O•B•S•E•S•I•Ó•N // Johnny Lawrence

Al baile

Narra Johnny:

- Ahora que lo pienso, ¿cómo supiste que estaría en el centro comercial? - preguntó Madd separándose del beso.

Maddie y yo habíamos llegado a su departamento, estábamos sentados en su cama hablando.
Su mamá y LaRusso no estaban, era obvio. Pero si era así, Maddie me contó que podría salir sin que ninguno de los dos me viera, por la salida de emergencia, la ventana.

- Te llamé un par de veces en la casa de Dutch, hasta que Tommy me dijo que Jamie y tú estaban allá - respondí recordándolo.- Por cierto ¿qué es? - señalé la bolsa que Maddie cargaba.

- Es mi disfraz - sonrió .- Jamie y yo esperábamos comprar el de Han Solo y Chewy pero... - suspiró.

- ¿Qué? -

- Nada, solo no pude pagarlo - se encogió de hombros.

- Debiste hablarme, yo te lo hubiera comprado - la abracé pero ella negó riéndose.- Es más, vayamos ahora mismo.

- No te molestes Johnny - dijo ella suspirando tomando mis manos - No valen la pena.- se convenció y yo no tuve de otra que estar de acuerdo con ella.- ¿Y tú? ¿Ya tienes tu disfraz? - cuestionó.

Instantáneamente formé una sonrisa de lado a lado y asentí, había recordado lo de esta tarde.

- ¿Qué pasa? - preguntó Maddie confundida.

- Todos los años en Halloween, los chicos y yo decidimos disfrazarnos de esqueletos - explicaba.

- Genial - dijo ella con una sonrisa.- Un esqueleto es un clásico, ya cuéntame - exclamó dándome dos palmadas en mi pierna izquierda.

- Decidimos ir a la casa de Dutch para darles una mano, porque los huesos son pintados, no impresos ni nada de eso - hice un ademán al mencionar lo últimos haciéndola reír.- Y adivina quién se llenó de pintura blanca - exclamé tratando de no soltarme a carcajadas.

- ¿Quién? - preguntó ansiosa, yo tomé algo de aire para seguirle explicando.

Le conté que Tommy buscaba otro bote de pintura blanca en la estantería del taller de la casa de Dutch, y el muy listo decidió subirse a el para alcanzar uno de los botes que se encontraban arriba en la primera repisa, pero luego no logró equilibrarse haciendo que el estante se cayera junto con él y todos los botes de pintura.
La escena fue estúpidamente graciosa, los chicos y yo estallamos a carcajadas. Y yo volví a hacerlo por recordar la expresión de Tommy al verse todo cubierto de pintura.

- ¡Debiste verlo! - exclamé aún riéndome, contagiando a mi novia.

- A veces me preocupan - dijo negando aún con su risa.

Tardamos unos segundos en recobrar la cordura y nos tranquilizamos.
Me di cuenta de algo, no lo había hecho, hoy estuve muy ocupado que apenas hablo con ella, ¡maldita sea! Lo olvidé.

- Regresando con el tema del baile, ¿es muy tarde para que te pida que vayas conmigo? - pregunté esperando a que su respuesta fuera negativa.- Con todos estos largos entrenamientos ya no hemos tenido tiempo para nosotros.- expliqué tomando la mano de Maddie, ella agachó la mirada.- ¿Qué dices?.

- Si - se limitó a decir.- Y no te preocupes, ya habrá tiempo - sonrió sin mostrar los dientes.

- ¡Maddie! - una voz nos hizo que nos exaltáramos.

Había escuchado la puerta de la entrada cerrarse, después pasos apresurados, hacia acá.

- Mierda - soltó Maddie.- Es Daniel.

- Está bien, nos vemos mañana, bonita - le guiñé el ojo mientras me sentada en su ventana.

Estaba algo alto pero podría manejarlo.

- Adiós - se despidió ella depositando un cálido beso en mi mejilla.

Sin más, hice como pude para llegar al suelo y luego despistadamente irme a mi auto.
Ahora que lo recuerdo, el hermano de mi novia podría reconocer mi auto... oh demonios.

Narra Maddie:

- ¿Está aquí? - preguntó Daniel algo preocupado, yo negué rápidamente.- Ví su carro allá afuera.

- No era el de él, no he visto a Johnny en todo el día  - mentí tratando de sonar convincente, mi hermano asintió dando media vuelta para dirigirse a la salida.

¿Lo ven? Progreso ¿no?.

Halloween
7:00 pm

Daba mis últimos retoques en mi maquillaje, Johnny y los chicos no tardarían en llegar.
Estaba batallando en el labial, no acostumbraba usar muy oscuros pero el disfraz lo requería, así que aquí estoy haciendo el sacrificio.

Las trenzas me habían quedado perfectas y el corto vestido justo a mi medida, no muy ajustado y no muy corto, mis medias me incomodaban un poco y las botas negras de mamá.

Creo que ya adivinaron mi disfraz.

Marcaban las 7:08 pm cuando escuché el claxon del carro de mi novio.
Por lo que inmediatamente salí de mi departamento, no sin antes llevarme la capa que Jamie me dió, para que nadie supiera de nuestros disfraces hasta ya estar en el baile.

Daniel estaba con el señor Miyagi y se negó a asistir al baile por lo que no tenía porqué preocuparme por que se tope con mis amigos.

Al salir de los departamentos me encontré el auto de Johnny sin su techo de vinilo, dejando ver 5 esqueletos, debo admitir que se veían asombrosos.

- ¡Estaré rodeada de cadáveres! - bromeé llamando la atención de mis amigos.

- ¡Hey...! - exclamó Tommy algo confundido.- ¿Eres una bruja? -

- ¡Oye! No le hables así - Johnny golpeó su hombro provocando que Tommy se quejara de dolor.

- Hablaba de su disfraz, genio - explicaba mientras sobaba su hombro.

- Ven, Maddie sube - Jimmy me hizo un espacio, yo me adentré y me senté haciendo que el rubio ya pudiera avanzar hacia la escuela.

- Qué lindos disfraces, ¿dormirán con ellos? - reí arqueando una ceja provocando que mis amigos rieran sarcásticamente.

- Qué graciosa nos saliste Madd, si solo supieras los sacrificios que tuvimos que pasar - decía Tommy haciéndose la víctima.

- ¿Hablas de cuando te llenaste de pintura? Si, fue un gran sacrificio - alargué la "a" en "gran" provocando que todos rieran a carcajadas a excepción de Tommy

- ¿Nos dirás de qué vienes disfrazada? O ¿ese es tu disfraz? - preguntó Dutch alzando una ceja.- Porque si es así, te hubiéramos conseguido un traje de esqueleto.

- Su traje es de-

Interrumpí a Johnny haciéndole una seña para que guardara silencio, él asintió rápidamente.

- Ya verán en el baile - dije con una sonrisa.

- ¿Irás igual que Jamie? Ella también tiene la misma capa negra - confirmaba Tommy dándose la vuelta para verme, él y Johnny estaban en los asientos de enfrente.

- Algo así - me encogí de hombros.

- Vamos Madd, somos tus mejores amigos, puedes decirnos - suplicaba Bobby haciendo que riera.

- Si, al diablo con que lo muestres hasta ya estar en el baile - apoyaba Jimmy a Bobby.

- Déjenla hombres - exclamó un Johnny harto.- Si no quiere decirles está bien.

- Eso lo dices porque ya sabes de que es su disfraz - rodó los ojos Jimmy.

Íbamos a la mitad del camino y los chicos aún insistían en que les mostrara el disfraz, pueden ser algo irritantes pero también graciosos por lo que jamás me aburriría de ellos, lo digo en la buena manera.

Pasaron algunos minutos y nosotros ya habíamos llegado a la escuela.

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