La próxima vez que se ven es al día siguiente.
Harry se encuentra en la oficina de su padre como es costumbre, esperando a que el o su madre le lleven a su casa o en su defecto le den permiso de ir a casa de los Weasley.
Se encuentra recostado en el sofá, levitando objetos de un lado a otro de forma aburrida en lo que espera.
No espera ver a Regulus ese día, si es sincero consigo mismo. Y en realidad, no sabe si quiere verlo.
Le aterra un poco que finalmente el pánico le haya ganado y actúe de forma indiferente, por no decir cruel. Así que evita los lugares donde puede topárselo, solo por si acaso.
Es por eso que cuando la voz del Black menor atrae su atención, lo primero que hace es esconderse bajo la capa de invisibilidad.
No planea quedarse escondido todo el rato, pero le sirve para tranquilizarse unos Segundos.
—Uhm, Harry debería estar por aquí, seguro fue con Evan o Sirius —su padre habla caminando por la habitación.
El ojiverde puede ver el entrecejo del Black fruncirse desde su lugar—. Con mi hermano tiene mas sentido, Harry con Evan por otro lado, mi amigo es un coqueto, no deberías estar tan tranquilo —dice, con un tono levemente quejumbroso.
—Confió en que sabes mantener a raya a tus amigos, apuesto que no dejarías que nadie se acercara de esa forma, ¿no? A juzgar por tu cara, relájate un poco Reg —James niega riendo un poco.
—Bueno, alguien tiene que encargarse de que no le pase nada —dice, suena como si quisiera estar en cualquier otro lugar menos ahí.
—Si, por supuesto que si.
—¿Son estos los que necesitas que firme? —Regulus pregunta, sosteniendo un montón de pergaminos que anteriormente se encontraban en el escritorio de su padre.
—Si, y después los dejas en la oficina de Lily, si me haces el favor —cuando el Black asiente dispuesto a marcharse vuelve a hablar—. Cuando Harry vaya a tu oficina le dices que se abrigue. Esta noche será muy fría y no quisiera que pesque un resfriado, ya sabes como es.
—Si es que va —aclara, rodando los ojos mientras finalmente sale.
Pasan alrededor de diez segundos antes de que su padre vuelva a hablar—. Quítate esa capa, no puedes engañar a un Potter con ella.
—Pudiste decir que sabías que estaba aquí —responde, no sorprendiéndose en lo absoluto.
Ambos usaban ese truco de esconderse debajo de la capa para huir de su madre cuando se enojaba con ellos, su padre siempre le dijo que a él no podían hacerle lo mismo.
—Si, pero a menos de que tengas una buena excusa, hay algo raro con Regulus, parece que tiene miedo de ti.
—Reg es ridículo la mitad del tiempo, papá —responde, casi automáticamente mientras se encamina a la silla giratoria frente al escritorio de su padre.
—Por favor Harry, no soy idiota, deja de tratarme como si lo fuera —el hombre dice, levantándose hasta posicionarse frente a él, apoyando ambas manos sobre sus hombros—. ¿Regulus y tú están saliendo?
—¿Eh?
—¿Lo están? —vuelve a preguntar.
—¿No? —parpadea, confundido y levemente nervioso—. ¿De donde sacas eso?
—Se que le gustas, bueno eso esta mal, que está enamorado de ti sería más correcto —acaricia su mejilla—. Y si te conozco tan bien como se que lo hago, no es que le seas muy indiferente.
Las mejillas del ojiverde se calientan—. ¿No te molesta?
No quiere ocultárselo, no a su padre de todas las personas.
—Cuando Sirius me dijo hace unos meses, casi me volvía loco, créeme. Eres mi único hijo, mi adoración y si bien conozco a Regulus y sé que sería incapaz de hacerte daño, él es un hombre mayor, y me preocupaba como se darían las cosas entre ustedes —suspira.
—No estamos saliendo, no en todo el sentido de la palabra, creo —admite finalmente, más confiado—. No digo que no vayamos a hacerlo, pero seguimos siendo amigos por ahora.
James asiente, revolviendo su cabello de esa forma que usa desde que era un niño, dejándole despeinado y con la frente completamente descubierta—. ¿Están teniendo sexo?
—¡Papá! No hablare de esas cosas contigo —se queja, levantándose de su lugar con el sonrojo en todo su rostro y orejas.
—No seas ridículo Harry, cuando tenía tu edad una vez Sirius y yo...
—¡No quiero escucharlo! —cubre sus orejas, avergonzado—. Iré a dar una vuelta.
—Que Canuto no te vea o te traerá arrastrando para que no veas a Reg.
—Bien, vuelvo en una hora —asiente.
—Si te vas a quedar a dormir avísame antes.
Harry asiente saliendo finalmente de la oficina, suspirando una vez se encuentra fuera.
Su padre podía avergonzarlo con facilidad.
Estirando sus brazos sobre su cabeza comienza a caminar, evitando el pasillo de Regulus y luego el de Sirius, por si acaso.
Pasa directamente por el pasillo de Evan, por donde sin duda no espero encontrar al Black más joven.
Harry se detiene, su plan era caminar y luego ir hacia la oficina del hombre. No topárselo a mitad del pasillo.
Evan le atrapa antes de que pueda reaccionar—. Harry, que bueno que estás aquí —se acerca con esa sonrisa coquetea y amable que vuelve locos a todos los que la ven—. Regulus te estaba buscando, creyó que estabas aquí conmigo.
El mencionado mira hacia un lado, murmurando algo que suena como "maldito idiota" pero no está seguro.
—Si hubiera venido unos minutos después no estaría tan equivocado —responde sonriendo también, molestando un poco al Black.
—Oww, ¿venias a verme? —le mira y luego voltea a ver a su amigo—. Shh, shh Regulus, vete. Harry y yo tendremos un momento especial, una cita —le ahuyenta con la mano, el más alto le da un manotazo.
—Ven conmigo Harry, necesito hablar de algo contigo —Regulus toma su mano, comenzando a guiarlo sin esperar una respuesta a cambio.
—Nos vemos Evan, luego tengamos esa cita —promete, sonriendo cuando el rubio le guiña un ojo con complicidad.
Luego de aquella plática que tuvieron puede decir que se siente más confiado a su alrededor.
—No tendrás esa cita nunca, no prometas cosas que no cumplirás.
—El sabe que bromeó.
—¿Lo haces? —le pregunta, con algo en su voz que le hace fruncir el entrecejo.
—Claro que si —dice, y luego recuerda todas aquellas cosas que ha dicho sobre su enamoramiento con el rubio—. El único con el que quiero tener citas, eres tú.
Lo mira mientras lo dice, así que atrapa una pequeña sonrisa en los labios del mayor que le arranca la respiración.
Si, el único con el que quiere tener citas es ese pelinegro que tanto le gusta.
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Admiración.
FanfictionHarry admira a Regulus. Tiene un humor increíble, es talentoso, buen deportista, joven, atractivo y prácticamente todo lo que cualquier adolescente quisiera ser. Le encanta llegar junto a él, conversar y escuchar historias geniales de su parte, así...