Look at me - sunsun/Sungsun

-𝚌 𝚒 𝚗 𝚌 𝚘-

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El azabache se acercó vacilante, manteniéndose indiferente a lo que estaba a punto de suceder, como si fuera algo sin importancia.

Por el contrario yo era un desastre, mi mente decía que sería algo insignificante, y después de esto nada más sucedería, pero mi cuerpo no decía lo mismo, mis manos se frotaban en la suave mezclilla de mi jeans eliminando el húmedo sudor que desprendían estas. Mi corazón parecía querer salirse, latía desenfrenadamente entre una mezcla de nerviosismo y emoción que provocaba un hormigueo en mi estómago.

Segundos después los suaves labios del contrario chocaron contra los míos creando un distante y efímero beso, eso lo  tuve claro al mirar al mayor.

Ni una palabra, ni una corta mirada, simplemente ignoraba mi presencia sin esfuerzo alguno.

Tampoco esperaba  mucho después de eso, es decir no es como que sus sentimientos por el castaño desaparecerían mágicamente a causa de un insignificante beso y fijara su vista en mí. Si lo pensaba era iluso pensar eso, esto no era un cuento de hadas, y eso me hacía sentir ridículo, porque a pesar del corto tiempo de conocerlo mi vista no se podía apartar del azabache, como si de un imán se tratara, no estaba seguro si era por lo atractivo que es o por lo que su presencia provocaba en mí. Esto se sentía fuera de lugar y no podía controlarlo.

—Continuemos—dice el azabache tomando el cuerpo de la botella haciéndola girar nuevamente.

Joder, maldije mentalmente.

El despertador no había sonado, por lo que me desperté tarde y la clase había empezado hace media hora.

La noche anterior no había podido pegar ni un ojo, simplemente rodaba de extremo a extremo sumergido en mis pensamientos. El beso de aquella tarde se venía a mi mente continuamente, la sensación de los húmedos y suaves labios del pelinegro estaba aún presente. Volviéndose una nítida imagen mental.

Lavé rápidamente mis dientes y vestí con ropa cómoda, ni siquiera me molesté en aplicar maquillaje para ocultar las recientes ojeras que se habían formado bajo mis ojos a causa de la noche anterior.

Las clases pasaban como normalmente lo hacían, aburridas y lentas.

Recargué mi mejilla sobre la palma de mi mano, mirando por la ventana sin mirar a un punto fijo, simplemente pedido en mis pensamientos.

La hora del descanso había llegado y como de costumbre nos encontrábamos los siete chicos en la cafetería platicando de cosas triviales, Sunghoon mirando de reojo al australiano y yo mirando al azabache sin que este se diera cuenta.

Una creciente sensación se formaba en mí, las ganas de ser mirado por el azabache aumentaban constantemente, el deseo de llamar su atención y decirle "mírame, hyung, aquí estoy" se sentían tan fuertes y a la vez ridículas que reí a lo bajo por lo estupido que me sentía en este instante al pensar eso.

Pero ¿Qué podía hacer? el simple saludo, la mirada fugaz que me dedicaba el pelinegro cada vez se sentía tan poca cosa que envidiaba un poco a Jake, tenía a Sunghoon a su merced, dedicándole constantes e intensas miradas y dulces sonrisas, sin embargo este no le tomaba ni la más mínima importancia.

Los sentimientos del pelinegro eran como un libro abierto, pero al parecer solo yo era quien lo leía.

Hola, solo quería avisarles que el próximo capítulo estará narrado en tercera persona, ya que de esa manera será más facil narrar la fiesta.

si ven faltas de ortografía o algo por el estilo haganmelo saber, por favor.

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