número siete

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Cuando Jungkook escucho aquella pregunta proveniente del chico, se tenso, y bastante. Su corazón golpeó con fuerza contra su pecho, desvió la mirada rascando en su nuca.

Suspiró inflando sus mejillas. De verdad que le encantaba su privacidad, y no deseaba meter a otra persona en una parte que era privada.

Las mejillas del Alfa se colorearon en un fuerte rojo cuando los brazos del Omega envolvieron delicadamente el suyo.
Quedándose congelado.

-Oye, -susurró TaeHyung intentando llamar su atención. -No me quiero quedar solo de nuevo. M-me da mucho miedo...

Jeon mordió su labio con fuerza, sin saber que responder. Pues no lo quería en su habitación, no después de que lo mando al demonio un montón de veces.

-Juro no volver a molestarte, -prometió con un diminuto puchero en un intento de convencerlo. -Y prometo no volver a insultarte, -agregó.

Y finalmente, Jungkook soltó todo el aire que estuvo conteniendo, relajando su cuerpo. Le miro de reojo notando los ojos miel del Omega observarlo esperando por una respuesta ansiosamente.

-Claro. No hay ningún problema. - exhaló, soltando una risita nasal cuando en el rostro del otro apareció una gran sonrisa. -Entonces, vamos.

TaeHyung asintió mordiéndose el labio inferior para contener una enorme sonrisa. Pues aquella noche no estaría tan solo, no sentiría mucho miedo por dormir en una oscura habitación. Algo que le hizo sentir a su corazón un poco más tranquilo.

Mientras abrazaba el brazo del Alfa quien caminaba por los pasillos para dirigirse a su habitación, TaeHyung comenzó a curiosear por todas partes, observando los cuadros con rostros irreconocibles. Las obras de arte, que consistía en lagos con lirios, y entre muchas otras.

La habitación del azabache estaba en la parte más alta del lugar, y tuvieron que subir tantos escalones repletos de polvo. Dándose cuenta de sus habitaciones estaban bastante retiradas.

Unas campanadas resonaron por el palacio dejando confundido a el de piel canela, -¿Por qué suenan esas cosas?- cuestionó curioso.

-Ah, pues indican cuando debes regresar a tu habitación por qué las luces se irán.

TaeHyung asintió soltando un inaudible "oh".

El Omega soltó el brazo del hombre cuando este se acercó a la única puerta frente a ellos, empujándola dejando a la vista todo lo que había dentro.
-Adelante.

Me quedaré contigo ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora