Capítulo XXVIII: Conmigo Otra Vez

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Compró un boleto para el primer vuelo a Londres. La herencia que su amigo le había dejado, consistía en una gran cantidad de dinero y el elegante piso que tenía en en centro de París.

Acordó con el abogado realizar la venta del inmueble, y a penas se realizara dicho transacción se le haría una transferencia por el monto obtenido. Con aquello podría comprar una casa donde quisiera, y le quedaría suficiente dinero como para emprender un negocio y vivir tranquilo un par de años.

Pero en realidad, no había nada que pudiera importarle menos que el dinero. Ciertamente agradecía en lo más profundo de su ser, el noble gesto que su amigo tuvo consigo, pero lo realmente importante era que él le había entregado el valor para arriesgarse, e ir a buscar lo que tanto amaba.

Sin embargo el miedo era enorme; no podía imaginar como sería presentarse ante Louis; mil ideas pasaban por su cabeza al imaginar su reacción al enterarse de que seguía con vida.

Había transcurrido demasiado tiempo, y en el fondo sabía que continuaba amando al castaño con la misma intensidad de antes, pero nada le aseguraba que él sentiría igual.

Llegó a Londres casi paralizado por la angustia, los nervios y la ansiedad. Estaba lejos de ser aquel pequeño y débil rizado que había dejado Inglaterra, sin embargo se sentía igual de frágil que el día que tuvo que marcharse.

Todo le resultaba tan cercano pero distante a la vez. Subió a un taxi y pidió bajarse en la entrada de Brereton, pues honestamente no tenía una idea clara de cual sería su primer destino.

Se encaminó por entre el bosque, todo se sentía y hasta olía de una manera familiar. Le parecía poder verse a él y al Louis de hace dos años, jugueteando por entre los árboles.

La época de otoño brindaba un hermoso follaje; aquella época era la única que no alcanzó a disfrutar estando junto a Louis. Se conocieron durante un frío invierno, y se separaron a finales de un verano; su historia juntos no alcanzó a cumplir su primer año, cuando la enfermedad de Harry y las mentiras de Mary los separaron. Aún así, aquellos meses eran sin duda los mejores y más importantes de sus cortas vidas.

Decidió que ir primero a Children's Village sería una buena alternativa, considerando que Nancy ya estaba enterada de que aún seguía con vida. En su mente aquello sonaba tan extraño, era difícil asimilar que todas las personas que el amaba llevaban más de dos años creyendo que estaba sepultado en algun cementerio de Francia.

¿Habrían sufrido mucho?, ¿cómo lo habría tomado Louis?... Eran dudas que lo acompañaban en cada paso que daba hasta su antiguo hogar.

El asombro y la tristeza fue total. Harry quedó paralizado cuando vio la fachada del orfanato. Estaba completamente destruido: los dos inviernos que pasaron terminaron de acabar con la techumbre y faltaban incluso algunas ventanas. El césped estaba muy largo, y habían montones de hojas apiladas por doquier. Children's Village ya no existía, evidentemente había dejado de funcionar.

La nostalgia que aquel lugar le hacía sentir hizo que algunas lágrimas escaparan de sus ojos. Sin embargo, junto el valor suficiente y se acercó.

Para su sorpresa la puerta estaba abierta. El frío y un fuerte olor a humedad lo recibió apenas cerró la puerta tras su espalda. Todo lucía abandonado; lejos estaban las risas y gritos de los niños.

-¿hay alguien ahí?- se oyó una voz provenir desde la cocina; probablemente escuchó el golpe de la puerta cerrándose.

-¿Nancy?- Harry preguntó al ver la silueta de una mujer aparecer en el pasillo.

-mi niño... ¿Eres tú?, aquello no fue un sueño, de verdad estás aquí...- los ojos de la mujer brillaron por la emoción y las lágrimas que se agolparon en un instante. Su pequeño niño estaba de vuelta.

Your Love In My Mirror || Larry Stylinson <3 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora