He's just a boy ... right? ( Deacury ©)

𝐂𝐨𝐧𝐟𝐢𝐚𝐧𝐳𝐚

Después de aquel lindo momento, la pancita de Freddie comenzo a sonar dando a entender que estaba hambriento, al parecer las gomitas no lo habían llenado del todo, por lo que John se puso manos a la obra haciendo algo de sopa de verduras junto a un filete pequeño con algunas papas fritas hechas por él. Vaya que las recetas que su mamá le enseñó habían servido de algo, y ahora daban frutos.

Era algo que antes se hacía si tenía que comer con rapidez para irse a trabajar lo antes posible, nunca lo llegó a del todo,pero con la presencia de Freddie se le facilitaría más, aparte de que sabía que al pelinegro le encantaría, por lo que ahora podría enfocarse en el sabor, por primera vez comería con una calma.

El castaño había notado un cambio enorme en el comportamiento de Freddie, ya no se comportaba como un niño pequeño, se comportaba como un completo adulto. Como alguien de su edad, la forma en que lo miraba mientras preparaba la cena no podía evitar sonrojarse. Tenía una mirada profunda e hipnotizante, al punto en que el cuchillo llegaba a rozar sus dedos, claro que después reaccionaba y volvía a lo suyo.

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-De acuerdo...ahora debo llevar los platos a la mesa. - Estaba por tomarlos hasta que sintió a Freddie detrás suyo pasando sus brazos a sus lados para tomar los platos. Se quedó quieto viendo al frente sintiendo como el menor rozar su nariz con su cuello, estaba temblando,sabía que no le haría nada, pero ¡estaba nervioso! No estaba para nada acostumbrado a ver a ese tipo de  Freddie.

-Mmh, siempre hueles delicioso. - Los esponjosos labios del pelinegro dejaron un delicado beso en su nuca junto a una risita tomando los platos llevándolos a la mesa, la cual anteriormente había puesto mientras su Deacy preparaba la cena. Porque sí, para Freddie era su Deacy. Más cuando estaba consciente, lo cual no siempre pasaba.

Que estuviera pasando ahora era asombroso. Un suspiro de alivio salió de la boca de John mientras ponía una mano en su pecho, vaya momento tan tenso y lindo al mismo tiempo había vivido.

Después de reaccionar, el castaño estaba llenando una jarra con algo de agua de frutas que había comprado, necesitaba algo rápido, claramente no le daría solamente agua simple a Freddie. Estaba más que nervioso, aquel beso en su cuello había sido tan lindo y tan confuso, en la mente de John no dejaba de retumbar ese sonido de su cálida voz susurrando eso en su nuca.

Ambos ya estaban en la mesa comiendo con tranquilidad, sentía cómo Freddie no paraba de mirarlo, no mencionaba nada pero es que en serio lo veía de forma fija, comenzaba a sospechar que ni siquiera estaba parpadeando. Iba a darle una probada a la sopa hasta que escuchó esa dulce voz decir con tranquilidad.

-¿Sabes que siempre que vas a empezar a comer soplas aunque ni siquiera este caliente? - En su mente solo pensó '¿Qué?', y por obvias razones comenzó a recordar las veces que tal vez haya hecho eso y ni siquiera se dio cuenta.

No es que Freddie lo haya visto muchas veces comiendo en lo que llevaban juntos, por lo tanto, después de analizar eso supuso que cuando tenía su turno de descanso y decidía tomarlo junto a Freddie, este lo veía comer. Y no fue poco tiempo, fueron años.

-O-oh, ¿en serio? Vaya, creo que nunca me había dado cuenta - Soltó una pequeña risa nerviosa que Freddie correspondió con una pequeña risita , esa sonrisa era tan hermosa Dios.

-Antes pensaba que lo hacías a propósito pero saber que ni siquiera te habías dado cuenta te hace ser más lindo - Conectaron miradas después de unos minutos, claro que cuando Fred le guiño el ojo mordiendo su labio provocó un terrible color rosado en sus mejillas. Rió apenado y dijó intentando tomar algo de valentía para hablar.

-Anda come, no queremos que se te enfríe. Esta rico - El pelinegro asintió riendo en voz baja por el intento del castaño de seguir con la comida. Después de eso su conversación fue muy fluida y tranquila, no estaba para nada acostumbrado a escuchar a Freddie hablar de algo con tanta tranquilidad sin tener cambios de humor repentinos que incluso te causaban miedo. Era algo cómodo, era satisfactorio hablar con él.