Capítulo XXVII: Regresar

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París; un año después.

Luego de un año de tratamiento Harry fue dado de alta. Su transplante de células madres fue un éxito, tuvo que someterse a terapías de radiación, pero no fue necesario llegar a realizar quimioterapias. Debería tomar medicamentos de por vida, y debería realizarse chequeos cada tres meses durante el año siguiente.

Salió de la clínica entre aplausos de enfermeras y doctores. Y con la promesa de volver semana a semana a ver a su nuevo amigo; Gustav, quien fuera hasta entonces su compañero de habitación, confidente y soporte emocional.

Su nueva madre espero un tiempo prudente, según ella misma le comentó, para darle la noticia que Niall estaba saliendo con Emma, por lo que probablemente estaba demasiado ocupado para intentar siquiera saber de él; Nancy supuestamente estaba completamente agobiada de trabajo, por lo que la llamaba solo de vez en cuando para pedir algún tipo de información. Y Louis; él nunca más se apareció por el orfanato para saber de su estado.

Eso fue lo que Harry entre lágrimas escuchó. Por mucho tiempo guardó la esperanza, porque estaba completamente seguro de que Louis lo quería tanto como él. Quizás tenía miedo de recibir malas noticias, quizás estaba demasiado ocupado, pero en el fondo creía y deseaba que su bello ojiazul aún esperaba pacientemente por su regreso.

Su bello collar de amatista lo acompañó todo el tiempo, siempre colgando delicadamente bajo su garganta, como la más pura y bella promesa de amor. Cada vez que sintió miedo, cada vez que los dolorosos procedimientos acababan con su fuerza, aquel objeto era la cura y la fuerza para continuar, pues en el estaba el amor de Louis cuidándolo, tal como se lo dijo en su último adiós.

Se dormía pensando en su voz, en su dulce y armoniosa voz susurrando esa bella canción en su oído. Imaginaba que estaba a su lado, abrazándolo, conteniéndolo como siempre hacía. Y cada noche antes de ser vencido por el sueño, besaba aquella hermosa piedra morada y le decía -buenas noches amor, un día menos para estar juntos-.

Pero tristemente el tiempo no se detenía. Las semana fueron meses, y la esperanza se sentía cada vez más amarga.

Comenzó a pensar que Louis nunca le perdonó, simplemente fue a despedirse de él para tranquilizarlo; quizás Nancy se lo pidió, tal vez su mentira había matado su amor, y aquellas últimas palabras solo fueron una actuación que tenía como objetivo ser un calmante.

Quizás era peor, y Louis nunca lo amó como decía. Quizás Mary pudo ver algo que él no; y el castaño no era lo que aparentaba.

Sus últimas semanas en la clínica fueron dedicadas a Gustav, pues a diferencia de él, su leucemia aguda no daba tregua. Eso lo mantenía un poco más distraído de su tristeza.

Aquel chico era hijo de un importante político Francés. Sin embargo, no era hijo de su matrimonio, su madre inglesa solo había sido una de las amantes que el hombre tuvo por largos años; por lo que su existencia era un completo secreto para el conocimiento público. Tristemente vivía su enfermedad en la más profunda soledad: su padre no podía ni quería vincularse con él, a pesar de costear su costoso tratamiento, y su madre estaba demasiado entretenida con su nuevo amante como para siquiera visitarlo.

Harry y él se complementaron de forma casi inmediata, eran dos jóvenes muy dulces, que amaban bromear y recorrer todo el lugar inundando de risas cada habitación que visitaban.

Su despedida fue muy triste, aunque Gustav tenía una genuina alegría por la recuperación de su amigo, sabía que su ausencia sería demasiado difícil de llevar para él.

Harry semanas antes le había planteado a Mary la posibilidad de volver a Inglaterra a penas recibiera su alta; Pero ella se negó rotundamente.

La razón; el rizado debía continuar con exámenes periódicos durante al menos un año, los cuales debían idealmente ser realizados en el mismo centro médico, así que estar viajando constantemente entre ambos países era una opción muy costosa. Aunque evidentemente el dinero no era problema, aquella era una buena excusa frente a los inocentes ojos de su hijo, que jamás deseó ser una carga.

Your Love In My Mirror || Larry Stylinson <3 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora