¿𝑳𝒐 𝑯𝒂𝒈𝒐?

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Después de esa larga y romántica tarde, ambos recogieron sus cosas y unos minutos después Freddie y John decidieron retirarse. El moreno había estado cabeceando durante todo el camino, tanto que incluso a veces se golpeaba con el vidrio por lo tanto se producía un sonido de choque, y John podía notarlo. Le parecía lindo que después de hacerlo volteará a verlo de reojo para asegurarse de que no lo hubiera visto, incluso acomodaba su ropa y volvía a fingir que veía por la ventana, pero esto no duraba mucho. Puesto que unos segundos después volvería a cabecear. El castaño no dejaba de sonreír con sólo verlo. En uno de esos momentos giro su cabeza y observó al hermoso chico de sus ojos.

-¿Tienes mucho sueño, cariño? - El moreno volteo y soltó una pequeña risa mientras estiraba sus brazos.

-¿Se nota mucho? - Se acomodo en su asiento viendo al perfil del castaño, deseaba ver sus ojos pero sería complicado mientras estaba conduciendo.

-No, para nada - Ambos rieron levemente, Freddie fue el que se callo primero, se enderezó y pasó su mano por el cabello de John enredando sus dedos, el castaño estaba disfrutando cada una de sus caricias, ladeo su cabeza y susurró con ternura.

-Eres tan guapo, John...-El mencionado se quedó pasmado, que lo dijera así fue tan ¡wow! Sintió una presión enorme en su estómago y una sonrisa se plasmó en su rostro casi de inmediato, sería muy difícil que se fuera. De la emoción no pudo hablar, así que carraspeo su garganta y rió un poco.

-Tú eres aún más guapo, Freddie. - Le gustaba sentir las caricias del pelinegro en su cabello pero también quería hacer algo, así que suavemente pasó su mano por su pierna dejándole caricias leves. Podía sentir como la piel de Freddie se erizaba por sentir su cálido tacto.

Ambos morían de la felicidad, se sentían como unos adolescentes enamorados por primera vez.

(*)

-¡Mmh! Al fin llegamos...-Después de decir esto, Freddie se recostó en el sofá recostando su cabeza sobre sus brazos mientras veía al techo.

-¿Tienes hambre? Puedo prepar...-El castaño dejó su chaqueta en el perchero dejando sus llaves sobre la mesa.

-Ven aquí, ¿sí? Ven a sentarte conmigo. - Lo interrumpió el moreno tomándolo de su mano, lo acercó a donde estaba él e hizo que se sentará a su lado. Anteriormente se hizo mención a que Freddie podía tener cambios radicales en cuanto a su comportamiento, ¿no? Bueno, ahora estaba sucediendo uno de los bucles por los que pasaba estando en el hospital.

-¿S-sí? ¿Necesitas algo? - Freddie mantenía una dulce sonrisa sobre su rostro mientras que manipulaba las manos de John, entrelazaba sus dedos y cada vez se acercaba más y más a él poniéndole los pelos de punta a John.

-Debes estar más cansado que yo...estuviste conduciendo casi todo el día, tal vez necesitas un masaje. ¿No quieres que te de uno? Oh, yo sé que sí quieres. - John abrió como platos sus ojos al ver a Freddie ponerse entre sus piernas. ¡Estaba hincado entre sus piernas! ¡ENTRE SUS PIERNAS! ¡¿Qué debía de hacer?! Apenas y podía respirar con normalidad.

-N-no, Freddie no es necesario que me lo...-Se quedó en silencio al ver como Freddie le quitaba sus zapatos, los dejaba a un lado y dejaba sus manos sobre sus muslos teniendo una linda sonrisa en su rostro.

-¿Te parezco lindo? - Las manos del pelinegro comenzaron a dejar suaves apretones sobre las piernas de John. Era una pregunta con una única respuesta, pero amaba ver a John nervioso. La manera en que sus piernas temblaban, la forma en que su respiración se entrecortaba y los esfuerzos fallidos que hacía por no ver a sus ojos.

-S-sí...eres demasiado lindo. Y lo sab...

-Shh...sabes, puedo hacerte un millón de cosas y te aseguro que todas pueden gustarte...y mucho. - Se acercó con suavidad hasta donde estaba el rostro de John y frotó sus narices pasando sus manos por encima de su camisa. Sus dedos hábilmente comenzaron a abrir la camisa de John botón por botón, con una tortuosa lentitud. Mantenían un dulce contacto visual.- Tanto mi boca como mis manos saben hacer cosas que van a encantarte.

Cuando por fin le abrió su camisa sonrió por la apariencia de su torso, era blanco, apenas y estaba marcado,amaba apreciar como subía y bajaba con rapidez, le dejaba unas suaves y amplias caricias sobre la blanca piel de su pecho. Sus dedos dejaban pequeños masajeos desde sus hombros hasta su abdomen.

-Bésame, Johny...bésame y nunca pares...por favor. - El castaño no pudo contenerse apenas escucho esas dos últimas palabras, fue como si le estuviera rogando pero al mismo tiempo él era el que le estaba rogando a Freddie. Sus dedos lo fueron tomando de su mentón acercandolo a su boca. Rápidamente unió sus labios tomándolo de su cintura para recostarlo en el sofá. Sus besos comenzaban a resonar en cada esquina de la habitación, Freddie abrió sus piernas y lo ayudó a ponerse entre éstas, pasaba sus manos por su espalda dándole pequeños apretones por encima.

-Freddie...no sabes cuanto me encantas. - Al terminar su oración dejó una suave mordida sobre su labio separándose un poco.

-¿Lo hago? - Al verlo asentir sonrió y quito con suavidad su camisa dejándola sobre el respaldo del sofá. Ladeo su cabeza y susurró sobre sus labios. - Quiero que me hagas tuyo, John...quiero ser solamente tuyo - Bajo sus manos a su cadera dándole un empujón hacia su cadera. Ese mínimo frote que hubo entre sus entrepiernas fue suficiente para hacerlos jadear al mismo tiempo.

Pero la cordura de John volvió poco a poco, si tenían algo esta noche lo más seguro es que Freddie no lo recordaría jamás, cuando esos pequeños brotes aparecen, el cuerpo de Freddie tiene una energía inimaginable, por lo tanto cuando termina, su mente bloquea los recuerdos más recientes. Así que...si es que hacían algo esta noche, era bastante probable que a la mañana siguiente Freddie no recordara nada.

Quería hacerlo suyo, moría por hacerlo pero, no era correcto.

-Freddie...Fred - El mencionado se detuvo y miró fijamente a esos hermosos ojos grisáceos. - No puedo hacerlo...

-¿Por qué no? - Hizo un pequeño puchero pasando sus manos por sus costados enterrando con mucha suavidad sus uñas.

-Sabes por qué no...-Movió uno de los mechones de su cabello detrás de su oreja, se veía lindo de esa manera. - Si te hago mío quiero que lo recuerdes...quiero que recuerdes cómo te hice sentir.

Freddie odiaba que nunca pudiesen hacerlo, pero dentro de su conciencia sabia que lo olvidaría, por lo tanto sería prácticamente desperdiciar su tiempo.

-Lo entiendo...tienes razón. - El castaño rápidamente sonrió y se separó de él, ambos rieron y simplemente se miraron. - ¿Aún puedo dormir contigo?

-Freddie sabes que sí. - El castaño rió y se puso su camisa, se levantó y ambos fueron hasta la habitación.

Ambos se prepararon para dormir y se recostaron, John rápidamente cayó dormido puesto que después de todo sí estaba cansado, pero ese hermoso pelinegro no podía conciliar el sueño.

Después de lo que casi sucede entre los dos, Freddie se quedó pensando, cuando eso sucediera lo quería recordar. Quería tener siempre en mente el momento exacto en que fue de John, el momento en que el castaño lo hizo suyo. Pero para que eso pasara debía de estar consciente, debía estar en su personalidad neutral. Pero pronto sucedería, en verdad quería que fuese así.

He's just a boy ... right? ( Deacury ©) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora