-Relatos breves. Primera parte. "¡Qué dulce, qué terrible!"
Qué dulce tortura la suya. ¡Oh, si supiera las veces que por él suspiro! ¡Oh, si conociera los alientos que exhalo pronunciando sólo su nombre! Qué dulce y qué terrible. ¿Latirá igual de rápido su corazón cuando me divisa con sus ojos ambarinos? Daría hasta lo que no tengo por un minuto de su atención. Ofrecería esa parte de mí que nadie nunca ha visto jamás. Gritaría hasta lo que siento si con eso consiguiera acercarlo un poco más a mí. Qué dulce y qué terrible. Qué cruel y qué exaltado sentimiento es el que me consume desde dentro. Suspiros... ¡Suspiros es lo único que mis labios recrean cuando pasa por el marco de mi puerta! Con lo erudita que suelo ser, con lo decidida que a veces parezco... Y, sin embargo, no consigo configurar una sola oración mientras se pasea por mi habitación. ¡Ay, ay de mí! ¡Sus ojos ya no se posan en la estantería! ¡Ay, ay de mí! ¡Ahora me miran curiosos! ¿Qué buscas en mi ser? ¿Qué me buscas con esas perlas de almíbar tuyas? ¡Dímelo, que no sé nada y temo espantarte con mi ignorancia!
Desea saber mis gustos. ¡Qué dulce! ¡Quiere conocerme! Pero yo sé sus intenciones. ¡Qué terrible! Lo sé todo. Maldito el día en que este corazón fundador me arrebató la libertad. Mira, mira cómo me habla. Mira cómo finge conversar con tono apasionado. Sus labios sonríen al igual que niños con juguetes nuevos por Navidad. ¡Mas qué triste! Los tan preciados ojos ambarinos que yo concienzudamente admiro no hacen igual. ¿Por quién me tomas, amado mío? ¿Por quién me confundes, querido? ¿En qué piensas? ¿Has sido lo suficientemente perspicaz para encadenarme en tu trampa pero no eres capaz de descubrir lo que merodea en mi mente? ¡Y creía que yo era la ignorante!
Y ahora se acerca. Lento como el depredador que acecha, seguro como el animal que ya ha cazado a su presa. ¡Qué dulce y qué terrible! ¡Tocándome el hombro suavemente! ¡Ay, ay de mí! El amor me confunde. No, no es el amor el culpable... ¡Su veneno! ¡Es su habladuría! ¡Es su belleza! ¡Apártate de mí! ¡No me mires con esos ojitos, que no resisto!
¡Qué dulce, qué terrible!
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¡Hola! Sé que no he escrito desde hace muchísimo tiempo, y me disculpo por ello. La verdad es que los estudios me han mantenido muy, pero que muy ocupada. Y lo sigo estando. Sin embargo, me he tomado la pequeña libertad de relatar algo corto pero que, en mi opinión, está lleno de pasión y belleza. Últimamente me ha dado por lo poético y esta es la consecuencia.
Actualmente, solo me permito hacer este tipo de escritos, así que si a alguien le interesa uno con su Diaboy favorito, que lo haga saber en los comentarios e iré actualizando poco a poco conforme el tiempo se compadezca de mí. Muchas gracias y un saludo.
En el pedido debe hacerse la clara mención del signo zodiacal y el vampiro.
