Capítulo IX: Un Sábado Perfecto

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Ambos chicos saltaron con completo sigilo a través de la estrecha ventana del remolque.

Una vez afuera Louis hizo un gesto a Harry para que éste lo siguiera. Comenzaron a correr rápidamente entre los grandes árboles del bosque.
Sin darse cuenta habían comenzado a a reir enérgicamente; la adrenalina del escape había hecho lo suyo.

Una vez que se sintieron lejos y fuera del alcance de aquella detestable mujer, se frenaron de golpe entre fuertes carcajadas.

Trataban de recuperar el aliento, Louis se inclinó poniendo sus manos sobre sus piernas, respiraba agitadamente pero con una sonrisa plena en su rostro.

Harry por su parte, volvía a ser víctima de uno de sus ataques de tos, aquel molesto resfrío no le daba tregua.

-¿estás bien? - preguntó el mayor aún riendo.

-si, solo me agité un poco- por su parte el rizado también sonreía, muy atrás había quedado el miedo y los nervios que tenía en la casa rodante.

-veo que aún sigues enfermo, quizás no sea una buena idea caminar entre la nieve- Louis había sacado su lado más paternal al notar lo mal que sonaba la tos del pequeño.

-Nooo, no es para tanto, estoy bien- por primera vez le regalaba al castaño uno de sus tiernos pucheros, y a éste le parecía tan adorable aquella mueca que no pudo evitar sonreír.

-podríamos ir a un lugar más cálido, el centro comercial o el cine, tengo un conocido que podría dejarnos entrar sin pagar-

-no, caminar me parece perfecto-

Louis se acercó al menor abrazándolo por la cintura con aquella sonrisa ladina habitual -bueno entiendo, si lo que quieres es que estemos solos, es mejor caminar-

Harry se roborizó, pero aún así no despegó su vista del mayor, ya no quería darle en el gusto mostrándose nervioso a cada instante.

-me gustaría saber, que es lo que tú quieres- mucitó tímidamente.

El castaño se acercó lentamente a los labios del rizado, dejando un tibio y húmedo beso en ellos -creo que en este instante no quiero nada más que esto... A ti-

Los hoyuelos del rizado se marcaron profundamente con la enorme sonrisa que esas palabras le provocaron. Ese instante era todo lo que necesitaban y esperaban secretamente, estando cerca uno del otro ya nada podía tener más importancia.

-para mi cualquier lugar es perfecto Lou... si estamos juntos-

-no digas cosas de las que te puedas arrepentir pequeño... quizás yo no soy el príncipe que estás buscando- levantó sus cejas con seriedad, pero continuaba abrazándolo por la cintura.

-Algo me dice que tú eres precisamente todo lo que busco- el azul y verde de sus ojos parecía brillar con más intensidad que nunca. Aunque Harry no lograba entender de donde había sacado la valentía para pronunciar aquellas palabras.

-me encantas niño bonito... pero temo hacerte daño, siempre lástimo a quienes están cerca de mi- el mayor había tomado un tono melancólico, pero sus ojos seguían fijos en el verde esmeralda de los ojos del rizado.

Harry dio un largo suspiro, y por un instante recordó nuevamente las recomendaciones de su amiga de mantenerse alejado de Louis.

-No hay amor sin dolor, ambas cosas van dentro del mismo contrato- el ojiverde respondía con simpleza, tratando de quitarle seriedad a la conversación, como intentando señalar que estaba dispuesto a sufrir por amor, como si en realidad supiera algo de ello.

-no me gustan los contratos, te quitan libertad- el castaño frunció el ceño. -y no hay nada que yo desee más que ser libre-

-¿libre de qué?- Harry se tornó serio al preguntar, en su corazón presentía que había algo que atormentaba a aquel chico.

Your Love In My Mirror || Larry Stylinson <3 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora