Nervios

366 52 7
                                    

La musiquita no es necesaria, si querí la escuchai no má.
Lo iba a subir mañana peeero, ¡Me di cuenta que tiene una wea que es importante! Esa wea de las k. Ni idea, pero son importantes ¿?

Ahora ya:

-¡Tanto que se demoraron!

El Jaime venía rojo como jaiva, y del Nico se reía a más no poder.

-Estaba cerrao.

-Ah -sonrió la profe. Ya no notaba tanto esa tensión que había entre los dos, al parecer su plan estaba dando buenos resultados-. Vayan atrás y ayudan a hacer hoyos, vamos a plantar los arboles que nos dio hoy día la directora.

Ambos asistieron, dejando los rastrillos y llevando las tres palas.

•●•

El Edgar se quedó solo. El Nico no estaba y no sabía donde chucha podría estar. Cabro culiaaao.

Miró pa' la entrada principal y lo vio. Estaba el Nico con... ¡¿el otro weon?! ¿Jaime era?

SALFATE TENÍA RAZÓN

Se decidió a ir hasta ellos y ver en qué podía ayudar, no sé, el Edgarito es súper buena voluntad.

Pero ahora algo lo detuvo. No, no fue ni la rama del arbol que le pegó en plena paipa, ni tampoco el perro que vio haciendo caca. Era el tipo, ese chico.

Solo, igual que él.

AHHHH, ¿Me acerco o no me acerco?  ¡Cómo podía acercarse de la nada a una persona que ni siquiera le había dicho hola!

Pero quería, y lo peor, no sabía cómo.

-Oye, ¿Hai visto a la profe del vivero?

Hasta que se acercó. De adónde saqué esa wea. Un inicio era un inicio.

El cabro lo miró de abajo que una cara que más que temor no representaba. Con un hilo de voz habló;

-No la he visto -apenas respondió miró donde antes estaba atento. Estaba mirando al Jaime- Oye...

-Perdón -soltó de la nada haciendo  puños con sus manos. ESTE CULIAO ME VA A PEGAR.

-¿Qué te pa-

-¡En serio que no vi que estaban en la cancha y... y por mi culpa chocaste conmigo y te... te caíste po!

Con la mirada perpleja miró al mastodonte que le estaba hablando -casi gritando- con los ojos cerrados con fuerza, y por un segundo se sintió estúpido por haberle temido.

-Tú... -su risa explotó y resonó en los tímpanos de Edgar. Una risa que jamás había escuchado, y que ahora no quería dejar de escuchar. Abrió sus ojos y el rostro del tipo le...-, no tení la culpa, yo fui el tonto que no miró, y el Jaime se puso weon.

Dijo acompañado de una sonrisa.

El Edgar no dejó de mirarlo ni siquiera en un solo segundo, y se detestó por haber cerrado por tanto tiempo sus ojos.

-Ahhh -pero lo que no le gustaba era este reciente nerviosismo-, ¿Cómo te llamai?

-Ma... Dime Yelo no má'

-Ahajabskaks ya, Yelo.

AY MIS OJOS
No sé, como lo estaba escribiendo con el Ost de Haikyuu le dio el toquesito.
Ojalá les haya gustado y eso pu

Chao
Tengo una muela rota y duele como (╯°益°)╯彡┻━

AcéptameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora