𝑵𝒐 𝑬𝒓𝒂 𝑴𝒊 𝑰𝒏𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒐́𝒏

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Los grisáceo ojos de John miraron el comedor ya listo, con un hermoso mantel de un tono azulado, los cubiertos, los platos con la comida casera que recién había podido hacer para Freddie y para él. A pesar de comer todos los días solo y la gran mayoría del tiempo comiendo en su habitación, no había quedado nada mal. Todo tenía un estilo bastante clásico y romántico. Desde que el moreno había llegado a la casa, o sea, hace unas horas, el estómago de John había estado sonando bastante. Soltó un pequeño suspiro asintiendo conforme a su decoración.

-Vaya...para ser la primera vez que tengo invitados en la cena no quedó tan mal. - Frotó ambas manos y volteo al oír unos delicados pasos viniendo al comedor desde el pasillo. Soltó un pequeño sonido y apenas vio a ese hermoso bultito entrando a la sala sonrió eternecido. - Fred , anda ven aquí - Estiró su brazo y el mencionado a pequeños pasitos fue hasta donde estaba el castaño tomando su mano para entrelazar sus dedos.

-Huele demasiado rico, mi pancita hizo ruiditos raros...Creo que tengo algo vivo dentro - se dio pequeños toques en su abdomen con su dedo índice haciendo un pequeño puchero y soniditos. Era lindo verlo poniéndose efectos en las cosas que hacía. Esos ojitos curiosos miraron a John y susurró - ¿Puedo comer solo un poquito? No he comido nada desde que salí de ese maldito infierno.

-¡Pero claro! Lo hice para ti - Los ojitos de Freddie brillaron al oír aquello, ya que nunca nadie en su vida le había preparado algo solo por él, mejor digo, solo para él. Así que ya se podrán imaginar por qué salió aquel adorable brillo de sus ojos. Ambos tomaron asiento, pero un problema era que Freddie aún no sabía del todo como hacer algunas cosas y cuando quería hacerlo temía a cagarla y quedar mal frente a John. No quería quedar como un imbecil frente a su héroe.

Tomó uno de los cubiertos con timidez y tragó saliva susurrando.

-Huele muy rico. - Suspiro sonrojado y con algunas muecas extrañas comenzó a cortar de la carne que había en el plato, John se enfocó en solamente ver todo lo que hacía, sonreía tierno al verlo hacer esas muecas algo confusas, para él Freddie jamás podría quedar mal. Al fin y al cabo durante mucho tiempo estuvo cuidando de él y conoce la mayoría de cosas de su lindo moreno.

-Voy a ayudarte, a ver - Freddie soltó una pequeña risita asintiendo. Se acercó y tomó tanto el cuchillo como el tenedor para comenzar a contarlo con calma mientras lo miraba con una sonrisa - Mira, si lo cortas así tendrás más pedazos, podrás disfrutarlo mejor y se queda calientito más tiempo. - Freddie miraba a John tan impactado y asombrado de cada cosa que hacía, puede que fuese lo más común del mundo, pero cuando veía a John hacerlo se sentía tan jodidamente emocionado y tímido. Recargo su cabeza en su hombro cerrando un poco sus ojos, el castaño detuvo lo que hacía y rodeo a Freddie besando su frente. - ¿Esta todo bien? - El moreno asintió susurrando.

-Cuando tú haces las cosas se ven mejor...todo lo que tu haces se ve mejor. - El corazón de John comenzó a palpitar con rapidez al oír aquello, sentía a Freddie frotar su rostro en su hombro con suavidad haciendo unos ruiditos que lo derretian de ternura.

-Oh, eso no es verdad, cuando tu haces las cosas es adorable por ver tu carita expresandose así - Apretó su mejilla haciendo que ambos rieran, besó su naricita tan linda y se separó para tomar el tenedor y comenzar a tomar pedazos de la comida. Le daban nervios de imaginar el maldito sabor tan delicioso que tendría. Y así fue, sus ojos se abrieron como platos brincando sobre la silla.

-¡Esto es delicioso! - Miró a John con su boquita llena de restos pequeñitos de la comida. Rió y tomó una servilleta para limpiar la comisura de sus labios.

-Anda, tú disfrutalo. Si quieres más puedes decírmelo. - Freddie asintió emocionado comiendo mientras movía sus piernas de atrás hacia adelante. John hizo lo mismo, comía con calma cada cierto tiempo volteando a verlo disfrutando la comida, paso su mano a un pequeño mechón de cabello del cabello del moreno poniéndolo detrás de su oreja.

Debía admitir que en muchas ocasiones no sería fácil cuidar de Freddie, al fin y al cabo no le decía como reaccionar o como portarse. Pero estaba seguro de que lo cuidaría sí o sí. Vamos,¡lo amaba! Pero no quería decirlo abiertamente, tal vez Freddie no sentía las mismas cosas que el castaño. Así que ocultarlo era la mejor opción.

(*)

Después de la cena, habían ido al sofá para ver algo de televisión, Freddie había recostado su cabeza sobre el regazo de John. Puesto que el castaño se había ofrecido a hacerlo, ya lo había visto bastante adormilado. Y no fue una sorpresa verlo ya totalmente dormido en sus regazo, tomó el control de la televisión apagandola. Soltó un suspiro y tomó el pequeño cuerpo de Freddie entre sus brazos.

-Te ves hermoso dormido. - Susurró viendolo con sus ojitos cerrados, su piel de porcelana,esos labios tan carnosos, ese tono moreno en su piel. Se acercó con suavidad a su frente y dejó un besito. Después solamente lo llevó a la habitación recostandolo con suavidad, lo cubrió con las mantas 6 dejó un beso en su frente bajando a sus mejillas, se quedó un par de minutos viendo a sus labios. Los cuales rogaba poder volver a probarlos. - Estoy tan enamorado de ti - Murmuró sobre sus labios dejando un suave beso sobre sus labios, escuchando el mínimo sonido de su unión.

Se separó y lo acomodo sobre la cama bien, su plan era recostarlo y después irse a su habitación para dormirse también. Tal vez Fred quería algo de espacio, o solo dormir tranquilo en su ahora cama propia.

Pero un pequeño jalón en su brazo le hizo voltear a verlo. Observó esos ojitos adormilado mirándolo fijamente.

-Hey debes dormir...te dejaré hacerlo ¿si? No quiero entrometerme en tu privacidad. - Freddie solo negó y susurró con su voz ronca.

-Duérmete conmigo, por favor. No quiero despertar y creer que estoy loco otra vez. - Hizó un pequeño puchero, John solamente cerró la puerta y se recostó a su lado.

-De acuerdo, estaré aquí. Anda ven. - Freddie se metió entre los brazos de John acurrucandose en su pecho, conforme volvía a quedarse dormido se formaba una trompita en su boca. Una la cual apreciaban los ojos de John.

No podía imaginarse como alguien desalmado se había podido atrever a dejarlo solo, a tan solo abandonarlo. Era una persona dulce, preciosa, tan delicada, amable, sincera...era, tan hermoso en cualquier sentido o así lo veían los ojos de John. Sentía muchas cosas por él, demasiadas de hecho.

(*)

Ya tenía unas horas que Freddie había despertado, pero, seguía en la cama algo asombrado de tener a alguien a su lado, había sido casi estar en el cielo apenas abrió sus ojos viendo el pecho de John. No se había querido separar ni un poco de él, pero admiraba su rostro, era simplemente wow.

Tan solo el simple hecho de saber que tenía a alguien a su lado, que ese alguien era una persona en la que podía confiar, en la que podía contar hasta con la cosa más mínima...era tan enorme la sensación de felicidad, la emoción en la punta de sus dedos, los cosquilleos de que al fin podría ser feliz, al fin podría tener la vida que le arrebataron de las manos desde su nacimiento. Era...algo nuevo para él.

He's just a boy ... right? ( Deacury ©) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora