"¿No te rendiras?"
"Solo quiero ser el motivo de su sonrisa, quisiera que me viera por primera vez como yo lo hago"
(No adaptaciones, copias o resubir sin mi consentimiento)
FINALIZADA
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Sunoo miraba a través de la ventana del bus como si fuera lo más interesante en el mundo, su mirada se desvió al chico pelinegro que había subido sentándose unos asientos frente a él.
De pronto recordó cuando vio a Sunghoon por primera vez, el castaño siempre creyó que solo sucedía en las películas, pero, había sido amor a primera vista sin duda alguna.
Rió a lo bajo y apretó el botón dando aviso que debía de bajar.
Caminó unas cuantas calles hasta que topó con un inmenso parque, el mismo parque en el que había tenido su primera cita con Sunghoon.
Su corazón latía desenfrenado, como si fuera la primera vez, cada dia, cada noche, cada momento crecía su deseo por ver al pelinegro, no importaba a donde fuera el mayor siempre se adueñaba de sus pensamientos, como si de un impregnante aroma se tratara.
Por las noches el castaño llamaba al mayor, platicaban por horas, oír su aterciopelada voz le hacía sentir seguro, podía sentir su aliento chocar en su oído, así hasta que caían rendidos en sus calidos sueños.
El celular del castaño sonó por lo que se apresuró a sacarlo.
—No des otro paso más—dice Sunghoon del otro lado de la llamada, Sunoo lo buscó con la mirada encontrandolo a lo lejos a unos cuantos pasos frente a él, sonrió cuando vio al mayor hacerlo—No importa a donde vayas, yo iré hacia ti.
Sunoo solo veía como el azabache caminaba hacia él acelerando el paso cada que estaba más cerca del menor, abrazandolo por la cintura una vez estuvo frente al castaño depositando un casto beso en los labios de este.
—¿Qué miras?—interpela Sunoo al ver a Sunghoon observar detenidamente su rostro.
—No me canso de mirarte–confiesa haciendo una pausa—amor, te lo juro, cada vez encuentro algo más que me hace enloquecer por ti.
Sunoo sonrió arrugando su nariz cuando el pelinegro besó la punta de su nariz.
—Eres demasiado romántico—emite el de ojos felinos.
—¿Y eso te molesta?—demanda fingiendo sentirse herido.
Sunoo rodeo el cuello del mayor con sus brazos.
—Me encanta—murmura sobre los labios de su novio.
La tarde pasaba tranquilamente, ambos yacían sentados sobre una manta mirando bonacibles el ruidoso río frente a ellos.
—Toma—emite Sunghoon entregándole al menor un sobre.
Este lo abrió curioso, sacó el contenido eran un par de fotogragias que suponía las había tomado el pelinegro.
Las primeras tres imágenes eran del cielo en diferentes tiempos del día.
Las siguientes eran de cosas al azar, como animales, flores, el río y el mar.
