Admiración.

00.

Harry conoció a Regulus a los 3 años.

O más bien podría decirse que Regulus conoció a Harry cuando este tenia tan solo 3 años, mientras él menor de los hermanos Black por otro lado tenía 14 años.

Siempre fue completamente consciente de la existencia del ahijado de su hermano mayor, había escuchado comentarios durante el embarazo de Lily, supo del nacimiento y escuchó diferentes datos acerca del bebé. Sin embargo, puede decir que realmente nunca le interesó demasiado. Y a Sirius nunca le interesó presentarlos, así que no se conocieron hasta tiempo después.

Cuando lo hicieron fue porque James necesitaba que alguien cuidara a su hijo y a Sirius le pareció genial la idea de ofrecer a su hermano para hacerlo.

Regulus quiso asesinarlo en el momento en que llegó con un niño bonito en brazos y una gigante pañalera colgada de un hombro.

Y como todo adulto (era claramente un adolescente si acaso pero le gustaba llamarse a sí mismo adulto) funcional entro en pánico.

—¿Qué significa esto? —cuestionó, ojos abiertos en terror mientras su hermano colocaba al pequeño castaño sobre sus brazos.

No sabía siquiera como tomarlo, así que lo cargo un poco como a un costal mientras seguía con la mirada al mayor.

—Necesitamos que cuides a Harry un par de horas, es urgente y no hay nadie más para hacerlo —explica mientras se cambia sus botas por unas distintas, preparándose para salir.

—¿Yo?

—Si Reg, ¿ves a alguien más aquí?

—¡No puedo cuidarlo! Llévatelo —extiende al más pequeño, quien ríe ante el movimiento—. Morirá en mi cuidado y sabes que no estoy bromeando.

—No seas ridículo, es solo un niño —resta importancia, pareciendo divertido ante la vista. Regulus frunce el entrecejo al percatarse de que se burla de él—. Harry, te quedarás con el tío Reg, ¿está bien? —pregunta, como si el menor realmente pudiera entender lo que aquello significa.

—Si —parpadea con sus ojitos verdes brillando en dirección al mayor.

—Pórtate bien —pide, besando una de sus mejillas rellenas antes de mirar a su hermano—. Cuídalo bien, confío en ti —y antes de que pudiera replicar abandona la casa.

Tanto el adolescente como el infante miran por donde desaparece por largos minutos, esperando a que vuelva.

No lo hace.

Regulus mira al menor en sus brazos.

Harry le mira.

1.

2.

3.

4.

Comienza a llorar.

—¡Kretcher! —el mayor llama, dejando al joven en el suelo y señalándolo apenas el elfo aparece.

—Amo Re- ¿por qué hizo llorar a Harry Potter? —pregunta el elfo mirando al pequeño en el suelo—, ¿lo dejo caer? —más que pregunta suena a regaño mientras toma al menor y lo coloca en el sofá.

Porque para suerte de Regulus, Kretcher si era bueno con los niños.

—Está llorando.

—Ya me di cuenta...

Esa fue la primera vez que se vieron.

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La siguiente ocasión en que Regulus recuerda haber convivido con Harry por más de treinta minutos fue cuando este tenía 8.

—No lo cuidaré —dice cuando su hermano entra con el niño de la mano, Harry le mira parpadeando lentamente, adormilado.

—Tarde —se burla, ayudando al menor a quitar sus zapatos para luego subirlo a la cama de su hermano—. Duerme un poco más Harry, volveré por ti más tarde.

Cuando Sirius se aleja el menor habla, bajo y confundido.

—¿Por qué mi padrino nunca quiere llevarme con él? —pregunta, abrazando una almohada.

—Porque es un idiota.

—¿Un idiota? —repite, no muy seguro de lo que significaba.

—Un idiota —confirma—. Uno que disfruta de arruinar mis tardes contigo aquí.

No se da cuenta de lo que dice hasta que Harry le mira, ojitos verdes brillando de una forma diferente, conteniéndose a llorar.

—Perdón —se hace pequeño en la gran cama del mayor, Regulus chasquea la lengua molesto consigo mismo, sin embargo el niño lo interpreta como si fuera para él—. Pue- si llamas a mi madrina tal vez pueda cuidarme.

Ahora había hecho sentir mal al pequeño cervatillo alegre que James tenía por hijo, era un monstruo.

—No, está bien. Lo lamento, no arruinas mis tardes —promete, extendiendo su mano para peinar el cabello del más joven, Harry le mira con un puchero.

Adorable.

—Si quieres puedo ir con Kretcher para que estes bien —se intenta levantar.

Regulus le regresa a la cama de un empujón que le hace reír al caer sobre la superficie acolchonada.

—Dije que está bien, créeme, ahora dime ¿qué quieres hacer? —pregunta no sabiendo cómo entretener a un niño de su edad.

—¿Puedo usar tu varita?

El mayor hace una mueca, debatiéndose qué tan correcto era permitir aquello.

—¿James te permite eso? —duda.

Aunque pensándolo bien, Harry era un niño adorable que no rompía ni un plato, ¿que daño podría hacer?

Fue la última vez que Regulus estuvo a cargo del menor, pero la primera vez que Harry recuerda haber creído que el hermano de su padrino era genial.

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Desempolvando historias que tenía en borradores.

Relación entre un menor y un mayor de edad.