𝓂𝓎 𝓁𝒾𝓉𝓉𝓁ℯ 𝓈𝓊𝓃

2.2K 168 119
                                    

𝖈𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖗𝖊𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖙𝖗𝖊𝖘
capítulo dedicado a:

LilWolf-Na

Se lo dedico, por todas las noches que me quede hablando con ella cuando más lo necesitaba y la forma en la q conectamos (es por nuestros signos 🥵) y quizás el capítulo no le haga justicia a todo lo q he vivido y espero vivir contigo bb, pero aún así gracias por estar en mi vida, ya vendrán mas capítulos o momentos q te dedicare ah
También agradecer la motivación q me diste para publicar la novela e incitarme a mejorar, gracias x todo

Te quiero mucho, muack

Tyler observó sus manos dañadas, sin querer entrar al edificio frente a él, le habían dicho que era una comisaría, pero que no cumplía con las normas moralmente correctas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tyler observó sus manos dañadas, sin querer entrar al edificio frente a él, le habían dicho que era una comisaría, pero que no cumplía con las normas moralmente correctas. Los supuestos oficiales podían golpear a los prisioneros sin pensárselo dos veces, y no porque estos hubiesen hecho algo malo, si le desagradabas a uno, aquel lugar podría volverse un perfecto infierno.

Y, queriendo o no, aquel comentario hizo que todo su cuerpo se estremeciese de desconfianza y temor. Su instinto poco desarrollado le decía que entrar por las puertas de hierro significaría su perdición.

El sol frio de la tarde no le dejaba procesar una buena respuesta a la pregunta que en su mente se formuló, además, como si fuese broma, el aspecto del edificio no ayudaba. Una estructura aparentemente normal, teñida de colores aburridos, cuatro pisos con distintas ventanas con barrotes delgados y sin sobresalirse demasiado, con las puertas sucias de hierro que le hicieron considerar sus opciones y dar un paso atrás.

Se alejó del lugar dispuesto a dar una vuelta corta, se sentía un completo tonto.

Había sido muy impulsivo ir detrás del Shelby como si fuese un perro de caza, ahora lo entendía mucho mejor, más con el cansancio que cargaba sobre los hombros desde ayer, con la planta de los pies doliendo por caminar por casi todo Londres en dos días. La mente del chico genero pensamientos un tanto irrelevantes por la situación que vivía, considerando la opción de que quizás primero debió de haber llamado a Small Heath, decirle a alguno del Garrinson que Arthur estaba entre rejas y no podría salir, por lo que necesitaría ayuda de más gente.

¿Cómo no se le ocurrió? Era la opción más viable, y no estaría como tonto dando vueltas y vueltas sin encontrar algo que lo motivase a seguir.

-soy un imbécil- se dijo viendo los edificios de tres pisos, ventanas abiertas, ladrillos sucios y niños descalzos jugando a risa suelta.

Podría rescatar que conocido distintos tipos de gente según el barrio al que iba, por ejemplo, en aquel lado de la ciudad que parecía ser pobre, o al menos más descuidado que Camden y lugares cercanos al centro, había gente sencilla y desagradable, combinación curiosa para Castle, puesto que al preguntar donde estaba la comisaria, le trataron desagradablemente hasta que confesó no saber leer, siendo irónico para un hijo de una maestra.

𝔓𝔩𝔢𝔞𝔰𝔞𝔫𝔱 ℌ𝔢𝔩𝔩 [Thomas Shelby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora