Your Love In My Mirror || Larry Stylinson <3 ||

Capítulo XXII: Mi Lugar Favorito

-repite lo que me acabas de decir- Louis hablaba con seriedad, pero una tenue sonrisa se podía apreciar en sus finos labios.

-Lou, por favor... ya lo escuchaste- Harry miraba el piso totalmente avergonzado.

El mayor lo sostuvo por la cintura aprisionado sus brazos. Su cabeza se unió a la de su pequeño; dejó un suave pero sentido beso antes de hablar.

-no sientas vergüenza; necesito oírlo, bonito, necesito saber que estás seguro de lo que me pides...-

-estoy seguro amor; ya no quiero dejar pasar más tiempo...- el verde esmeralda de los ojos de Harry parecía brillar con mas fuerza en aquel instante.

-¿y por qué tanta prisa ahora pequeño? ... Ayer dijiste que esperarías al matrimonio- Louis fruncia un poco el ceño, pero su voz salía con ese humor sarcástico, tan típico de él.

-no lo sé... Solo lo necesito; ¿tú ya no lo quieres hacer?- el menor se veía algo nostálgico, pero Louis no lograba descifrar el motivo.

-claro que si lo quiero Harry- Louis volvió a besar lentamente los bellos y rojos labios del rizado -créeme que no hay nada que desee más, que tenerte muy cerca de mi-

El ojiverde volvió a unir sus labios con fuerza a los del castaño. Necesitaba más que nunca estar cerca, sentirlo, quererlo; como si en ello estuviera la solución a todo su pesar.

-no creas por favor que quiero hacerme de rogar; para nada... Pero me atrapaste en un mal momento- el mayor se separó de aquel cálido beso, y habló mirando fijamente al rizado.

-¿a que te refieres?- preguntó con notoria duda mientras arrugaba sus finas cejas.

-bueno bonito, no me esperaba que de la noche a la mañana quisieras dar este paso, sin duda pensé que aún faltaba mucho, y bueno... No tengo preservativos, ni ningún tipo de lubricante-

-¿y es necesario?- El ojiverde preguntó dejando al descubierto toda su inocencia, inexperiencia... Y ansias.

Louis dio una pequeña carcajada, intentando no sonar grosero. -Claro que es necesario amor, mi deber como novio es quererte, hacer que te sientas bien, y por supuesto que también cuidarte-

-entiendo- Harry no había dejado en ningún momento de estar totalmente ruborizado, era imposible ocultar lo nervioso que se encontraba en aquella conversación. -¿y podrías ir a comprar ahora?- preguntó sin dejar de mirar sus pies.

-wow, eso sonó como una orden... Realmente estás ansioso- Louis reía con una descarada coquetería, sabiendo y disfrutando la incómoda situación de su pequeño.

-bueno Lou, es que no se vería bien si voy yo, soy menor de edad aún, y debería estar en la escuela-

-oh vaya, lo había olvidado... En realidad creo que debo pensarlo mejor, a todas luces esto es un delito, y no quiero terminar en la cárcel por no poder dominar al pequeño Lou- el castaño continuaba bromeando, necesitaba distender la conversación para que Harry pudiera estar más relajado.

El rizado por fin soltó una pequeña carcajada; como amaba las tontas ironías del ojiazul. Se acercó y le dio un pequeño y fugaz beso.

-Bueno, si no crees que yo valga la pena; sería mejor que no corrieras el riesgo-

-yo me lanzaría de un acantilado sin pensarlo, si alguien me dice que abajo me aguarda un beso tuyo bonito- Louis acarició con delicadeza el rostro del menor, aquellas palabras ya no sonaban como un juego; eran una gran verdad para Louis.

-pero que romántico... - dijo el rizado con ironía, devolviendo alguna de las muchas bromas del mayor.

-así es, me he convertido en un completo mamón para ti, pero lo vale, si consigo que me pidas que te haga mio- Louis alzó las cejas sugestivamente, haciendo que Harry desviara la vista nervioso.