Capítulo XIII: Todo Estará Bien

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Ni siquiera miraron a su alrededor para ver si alguien los observaba, simplemente se vieron en la necesidad de romper la distancia entre sus bocas, y besarse tan lento, tan profundo, que podían sentir que tocaban con sus labios algo más allá de lo físico.

Louis necesitaba transmitirle a su bonito que él era la única persona a la que deseaba tener así de cerca. Suavemente acariciaba su mejilla mientras seguían sumidos en aquel dulce beso.

Harry disfrutaba de aquellas tiernas caricias más que cualquier cosa. Por su parte, sentía la necesidad de disculparse por su infantil actitud, ante aquellos repentinos celos que le provocó ver al ojiazul tan cerca de aquella desagradable chica.

Pero en el fondo, el rizado sabía que sin importar las dulces declaraciones de afecto que Louis le entregaba, él no podría controlar sus celos si volvía a ver a Eleonor acercarse demasiado al que ahora sentía como su hombre.

-¿ya pasó el berrinche mi niño bonito?- Louis separó lentamente sus labios de los del rizado, y hablaba con una pícara sonrisa.

-Si- Harry frunció sus labios luego de contestar, como haciendo un puchero.

-¿tienes algo que hacer ahora?- los bellos ojos de Louis miraban como hipnotizados el bello verde esmeralda de los de Harry, que por alguna razón parecían brillar con más intensidad en ese momento.

-tengo deberes que hacer... Pero no pasa nada, si los retraso por un par de horas- el rizado apretaba con fuerza sus labios y agachaba la mirada tímidamente.

-pero cuanta rebeldía en este pequeño- Lo sarcástico que sonaba el castaño, hacía que el ojivede se sintiera más confiado. Simplemente le encantaba aquel humor tan peculiar. -ven conmigo-

Comenzaron a caminar lentamente a través del bosque. Cada cierto tiempo Louis dejaba que sus dedos rozaran la mano del menor; se entregaban miradas cómplices, con las cuales podían decirse de cierta forma lo agradable que era poder estar juntos una vez más.

Había mucha humedad en el ambiente a causa de la nieve que ya comenzaba a derretirse, por unos tibios rayos de sol que se habían asomado esa jornada; Para aprovecharlos, muchas personas habían salido desde sus casas para dar un breve paseo, o hacer alguna que otra compra. Ese era el motivo por el cual aquellos dos chicos, sin decir palabra alguna al respecto, habían decidido no avanzar tomados de la mano, como tanto les hubiera gustado hacerlo.

Después de avanzar un largo rato, Harry notó que se acercaban al conjunto de remolques donde vivía el ojiazul. Eso le causó curiosidad, por que pensaba que para esas alturas, ya lo habían sacado de su vieja casa rodante por no pagar el alquiler. Prefirió no preguntar nada al respecto, al menos no por el momento.

Su sopresa fue mayor cuando notó que Louis, sacaba una llave desde su pantalón para ingresar a uno de los primeros remolques ubicado en el lugar. Era uno mucho más grande, y que estaba en evidentes mejores condiciones.

Louis lo miró unos instantes, al notar sus bellos ojos abiertos con sorpresa; y sólo le dedicó una leve sonrisa, a la cual Harry correspondió.

-adelante- el castaño hizo un gesto para indicarle al menor que ingresara primero.

Harry ingresó, y de inmediato comenzó a mirar con asombró y un dejo de alegría todo a su alrededor.

-¿te gusta lo que ves, bonito?- Louis preguntaba con esa sonrisa ladina mientras se acercaba a Harry.

-Ehh si... está muy linda, ¿cómo la conseguiste?-

En ese instante, el ojiazul se abalanzó contra el menor tomándolo por la cintura, y mordiendo suavemente su labio inferior para después jalarlo delicadamente con sus dientes, al soltarlo, lo miró fijamente a los ojos.

Your Love In My Mirror || Larry Stylinson <3 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora