora cuando una mujer de unos 25 años aproximadamente toma asiento en el otro extremo de la barra, su piel era blanca, tenía cabello oscuro y resaltaba el rouge de sus labios, por sus gestos no se notaba muy contenta, pidió un whisky on the rocks mientras escribía de una manera acelerada en su móvil. Un par de minutos después me acerqué a su lugar en el asiento de al lado y le dije:
— Si realmente esa persona es causante de la expresión en tu rostro deberías dejar el móvil de lado y relajarte.
— Perdón pero, ¿quién te piensas que eres? — fue su respuesta en un tono no muy amable.
