"I'm do it for her" - Chris Evans

Capitulo 4

Lunes/

Aquel lugar no hacia más que ponerme nerviosa. Era frio, gris y casi silencioso.
Me removí incómoda en aquel asiento de la sala de espera y crucé mis brazos sobre mi bolso. La espera se estaba haciendo imposible de soportar y Chris lo había notado desde la otra punta del pasillo donde hablaba con su abogado.
Si, había imaginado aquel escenario donde él acudía a un abogado y en el peor de los casos, intentaba alejar a Lizzie de mi. Pero, maldición, nunca creí que el peor escenario podría hacerse realidad. Solo creí, como gran ingenua que soy, que el ADN le bastaría para comenzar a formar parte de la vida de Lizzie.
Pero no, ahora nos encontrábamos en servicios sociales donde una psicóloga evaluaba a mi hija y donde aquel maldito abogado esperaba con ansias que yo solo fuera una busca fama.

—¿Tu mamá te dijo por qué recién ahora contactaron a tu papá?—preguntó la psicóloga mientras Lizzie armaba un rompecabezas.

—Porque no teníamos dinero para buscarlo—respondió la niña mientras buscaba una pieza.

—¿Por qué necesitaban dinero para buscarlo?

—Porque mamá solo sabia su nombre y tuvo que pagarle a un señor para que lo buscara—explicó—. Pero después de un tiempo le pedí que dejara de buscarlo porque mi abuelo estaba mal de salud y ella debía cuidarlo, y pagar sus medicamentos—dijo al mirar a la mujer que anotaba algo en su cuaderno—Yo sé por qué estoy aquí—soltó decidida.

—¿Por qué estás aquí?—preguntó con una media sonrisa por lo lista y perspicaz que era aquella niña.

—Porque creen que mi mamá quiere el dinero de mi papá—respondió con obviedad— y eso no es así. Ella me prometió que lo encontraría y lo hizo. Y si él no quiere creerle, prefiero volver a Londres con ella y olvidarme de él

—Pero sabes que si él es tu papá, él tiene derecho de verte y ser parte de tu vida—explicó la psicóloga con tranquilidad—. Tu mamá no puede negarle eso

—¿Van a alejarme de mi mamá?—preguntó finalmente Lizzie.

—¿Tu mamá te dijo eso?

—Mi mamá solo me dijo que debía decirle la verdad a usted y que todo estaría bien—soltó Lizzie algo molesta ya que aquella mujer no le estaba dando la respuesta que quería.

—Solo queremos saber más de ti y de cómo fueron estos años con tu mamá—dijo la psicóloga con tranquilidad—. No tienes por qué preocuparte. Solo buscamos lo mejor para ti

Unos minutos después, observé cómo Lizzie salía de la habitación donde había estado con la psicóloga y se acercaba a mi con el ceño fruncido.

—¿Ya podemos irnos?—preguntó mientras se ponía su sudadera morada.

—¿Estás bien?—consulté con dulzura al levantar su mentón.

—Quiero ir a la playa, ¿podemos?—dijo cambiando de tema.