Capítulo XIV: Una Terrible Verdad

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El miedo consumió el cuerpo de Louis por completo. Miraba inmóvil como aquel viejo automóvil, se alejaba lentamente con el cuerpo sin vida de su pequeña amiga.

El instinto fue más fuerte, sin detenerse a pensar en las consecuencias, dio un salto por la ventana sin importarle la altura.

Cayó fuertemente al césped, pero rápidamente se puso de pie y comenzó a correr a toda prisa tras aquel vehículo.

Era de madrugada, no se veía gente circulando por las calles, por lo que le fue fácil poder divisar a lo lejos las luces traseras del carro. Se dirigía a una de las salidas del pueblo.

Con su gran capacidad física, no le resulto tan difícil acortar distancia con el viejo vehículo, el que no avanzaba a gran velocidad.

Pudo notar a lo lejos cuando se detuvo, luego de andar no más de diez minutos. Era en una de las cuantas entradas al gran bosque que rodeaba Brereton. Se acercó sólo lo suficiente para poder observar aquella dantesca escena.

Sintió un escalofrío recorrer su columna, cuando vio a los cuatros hombres bajar del auto, y luego de sacar del maletero el cuerpo de Polly, extraer del mismo algunas palas.

Era obvio. Pensaban sepultar en alguna parte del inmenso bosque el pequeño cuerpo de su inocente amiga. Se llevó las manos al rostro, con tanta incredulidad como desesperación.

Había comenzado a llorar con gran aflicción, el rostro de Polly estaba impregnado en su cabeza. ¿Quién demonios podía ser tan cruel como para hacerle daño a una pequeña niña inocente?... No entendía absolutamente nada.

Su desesperación lo llevó a ingresar al bosque tras aquellos monstruos. Caminaba con cautela, pues él mejor que nadie, sabía de lo que eran capaces personas como ellos.

Los hombres llevaban linternas para alumbrar su camino, por lo que le fue sencillo ir tras sus pasos. Mantuvo una distancia prudente, hasta que notó que detuvieron su andar.

Podía oír con claridad el sonido de las palas golpeando la tierra, y uno que otro murmullo de los hombres. Sentía con cada golpe del metal, como que estuvieran talando dentro de su corazón.

Louis tenía un poco más de dieciséis años, y había sufrido tanto durante su corta vida; pero ahí parado en ese preciso instante, pudo sentir más dolor en su corazón del que jamás experimentó. Eso dejaba en claro, que a pesar de los duros golpes que le había dado la vida, nada había logrado derribar la nobleza de su alma.

Sintió que las palas dejaron de cavar. Entre algunos murmullos pudo escuchar el sonido del plástico de la bolsa que envolvía a Polly, su mente le hizo ver lo que la oscuridad no le permitía; estaban dejando a la niña dentro del agujero.

Sintió ganas de salir corriendo, logró retroceder un par de pasos y sin querer una rama seca lo hizo caer bruscamente al piso. Con el silencio de la noche, aquello se oyó como un fuerte estruendo.

-¿QUIÉN ANDA AHÍ?- gritó enérgicamente uno de los hombres.

El castaño se puso de pie rápidamente, mientras veía como las luces de las linternas enfocaban a su alrededor.

Dio media vuelta y salió corriendo lo más rápido que le fue posible, mientras a lo lejos podía aún oir las voces de aquellos sujetos, ordenándole que se detuviera.

La oscuridad era total, por lo que luego de poco correr volvió a tropezar, esta vez la caída fue más estrepitosa; rodó por varios metros por una pendiente. Pero la adrenalina lo hizo ponerse rápidamente en marcha, sin siquiera percibir las varias magulladuras que el golpe le dejó.

Sin darse cuenta volvió al hogar, tuvo que ser extremadamente cuidadoso para que nadie lo viera; por suerte esta vez tuvo éxito.

Subio rápidamente a su habitación, y se recostó sobre la cama llorando desmesuradamente. El recuerdo de la pequeña Polly pidiéndole ser su amiga, le quemaba en el pecho.

Your Love In My Mirror || Larry Stylinson <3 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora