12.

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Harry estuvo con Draco toda la mañana, estuvieron juntos paseando por diferentes tiendas de ropa planeando su próximo cumpleaños. Así que para cuando se llegan las 6 de la tarde se encuentra hambriento. Se despide de su rubio amigo con una sonrisa y se dirige a comprar un waffle para saciar su hambre en el trayecto a casa de Regulus.

Este día en particular no se siente incómodo, nervioso o lo que sea por ver al mayor. Tal vez si un poco ansioso. Pero nada comparado a las últimas ocasiones en que lo tuvo cerca.

Luego de su último encuentro, puede decir que siente (otra vez) que las cosas nuevamente están bien entre ellos. Pero con Regulus nunca se sabe, así que intenta no mantener muchas esperanzas.

Draco dijo que es su manera de mantenerse "bajo control" y dio una explicación bastante detallada de lo que podría estar pasando por su cabeza.

Harry estuvo rojo durante casi diez minutos después.

Colocando sus bolsas de ropa y la mitad de su waffle en una mano toca el timbre con la otra.

La puerta de abre apenas un par de segundos después.

Y en lugar del hombre atractivo pelinegro que esperaba ver. Se encuentra con el hombre atractivo rubio que le encanta ver.

—Hola Harry, pasa. Regulus está por ahí perdido en alguna parte —Evan se aparta para que pueda pasar, y solo una vez está dentro le ayuda a cargar todas las bolsas que aún portaba—. Esto pesa, ¿que llevas aquí? —pregunta interesado.

El ojiverde sonríe siguiéndole hasta que ambos se sientan sobre el sofá, con todas sus compras por un lado—. Mi cumpleaños es pronto y papá dijo que podía ir escogiendo algunas cosas.

—Cierto, ya estás próximo a ser mayor de edad, ¿te sientes emocionado de poder hacer todo lo que quieras sin restricciones?

—No tienes idea —admite, colocando sus piernas bajo su cuerpo y acercándose más al mayor cuando esté se inclina hacia el. Puede sentir sus mejillas sonrojándose contra su voluntad ante la cercanía.

—Aquí entre nosotros —susurra luego de dar un vistazo al pasillo—. Regulus es el más emocionado por tu mayoría de edad.

Lo sabe, pero que el mejor amigo del Black lo diga hace que se avergüence—. No tengo idea de que quieres decir con eso —se hace el desentendido.

—Por favor, no me pongas esa carita de soy inocente —toma el waffle a medio comer que sigue en su mano para dar una mordida—. Ambos sabemos que lo que hay entre ustedes no es puramente amistoso.

—Si no pareciera tenerme miedo cada que me acerco de una forma sugerente...

—Espera a que seas mayor de edad, querrás lanzarlo lejos —interrumpe, bastante seguro mientras da otra mordida al waffle.

Harry abre la boca dispuesto a decir algo más, pero escucha pasos a lo lejos y sabe que Regulus no dejará pasar nada que salga de su boca sin cuestionarlo después. Así que cambia de tema—. ¿Irás a mi fiesta? Barty está invitado también.

—Por supuesto, alcoholizarme junto a Sirius y James siempre es mi actividad favorita, ver cuando Peter se convierte en cantante también, será divertido —asiente, contento y terminando de comer lo último que quedaba de su aperitivo.

—Hey, eso era mío y realmente tengo hambre —se queja, apenas dándose cuenta.

—No robes comida Evan —le empuja para sentarse entre ambos. Cuando Regulus gira hacia el Evan le guiña un ojo—. ¿Llegaste hace mucho?

—No tanto, acabo de llegar —responde, acurrucándose sin vergüenza contra el costado del mayor cuando esté le atrae hacia él.

Evan carraspea, no sabe si pretende molestar a Regulus o a él pero se siente un poco avergonzado de la mirada que les dirige.

—¿Qué tienes? ¿Por qué esa cara? —pero el Black está confundido.

Por supuesto, no tiene idea de que finalmente ha abierto los ojos y se dio cuenta de lo que hay entre ellos. O de que Evan le hubiera hablado de ello en su defecto.

Ahora que lo piensa, anteriormente había dudado de si Draco y él no estaban malinterpretando todo. Pero ahora con el mejor amigo de Regulus confirmándolo no queda duda alguna.

Es raro confirmarlo. Pero le alegra de cierta forma el saber que no hará el ridículo.

—Nada, pensaba que ya era hora de irme.

—Desde hace rato —responde, levantándose para despedirlo.

—No iba a dejar a Harry solo, es de mala educación —pero Regulus no le está poniendo atención.

Harry lo escucha murmurar algo parecido a "ya ve a darle besos a tu niño" que hace que Regulus golpee su brazo. Pero cuando estos giran a verlo finge que no presto atención.

—Vendré luego Reg —choca su hombro contra el de su amigo antes de acercarse a él—. Nos vemos Harry —pasa su mano por su cabello antes de acariciar su mejilla a modo de despedida.

—Nos vemos —no puede evitar suspirar cuando le ve irse, menos sonrojado que de costumbre, pero sonrojado igual—. ¿Recuerdas cuando hice aquella presentación sobre por qué estaba en contra de los contratos matrimoniales? —pregunta cuando el mayor vuelve a sentarse a su lado.

—Si...

—Cambie de opinión.

—Eres ridículo —se burla, sin embargo le atrae por la cintura para derribarle sobre el. Sabe que Regulus no le toma en serio cuando hace esos comentarios, y presiente que el mayor sabe que es correspondido, al menos en cierta medida.

Pero no hace nada. Y eso le desespera, no es justo de ninguna manera. Aunque por lo menos sabe a qué se debe, y solo puede esperar a cumplir su mayoría de edad para lanzarse sobre el.

Tal vez en un sentido literal.

Faltan dos largas semanas para eso, pero puede soportarlo.

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Por alguna razón se me hizo inteligente adelantar el siguiente capítulo y dejar este con solo dos párrafos.

Admiración. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora