¿Qué ha pasado?
De verdad: ¿Qué ha pasado?
Recuerdo estar en mi casa, tirado en el suelo después de una noche de borrachera, y ahora estoy aquí, sentado en la mesa de una cafetería esperando a que la chica que me dio trabajo hace mes y medio me explique el comportamiento de mi jefe.
Siento como si no hubiese pasado nada en ese lapso de tiempo, como si fuese ayer mismo cuando me lamentaba de mi propia existencia, tirado en el suelo de mi casa y esto me hubiese pillado totalmente por sorpresa.
Pero sé que no es así.
Soy demasiado consciente de lo que ha pasado y puede que mi cerebro no lo termine de asimilar. Puede que sea porque en realidad no quiero aceptar lo que ha pasado y por eso me refugio en un recuerdo lejano. O puede que simplemente haya perdido todo la cordura que me quedaba por culpa del hombre del pelo rojo y las gafas de sol de pera.
Quién sabe.
Hayley llega con dos tazas, una en cada mano. Las deja en la mesa y creo que le he dicho gracias, pero no lo podría confirmar en el estado en el que ahora me encuentro.
Es como si todos mis sentidos se hubiesen entumecido y apenas sienta la suficiente consciencia como para percatarme de lo que ocurre a mi alrededor. Es como si estuviese soñando despierto.
¿Es un sueño?
Para nada.
Más quisiera yo que todo haya sido un sueño. Más quisiera yo volver a mi rutina de niñera de Gerard. Volver a los almuerzos con los chicos, apretados en la misma mesa de la cafetería. Más quisiera yo despertarme de nuevo por las mañanas y levantarme con el pensamiento de que hay alguien que me necesita y por el que estoy dispuesto a todo.
Pero sé que no volverá a ser así.
En algún momento mi mano se acerca al plato en el que descansa la taza y coge el sobre de azúcar para luego echar el contenido dentro de la bebida. ¿De verdad que no estoy soñando?
Todo parece demasiado real, y es que la situación duele demasiado como para que sea un sueño. Pero, ¿y si es una pesadilla?
Eso ya es más plausible.
Puede que lo sea. Puede que ahora mismo esté en mi cama empapado por el sudor que me producen este tipo de sueños. Puede que realmente pueda volver a la vida que me gustaba. Aunque también puede que no sea así y los delirios que todo este dolor de cabeza me producen estén tapando la realidad.
Ninguno de los dos ha abierto la boca en todo este tiempo. A veces veo su imagen nítida, a veces simplemente me pierdo mirando a la nada y vuelta a empezar.
Oigo el ruido de las cucharillas golpear los lados internos de las tazas mientras dan vueltas dentro de ellas. ¿También es cosa mía? Puede. Pero no estoy muy pendiente de lo que hago. Estoy demasiado ocupado debatiendo internamente si decido creerme todo lo que ha pasado o creerme la bola que intenta colarme mi subconsciente en la que, supuestamente, esto es solo una pesadilla de la que no puedo salir.
Pero las pesadillas también se pueden vivir en la realidad, ¿no?
O será que mi vida es una pesadilla constante.
Quién sabe.
Intento salir de mi estado de somnolencia y la miro directamente a los ojos.
La realidad vuelve a mí en cuanto ella me devuelve la mirada y su expresión se torna triste.
Le da un sorbo a su café y tarda un rato largo en tragárselo. Creo que esta situación le gusta menos que a mí. Y puedo asegurar que esto es lo último que esperaba que me sucediese.
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The only hope for me is you
FanfictionDejando a un lado sus sueños, Frank decide dejar la música para así poder ganarse la vida. Cientos de currículums repartidos, entrevistas fallidas y pocas esperanzas de futuro desembocan en el mejor trabajo que pudo haber pensado, pero ¿en qué circu...