03.

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Faltan solo 20 días para terminar el año, los estudiantes se encuentran en esa etapa donde o tienes mucho trabajo pendiente por entregar o te encuentras casi desocupado en su totalidad, dependiendo como hayas rendido en el año.

Harry no es un chico irresponsable, si bien es bastante problemático y rebelde, es bastante inteligente en más de un aspecto, además de que su madre le ha enseñado a organizar sus tiempos para tener todo listo en el momento adecuado y no atrasarse. Así que podía decir con bastante orgullo que había terminado con todos sus pendientes a tiempo.

Lo que significa que puede escaparse sin preocuparse por llegar temprano al día siguiente.

—Creo que saldré hoy —informa a sus amigos en el desayuno, robando una galleta del plato de Seamus.

—¿A donde irás? ¿Puedo aprovechar para salir junto contigo? —Ginny pregunta.

—¿No tienes que presentar una prueba hoy? —Neville pregunta casi durmiéndose sobre su plato de avena.

—Es cierto, olvídalo.

—Pienso visitar a Regulus —responde a la primera pregunta.

—¿No pasas demasiado tiempo con el señor Regulus? —Seamus pregunta.

Inevitablemente Harry hace una mueca—. No le digas señor, es raro, no es taaan mayor.

—Lo se, le digo así porque sé que te molesta —se encoge de hombros, dándole una sonrisa de lado.

—¿Ustedes creen que paso demasiado tiempo con él? —pregunta mirando a sus amigos.

—Si pero si a él le gusta entonces no importa —Ron responde luego de pensarlo un momento.

Harry hace una mueca, tampoco quería molestar a Regulus demasiado, ya que si bien no creía que sus visitas fueran rechazadas no estaba tan seguro de que tan contento estaba con ellas, al final era un hombre que disfrutaba bastante de su tiempo a solas.

—Creo que no iré hoy —decide luego de un par de minutos—, igual sigo cansado por la fiesta de los tejones —y a juzgar por el rostro de sus amigos no era el único.

—¿Estas seguro? —su mejor amiga pregunta—, ¿no le dijiste ya que irías o algo así?

—Si pero-

—Entonces ve, es grosero cancelar de esa forma —niega con un leve movimiento de cabeza.

Harry no responde a eso, pero continúa en su cabeza el resto del desayuno.

Al final termina yendo a ver a Regulus, un poco menos eufórico que como de costumbre y con la idea mental de solo estar un par de horas y volver.

—Hey —saluda una vez entra a la oficina.

—¿No es muy temprano para que estes aquí? —Regulus pregunta sin levantar la mirada de sus documentos, pareciendo un poco estresado.

Suena un poco brusco. No es la primera vez que le habla de ese modo, Regulus no es una persona de sutilezas o que cuide sus palabras, y en realidad Harry está acostumbrado a eso. Nunca le ha dado demasiada importancia.

Pero ese día en particular tiene esa espina que le dice que está cansando al hombre por tener que verlo tanto. Y eso es lo que genera algo de incomodidad que intenta disimular.

Admiración. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora