La emboscada

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[...]

Narra Johnny:

-¡¿Que estuviste qué?!- gritó sorprendido Jimmy, yo miraba al suelo sin ninguna expresión.- Estuviste a punto de besarla, eso, si fue atrevido, bueno es Maddie, fue muy atrevido - explicaba él, yo hice una mueca de confusión.

Le había contado a Jimmy de lo que había pasado en el parque, por su gran e irritante insistencia.

Él estaba aquí, igual que los chicos, pero ellos estaban abajo en el mini cine, Jimmy y yo charlábamos en mi habitación, me siendo como una chica, contando mis problemas de amor, es definitivamente para nenitas, pero tuve que hacerlo, ya que, como había dicho antes, Jimmy estuvo de insistente solo por ver mi cara larga.

- Si, pero ella... - dije recordando aquello, sonreí mientras suspiraba.- No quiso, aún piensa que amo a Ali.

Jimmy borró su expresión, luego comenzó a reírse.
Lo miré con el ceño fruncido.

- ¿Qué es tan gracioso idiota? - pregunté algo molesto, Jimmy seguía burlándose.

- Era obvio, amigo - se tranquilizó un poco, yo arqueé una ceja.- Maddie es diferente a las demás chicas, era predecible que no se dejaría tan fácil, es mi mejor amiga, debía saberlo.

No había pensado en eso....

- ¡Ugh! ¡Que imbécil! Quede realmente como un idiota - expresé frustrado tocándome mi cabeza.

- Maddie no es presa fácil Johnny, lo sé, tú lo sabes, todos lo saben -

- ¿Qué se supone que debía hacer entonces? Quiero a esa chica Jimmy - exclamé desesperado.

- Wow tranquilo tigre - tocó mi hombro derecho.- Lo único que se me ocurre es... dejar que ella vaya hacia ti. He visto cómo te mira, seguro siente lo mismo, pero no sería tan fácil ¿entiendes? - asentí.

- Creo que tienes razón, amigo -

- Vayamos con los chicos, olvídate de ella por un momento ¿bien? - nos pusimos de pie y nos dirigimos a mi puerta.

Llegamos con los chicos y me dispuse a contarles lo que haríamos esta noche, sería una emboscada por así decirlo.

- ¿Quién es el imbécil? - preguntó Dutch tronando sus nudillos, yo lo miré fijamente.

- Daniel LaRusso - sonreí con malicia.

- Espera, ¿fue por lo que le dijo a Maddie? - cuestionó confuso Bobby, asentí.- No lo sé amigo, no creo que le agrade esa idea, además ella dijo que se encargaría.

- No le creo - dije seguro de mi mismo.- Vamos chicos, conocemos a Maddie, ella no es agresiva.

- Físicamente no - aclaró Tommy haciendo que soltáramos unas risillas.- Creo que Johnny tiene razón.

- Maddie no debe ser tratada así, no si ella es parte de nuestro grupo, ella ya es parte ¿no?.- todos asintieron.

- Y porque mueres por ella - mencionó un Tommy burlón.

- Si claro - rodé los ojos.- Entonces ¿se unen?.- les pregunté a cada uno.

Mis amigos se miraron entre sí, después me regresaron la mirada con esas sonrisas de matones que nos encanta hacer.

Narradora:

Estaba oscureciendo, y el chico LaRusso se dirigía a casa en su bicicleta.

Tuvo que recorrer el camino solo ya que su madre tenía unos asuntos sin resolver en el restaurante, por lo que llegaría después.

Daniel pasaba por una carretera sin carrillos, era algo peligroso, sin embargo el chico no le tomó importancia ya que seguía pensando en cómo resolver las cosas con su hermana, estaba dispuesto a hablarle y si era necesario, resolverían su conflicto ese mismo día.
<<Tal ves ahora ella será la que vaya a ignorarme, pero ya es tiempo de arreglar esto, han pasado semanas y la extraño>> pensó para si mismo.

Realmente el chico estaba decidido, pero siempre debía venir alguien a arruinarlo.
Daniel seguía concentrado en sus pensamientos hasta que escucha el motor de no solo una, si no, varias motocicletas.

Volteo a sus espaldas para ver de quienes se trataban, aunque ya supiera la respuesta. Eran nada más y nada menos que el grupo de los Cobra Kai.

-¡Demonios! - gritó desesperado comenzando a pedalear más rápido.

El grupo de Cobra Kai no tardo ni menos de 10 segundos en estar rodeando a Daniel y comenzarlo a molestar.

- ¡¿Qué hacen?! ¡Déjenme en paz! - gritaba el castaño tratando de escapar del círculo de los chicos, pero le era imposible.

- ¡Debemos parar muchachos o Danielita comenzará a llorar! - se burló Tommy.

- No debiste decirle eso a tu hermana, LaRusso, maldito cobarde - exclamó Johnny, él se encontraba a lado del aperlado.

- ¿Qué...? -

- Te daremos un recuerdito para que no la vuelvas a lastimar - dijo esta vez Jimmy.

- ¡No! Esperen - Daniel trató de resistirse pero los motociclistas lo llevaron hasta la orilla de la carretera.

Daniel cayó por la colina junto con su bicicleta, lastimándose su costilla y tuvo un raspón en su frente.

- ¡Adiós LaRusso! - gritaron algunos de los chicos para luego alejarse acelerando la velocidad.

El pobre chico siguió tirado en el césped, no podía levantarse, sentía dolor por todo su cuerpo.
Minutos después, decidió ponerse de pie, sabía que tirado en el césped no llegaría a su casa para curarse su herida.

Tomó su bicicleta, y comenzó a caminar junto a ella hacia su casa.

<< Ella les dijo, ella les dijo que me atacaran, es imperdonable, no puedo creerlo>> pensó él con su vista abajo. << Tal ves mantenernos alejados será lo mejor>>

- ¡UGH! ¡Odio aquí! - gritó furioso.

[...]

Daniel ya había llegado a los departamentos, y entró por la entrada para los coches justo cuando su mamá también iba llegando de su trabajo.

El castaño muy desesperado, cargó su bicicleta, se dirigió al contenedor de basura y la tiró ahí, para luego patearlo enojado.

Su mamá se bajó del auto y al ver a su hijo enojado maldiciendo su bicicleta, no dudó en acercarse a él y preguntarle qué fue lo qué pasó.

- ¡Nada mamá! - respondió él, como todas las veces.

- ¿Cómo que nada Daniel? ¡Mira tu frente! Y por favor ya no me digas que fue otro accidente en tu bicicleta - decía su mamá angustiada mientras tomaba de los hombros a Daniel.

- ¡¿Entonces qué quieres que te diga?! ¿La verdad? - exclamó enojado pero al mismo tiempo triste.- ¡La verdad es que quiero volver a casa! Quiero volver a Newark porque desde que nos mudamos aquí no tengo más que problemas -

- Ya no tenemos nada allá Daniel, no es justo -

- Entonces si fue justo decidir qué nos mudaríamos a Los Ángeles sin preguntarle a tus hijos ¿verdad? -

- Entremos a casa... vamos, podremos arreglarlo - su mamá lo tomaba de los hombros mientras se dirigían hacia su departamento.

- Solo quiero irme de aquí - se limitó a decir él cubriéndose su cara.

Madre e hijo entraron a su departamento, la discusión que habían tenido hace unos segundos quedaría arreglada, pero Daniel no se merecía esos tratos, él realmente no quería seguir aquí, su mamá ahora lo sabe, como también el portero de los departamentos.

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O•B•S•E•S•I•Ó•N // Johnny Lawrence Donde viven las historias. Descúbrelo ahora