⚝ ↳Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 06↰ ⚝

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     —Rey Jeon, se le solicita en la sala de retención —James apareció por debajo de aquel marco de madera, por su voz sonaba urgente y aún más, si se solicitaba al Rey en aquella sala.

     Jeon y Park compartieron miradas, despidiéndose uno del otro sin siquiera utilizar las palabras. Jung Kook se levantó de inmediato de aquel asiento acolchado junto a sus pantuflas, bata y cara somnolienta, se podía deducir que hoy sería un día bastante ocupado, concurrido y nada organizado.

     James el Beta se quedó con el Lord Park para indicarle a donde debía dirigirse, mientras el Rey Jeon era guiado y escoltado por el Beta, Clark, era fornido y notablemente podía verse que pasaba más de tres horas en el gimnasio, su cabello era castaño, ojos verde esmeralda y sobrepasaba del metro ochenta.

     Así eran la mayoría de Betas que cuidaban de la seguridad del Rey, tanto fuera como dentro del castillo.

     —¿Qué es lo que tenemos, Clark? —el Rey caminaba a su lado con aquellas fachas, pero aún con la cabeza en alto.

     Clark lo miró con cierto nerviosismo y controlando el temblar de su voz, habló. De lejos también se podía ver el cuerpo tembloroso del Beta, sólo era señal de que algo realmente grande estaba pasando en aquella sala de retención.

     —Un Alfa bastante agresivo y musculoso, dice ser Choi JinYoung —tragó saliva con dificultad.

     El Rey no pasó desapercibido aquel apellido y menos, el rango que tenía, Choi y Alfa, cuando realmente sólo debían existir los presentes en la mesa real. El pelinegro se sorprendió y respiró profundo, pensando que haría con ese licántropo o exactamente, lo que él quería, abarcando cada una de las posibilidades.

     —¿Un Alfa? —preguntó con sorpresa— ¿En dónde se encontraba y cómo lo capturaron?

     Bajaron las escaleras con cuidado de no tropezar y salir rodando por ellas ya que la alfombra roja era mortal, aunque con instintos o no, no podrían evitar una fuerte caída hasta el final de las escaleras.

     —Sí, señor. Es un Alfa que se entregó sólo para hablar con usted —acomodó su corbata roja y el saco de color beige, mostrando un lado más relajado, ese totalmente diferente al que mostró con anterioridad—. Lo encontraron en las fronteras que tenemos con los territorios Jaspe y Ónix —Jeon asintió ante la información que le brindaba el Beta.

     Tocó su hombro con respeto, pidiéndole amablemente que abandonara el salón que conducía dichas escaleras y sin reproche el jóven beta acató la orden.

     Jung Kook al llegar a las puertas, casi en el subterráneo, fueron abiertas con prontitud mostrando su interior y no era exactamente lo que el Rey esperaba; los Betas habían golpeado al Alfa con brutalidad, dejando cortadas en su rostro que goteaban pequeñas gotas de sangre, además de tener esposadas ambas manos, inhabilitando la posibilidad de defenderse.

     —Por fin te conozco, ¿Vienes a golpearme como tus hombres lo hicieron? —rió amargo el Alfa que habían capturado, viendo de arriba hacia abajo al jóven Rey—. Vaya, no intimidas tanto como las malas lenguas decían —soltó una carcajada, dejando a más de uno de los Betas presentes confundidos.

     ¿Cómo era posible que aquél Alfa cuyo propósito era infiltrarse en sus tierras, viniera de tal forma a insultarlo? Nadie salía vivo tras ofender al Rey que, había sido apuñalado por él mismo directo al corazón y haber sanado sin tanto esfuerzo.

     —¿Quién eres y qué quieres? —preguntó sin dudar.

     Jeon estaba furioso, una de sus tantas reglas, condiciones, tratados o simples seguimientos era no atacar a los sospechosos, sólo capturarlos sin heridas evidentes, no era necesario herir a una persona para sacarle la información requerida.

Eʟ Aᴍᴏʀ ᴇs ᴘᴀʀᴀ Dᴇ́ʙɪʟᴇs || ᴊᴇᴏɴ ᴊᴋ. (ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora