"I'm do it for her" - Chris Evans

Capitulo 14

Ir a un shopping o al centro con Lizzie a veces podía volverse algo tedioso y no lo digo porque sea una niña que se porta mal; si no porque puedes estar horas dentro de una librería mientras ella recorre minuciosamente cada estantería. 

Luego de comprar todos los útiles escolares y la mochila de Harry Potter que tanto quería, terminamos en una librería que abarcaba casi la mitad del piso superior de aquel shopping. 

—Lizzie, recuerda que no tenemos todo el día—recordé al ver que comenzaba a subir la escalera del segundo piso de aquel lugar.

—Si, Ma—respondió vagamente al ir a la sección de ciencia ficción. 

—No te hará caso—comentó divertido Chris mientras leía vagamente la portada de un libro.

—Lo sé—suspiré entre risas, metiendo las manos detrás de los bolsillos de mi jean.

—¿Y? ¿Pudieron hacer las paces?—preguntó al dejar el libro en su lugar y observar como Lizzie le pedía a una empleada de la librería si le alcanzaba un libro de la estantería.

—Si, hablamos bastante—comenté algo nerviosa mientras tomaba un libro cualquiera que estaba frente a mi y leía la parte trasera.

—Hablaron bastante, ¿y?—insistió curioso al mirarme, notando que estaba tratando de mantenerme tranquila—. No se pelearon otra vez, ¿no?

—No, no—respondí al negar con la cabeza y dejar el libro nuevamente—. Quiso saber desde cuando sentía cosas por ti y si ella era la única razón por la que no quería intentar algo contigo—expliqué al cerciorarme de que Lizzie siguiera en nuestro campo de visión.

—¿Y qué le dijiste?—preguntó con mas interés, cruzándose de brazos.

—Le dije la verdad—respondí al encogerme de hombros y sonreír algo nerviosa—. Que comencé a sentir cosas por ti desde que te fuiste a Praga y comenzaste a hablar con ambas todos los días

—¿Y sobre lo otro?—preguntó con una media sonrisa al mirarme.

—Le dije que... no estaba segura de si quería ser parte de tu mundo. Donde todos juzgan cada cosa que haces—dije con cierta culpa en mi voz ya que no quería lastimarlo otra vez.

Claramente aquella no era la respuesta que él esperaba y lo pude observar en la manera en que apretó levemente los dientes, haciendo que los músculos de su mandíbula se marcaran. 

—Y ella dijo por qué no lo intentábamos en secreto—agregué por lo bajo ya que una pareja paso por el otro pasillo en dirección a la salida.

—¿Y... qué dijiste?—preguntó con cierta esperanza en su voz al mirarme a los ojos. 

—Le dije que lo pensaría—respondí con una media sonrisa, animándome a mirarlo a los ojos también. 

—¿Lo pensarás demasiado?—quiso saber al reír algo ansioso y observar unos segundos a Lizzie que justo bajaba las escaleras, y se iba a la estantería de los cómics.