Sabía que no era bueno para ella, estar así, esperando que apareciera algo que no existía. Que ocurriera algo espectacular entre las casas mal numeradas. Algo que demostrara que la magia era real.
Eventual Snape/Hermione. AU con propósito.
#Sevmion...
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¿Y si me equivoco?
Era como una oración, un tic emocional. Cada momento libre. Cada vez que se cepillaba los dientes demasiado grandes (dos veces al día; tres, si lo recordaba), mirándose en el espejo, lo pensaba: ¿Y si me equivoco? Cada vez que comía, mientras sus padres la miraban con caras grises, sin hacer preguntas: ¿Y si me equivoco? La mañana en que se puso su único vestido negro y se subió al asiento trasero del coche de sus padres ....
Y, por último, la mirada de la hermana de Dean cuando hizo sus tímidos saludos.
"Lo siento mucho", decían todos. Podía oír esas palabras volar a su alrededor, como las líneas de una obra de teatro que no le habían dicho que ensayara.
Claro que lo sentían.
Pero no tanto como ella.
"Hola, Anita", dijo Hermione, juzgando mal un abrazo, alcanzando una mano en su lugar.
Anita la estrechó con desesperación. "Hola, Hermione".
Hermione dijo la frase porque se esperaba que lo hiciera. Su perdón salió mal.
La expresión de Anita se ensombreció.
"Lo sé", dijo.
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La tormenta se había levantado pero la niebla se acumuló, siguiendo a Snape desde Escocia hasta Cokeworth, cubriendo el tren, empañando las ventanas mientras viajaban por la blanca campiña.
"No puedo esperar a que llegue la primavera", murmuró el anciano de enfrente, sacudiendo un periódico.
Snape murmuró una respuesta. El bolso estaba en su regazo, con la cremallera abierta, y encima de su contenido yacía la caja de terciopelo calva, uno de cuyos lados de cartón se había despegado, enganchándose en la cremallera.
