Capitulo 5

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El reloj acababa de marcar las siete de la mañana y yo ya estaba en la galería de Lena

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El reloj acababa de marcar las siete de la mañana y yo ya estaba en la galería de Lena. 
Si, la ansiedad que tenia era tan alta que a las cinco de la mañana ya estaba despierta. 
Una y otra vez repasé todo lo que le diría a Chris porque no quería olvidarme de nada. Si de esta charla dependía que él no siguiera con la idea de quitarme a mi hija, iba a contarle hasta el mínimo detalle. 

Al entrar a la galería me dirigí a la parte trasera, donde Lena tenia una pequeña cocina para el personal, y preparé algo de café. Mientras esperaba a que este se haga, abrí las puertas de vidrio que daban a un pequeño pulmón verde y privado que tenia el lugar. 
Respiré hondo, cerré los ojos un momento e intenté relajarme. El dolor en mi cuello y hombros me estaba matando pero no podía hacer nada al respecto. Mi tensión estaba en su punto máximo y lo único que deseaba es que no me hiciera explotar, y así perder el poco control que me quedaba. 

Un pequeño zumbido en mi bolsillo trasero me avisó que un nuevo mensaje había llegado, por lo que entré nuevamente y leí que era de Chris. 
Sin responder me dirigí a la parte de adelante y lo vi esperando a la entrada. 

—Hola, pasa—dije cuando abrí la puerta.

—Hola—dijo al entrar— ¿dijiste que es de tu amiga?—preguntó al ver la galería.

—Si, Lena—comenté al cerrar la puerta con llave— la abrió hace un año

—Es increíble

Mientras Chris observaba el lugar, me tomé un momento para mirarlo con detenimiento. 
A excepción de la barba de unos días, y el cabello casi rapado, no había cambiado demasiado. No iba a negar que estaba más atractivo que antes, quizás porque ahora estaba más musculoso, pero había algo en él que sentía que no había cambiado. 

—Ven, podemos hablar aquí—dije unos segundos después, dirigiéndome al pulmón verde de atrás— ¿quieres café?—ofrecí.

—Si, gracias—respondió mientras se quitaba la campera, y la colgaba sobre el respaldo de una silla. 

Luego de servir el café y sentarnos alrededor de la mesa redonda que había en pequeño jardín secreto, el silencio incómodo comenzó a hacer acto de su presencia.

—¿Por dónde quieres que empiece?—dije rompiendo el silencio.

—Por el principio—propuso Chris, apoyando los antebrazos en la mesa al igual que yo y con la taza entre sus manos— desde que supiste que estabas embarazada

—Está bien... desde el principio—acepté, intentando acomodar todo en mi cabeza—. Cuando me enteré, contacté a la persona que había organizado la fiesta donde nos conocimos pero no pudo darme ni siquiera tu apellido o el de tus amigos. Al parecer aquello se le había salido de las manos y ni sabia quienes habían ido a su propia fiesta—comenté haciendo una mueca de disgusto ya que aquel idiota no me había sido de ayuda—. Inútilmente te busqué en las redes pero como no sabía tu apellido, no podía hacer demasiado. Luego los meses pasaron y poco a poco fui resignándome a pensar que haría todo sola, aun cuando sabia que mi papá y Lena me acompañarían—expliqué al girar la taza entre mis manos—. Después Lizzie nació y cuando empecé a acostumbrarme a mi nuevo ritmo de vida entre el trabajo y ser mamá... mi papá enfermó

"I'm do it for her" - Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora