ENTJ x Shu (ISFP)

587 37 1
                                    

-¿Cuándo piensas ponerte a trabajar?- Pregunté, de brazos cruzados.- Siempre tengo que ir haciendo yo todo.

El muchacho se limitó a bostezar y rodar hacia la izquierda en la cama. Me dio la espalda y soltó un leve gruñido para que me largara de allí. 

-Muy bien, así que esas tenemos, ¿no? 

-Déjame.- Ordenó, de mala gana.

-¿Sabes qué? Haz lo que quieras, Sakamaki Shu. Estás cavando tu propia tumba con esa actitud. Espero que no te sorprendas cuando el pueblo se levante en tu contra. Reiji y yo estamos hasta arriba de trabajo mientras tú sigues aquí durmiendo como si no te importara lo más mínimo, pero... ¿Para qué decírtelo? Te da igual, ¿no?- Suspiré, fatigada.- Malditos conformistas...

Me di la vuelta y salí de su dormitorio. Fuera me esperaba su hermano, sereno y apoyado en la pared.

-No hay manera, ¿verdad?

-No.- Contesté, furiosa.- En fin, no es como si esperase que mágicamente cambiara de comportamiento. Vamos, tenemos mucho que hacer todavía. Hay que establecer la reunión con los Fundadores y luego preparar la semana del Carnaval. También tenemos que ir viendo cómo compaginar la fiesta de bienvenida del Clan Lobo  con los preparativos del...

-Oye, tú.- Llamó una voz a nuestras espaldas.

Nos dirigimos hacia autor de la interrupción, confundidos. 

-¿Shu?- Dijo Reiji, ajustándose las gafas, incrédulo.- ¿Por qué has salido de tu habitación?

-Soy el Rey de los Vampiros, tengo obligaciones.

-¿Ah, sí? ¿"Tienes obligaciones"?- Burlé yo.- ¿Y cuándo te has enterado? Vas con años luz de retraso. 

Percibí cómo apretó ligeramente los labios, no muy conforme con mis comentarios.

-Por mucho que me cueste ir en tu contra, MC, no puedo permitir que le hables así al monarca.- Intentó calmar el hermano pequeño, visiblemente disgustado.

-Oh, por favor... Él todavía no es el Rey. Sólo tiene un título mediocre pegado a su frente. Si de verdad lo fuera, no hubiéramos estado ahogándonos todo este tiempo en fuentes y fuentes de trabajo, y lo sabes. Cuando demuestre su valía, lo respetaré como tal. 

Recogí una pila de contratos y papeles de una mesa cercana y avancé hasta el final del pasillo. Al suponer que Shu no me seguía, me giré y le miré de arriba a abajo.

-Bueno, ¿piensas quedarte ahí parado? Tenemos mucho que hacer. Te enseñaré lo básico para que puedas sobrevivir durante un bonito y estresante día en la vida de una amargada secretaria.

El joven de pelo rubio comenzó a andar y fuimos hasta mi despacho. Bueno, en realidad era el suyo, pero como nunca lo usaba, me lo quedé yo. A partir de ahí, empecé a explicarle dónde estaba cada papel, cada utensilio y cada sello. Le hablé de las reuniones que había hecho en su nombre, de las festividades que se avecinaban y de todos aquellos proyectos en los que estaba trabajando en este momento. Creí que iba a ser fácil de digerir, pero Shu parecía estar al borde de la crisis existencial.

-¿Cuánto llevas ocupándote de todo?- Preguntó, confuso.

-Desde que tú decidiste ignorar tus responsabilidades.

Apartó la mirada. Sabía que lo estaba avergonzando. Aun así, ¿qué esperaba que le dijese? Era la verdad. No podía dedicarle un montón de halagos y palabras llenas de cariño y vacío. Debía aceptar y afrontar la realidad: no había hecho nada y las consecuencias recayeron en otros. Le falta asumir las secuelas de sus acciones. Todo tiene un precio, hasta para un monarca.

-Lo siento.- Susurró, finalmente.

-No pidas perdón, Shu. Demuestra tu aprendizaje arreglando el problema que has creado. Vamos, te acompañaré durante el camino. Tanto tu objetivo como el mío es alcanzar el éxito.- Dije, sacando de mi bolsillo un bolígrafo para ponerme a trabajar.

Ante mi respuesta, levantó los labios en una tímida y satisfecha sonrisa. Y, sin haberme dado cuenta, resulta que yo también estaba sonriendo junto a él.

♊DL One-Shots♊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora