O•B•S•E•S•I•Ó•N // Johnny Lawrence

Mudanza

Newark, New Jersey.

Narradora:

Al despedirse de sus conocidos y amigos, la señora LaRusso, Daniel y Maddie, se dirigieron a su auto para emprender el viaje a su nuevo destino y hogar.

Como era demasiado lejos, decidieron tomar un descanso en un motel en medio de la carretera, y al siguiente día, seguir con su viaje a Los Ángeles.

[...]

- ¡Vamos LaRusso! Sigue empujando.- Lucille animaba a su hijo para volver a encender su carro.

Era una falla que solía cometer el vehículo que aún no podía ser arreglada por la escasez de dinero de la familia.
Madison, estaba sentada en el asiento del conductor, esperando la señal de su madre para avanzar.

Cuando le gritó "suéltalo", la chica inmediatamente obedeció y colocó su pie en el acelerador, haciendo que el auto avanzara.
Rápidamente Lucille y Daniel subieron al auto victoriosos para seguir con el viaje.

- Buen trabajo chicos.- los felicito su madre con una sonrisa y su vista al frente.

Daniel bufó, a él no le agradaba que le sucediera eso al auto, pensaba que lo avergonzaba. En cambio Maddie, le dedicó una sonrisa a su mamá, ya que aunque pensara casi igual que su hermano, le gustaba que su madre nunca se rendía.

-Mamá, ya te lo había dicho, debemos comprar otro auto.- reprochó Daniel.

-Lo se cariño, les prometo que si me va bien en este nuevo trabajo, compraré un auto ¿bien?.- miro de reojo a su hijo, quien estaba en el copiloto, luego a Maddie por el retrovisor.

Los hermanos se limitaron a asentir.

[..]

Eran las 5:00 pm, y ya habían llegado a su nueva ciudad.
Paseaban por las carreteras mientras Lucille y Maddie admiraban cada sitio.

- Miren ese lugar ¿no es genial?.- admiraba la mayor con una sonrisa, se percató que su hijo solo se limitaba a ver por la ventana sin ninguna expresión en su rostro.- Vamos Daniel, te gustara Los Ángeles , ¿a ti te gusta Maddie?.

- Se ve agradable.- respondió ella, al igual que Daniel, con su vista a las afueras.

Daniel comentaba algo sobre una canción que comenzó a cantar su mamá, pero Maddie no escuchaba, ella se centraba en observar su nueva ciudad.

El semáforo cambió a rojo, el auto se detuvo y la vista de Maddie se cruzó con un grupo de chicos charlando en la acera que estaba al costado derecho de su auto, ellos estaban afuera de un establecimiento que en el centro de este llevaba como logo una cobra, y a sus alrededores decía "Cobra Kai".

A ella le llamó la atención ya que uno de ellos llevaba una chaqueta de cuero rojiza, cuyo color rojo brillaba en algunas partes de la prenda, a la chica le pareció algo atractivo.

Maddie se percató que esos chicos realizaban posiciones de karate y otros lanzaban patadas al aire, algo inusual, pero la chica no le tomó importancia. Luego uno de ellos, volteo su mirada a Maddie, su piel era aperlada y llevaba el cabello café claro y algo largo, su chaqueta era azul y llevaba unos jeans del mismo color.

Este la saludo, y Maddie algo confundida, le regresó el saludo, después, ese chico le habló a uno de sus amigos para que volteara a ver a Maddie, ella algo incómoda regreso su vista hacia enfrente.

<<Genial, no podía haber una ciudad con sus típicos chicos presumidos>> pensó ella mientras rodaba los ojos.

[..]