O•B•S•E•S•I•Ó•N // Johnny Lawrence

Creo que me agrada

Narra Maddie:

Estaba en la motocicleta de Johnny, abrazando al mencionado por la espalda, era algo incómodo, estoy abrazando al tipo que le dió unas buenas palizas a mi hermano, bueno, tengo que abrazarlo por mi seguridad ¿no? No es porque realmente quiera hacerlo.

Por alguna extraña razón, Johnny ya sabía dónde vivía, aparte de ser un bravucón es un acosador, ya sabe de donde vengo, y ahora sabe dónde vivo, ¿qué más sabe? ¿Mi peso y mi estatura?.

Por fin habíamos llegado, todo el camino estuvimos en silencio, pero me gradaba, me agradaba que las personas con las que estuviera no me obligaran a sacar un tema de conversación. ¿Raro? Y mucho.

- Y llegamos - dijo estacionando su moto a unos centímetros de la acera.

- Gracias - dije y sin más, me bajé y me dispuse a avanzar.

- ¿No me preguntarás cómo es que sé dónde vives? Pensé que no confiabas en mí - dijo haciendo que parara de avanzar.

- Supongo que "investigaste" - hice comillas.- Y no entiendo por qué, no soy como esas chicas interesantes como esa rubia...- dije tratando de recordar el nombre de la chica.- Ali ¿ese es su nombre?.

- Solo tenía curiosidad, y para ser específico, Jimmy fue el que me dijo, creo que le tienes más confianza a él ¿no?.

- Puede ser - me limite a responder haciendo que Johnny frunciera el ceño, se veía algo adorable, ¡NO! ¿Qué dices Madison? Que asco.

Di media vuelta y suspiré, quería decir algo pero mejor me quede callada para entrar de una ves a los departamentos.

- ¿Quieres venir a una fiesta hoy en la noche? Será en mi casa - volvió a hablar el rubio deteniéndome, de nuevo.

- No puedo, y... no quiero, no me gusta convivir con muchas personas - expliqué aún de espaldas.

- Nunca dije que habría muchas personas, Maddie.

- Tal ves lo piense - le mentí dándole mi mirada.

Claro que no iría, como había dicho antes, no me gustan mucho las fiestas.
Pero luego noté que Johnny dibujo una sonrisa sin mostrar los dientes, ugh, ¿lo habré ilusionado? Me arrepentiré de esto.

- Ten - me entregó un papelito donde había escrito algo recientemente.- Es mi dirección.- dijo para luego guiñarme el ojo, encender su motocicleta y luego avanzar.

Yo me quede sin palabras observando al chico en su motocicleta hasta que desapareció de mi vista. A veces puede ser algo irritante pero creo... que me agrada, pero no mucho, solo me agrada, aunque haya golpeado a Daniel, creo que en parte era su merecido. ¡Ugh! ¿Por qué diablos pienso esto?.

[..]

Estaba en la sala de estar acostada en el sillón, acostada teniendo mis piernas en el respaldo del sillón, mis manos extendidas en los asientos y mi cabeza casi rozando el suelo.
Mi mamá no estaba, ella se encontraba trabajando en el restaurante, me había dejado una nota donde decía que haría doble turno, por lo que llegará algo tarde a la casa.

Pensaba en lo que Johnny me había dicho, lo de aquella "fiesta pequeña" en su casa, tal ves estaría mintiendo, no lo sé, pero si quiero sobrevivir en la escuela o más bien dicho en la ciudad, debo empezar a hacer contactos, regla básica para los nuevos, algo que no hice en Newark por vergüenza.

Ahora seguía... qué era lo que me pondría, no tengo ropa muy bonita, pero ya veré que encuentro en mi closet.

Instantes después, Daniel salió bruscamente de su habitación, no había salido de ahí desde que había llegado a la casa, por lo que inmediatamente me acomodé bien en el sillón, sentándome como una persona normal.
Al parecer este no notó mi presencia.

Si, aún sigue enojado conmigo.

- Oye Daniel - lo llamé pero él simplemente me ignoró y tomó un libro que estaba encima de una mesita en la sala.- ¿Por qué demonios tomaste mi patineta?- exclamé molesta, sin embargo, mi hermano se limitaba a darme la espalda.- Por favor, no puedes ignorarme todo el día.- dije fastidiada parándome del sofá.

Daniel abrió el libro, y lo dejo nuevamente en la mesa donde hace unos segundos estaba. Dirigí mi mirada al libro y noté que eran movimientos de karate, después Daniel comenzó a realizarlos.

Parecía algo absurdo el hecho de estar aprendiendo técnicas de karate mediante un libro, es como si comieras sopa con un tenedor.

- Iré a una fiesta hoy en la noche - dije pero él seguía "practicando".- Será en la casa de Johnny - me cruce de brazos y fue cuando se detuvo y por fin me volteo a ver.

- No me importa, ¿ok? - acortó para luego seguir con sus ejercicios, yo rodé los ojos y entré a mi habitación.

Daniel y yo hemos discutido varías veces pero después de algunas horas siempre nos perdonábamos.
Esta ves fue diferente, nunca me había ignorado, y seré sincera, se siente... mal.

Decidí despejar mi mente de ese tema por ahora, opté por buscar un atuendo lindo para la fiesta, aunque aún no esté muy segura de la idea, supongo que no hay otra forma de cambiar lo antipática que soy y ser más social.

Narra Johnny:

Estaba en mi casa junto a mis mejores amigos, nos encontrábamos en la sala de estar, yo les estaba explicando lo de esta noche.

- ¿Cómo que una fiesta? - preguntó sorprendido Bobby, si, ellos no sabían que daría una fiesta, y yo tampoco, apenas supe cuando se lo dije a Maddie.- ¿Por qué?.

- Ya lo conoces, Bobby, le encantan las fiestas sobre todo la parte donde comienza a embriagarse hasta no poder más.- explicó Dutch algo burlón, yo rodé mis ojos riéndome.

- Y no se preocupen, solo traeremos lo básico, que son bebidas y comida.- expliqué.

- No olvides la música, amigo.- sonrió Tommy.

- ¿Pero qué hay de tu padrastro? Es un tipo amargado y gruñón.- mencionó Jimmy haciendo una mueca.

- El sujeto solo está de viaje, raramente está en la casa ¿saben? Puedo hacer lo que quiera.- dije confiado, los chicos rieron.

- ¿Piensas invitar al vecindario?.- preguntó Jimmy, quien era el encargado de correr la voz cada ves que hacia una fiesta.

- No esta ves, solo nosotros y un par de amigos más.- expliqué, había recordado que a Maddie no le gustaba estar entre muchas personas, y supongo que menos si son desconocidas.

[...]

Ya estaba todo listo, "Another one bites the dust" sonaba por toda mi mansión, no había mucha gente, eso me agradaba, pero debo admitir que se siente extraño.

Algunos de mis amigos estaban en algún lugar de la planta baja, yo me encontraba hablando con Jimmy en la cocina.

- Vamos amigo, tú no haces fiestas por nada, recuerdo que solo las hacías para que tú pasaras más tiempo con Ali, pero ahora... - se puso pensativo, Jimmy tenía razón.- ¿Qué tramas?- me miró con una ceja levantada mientras yo me acomodaba mi cabello, ocultando mi nerviosismo.

Debo aclarar que planeaba hacer esto, algo así, la fiesta no estaba en mi mente, pero tomar la patineta de Maddie sin su permiso... si.
La había visto llegar a la escuela en una patineta, la cual, era la única que estaba junto a las bicicletas, así que en el descanso, aproveché la oportunidad para tomarla y esconderla en mi casillero
¿Debería decirle porque era uno de mis mejores amigos?, o ¿no decirle ya que él es el que Maddie prefiere antes que a mi?, diablos, tal ves mi maldición será que siempre deba sentir celos.

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