HURRICANE [+21]

•23°

—Hola, me gustaría que comentaran, compartieran y votaran.
Me ayudaría mucho y me motivaría a seguir subiendo nuevo capítulo <3

Y nada, espero disfruten el capitulo.

—⚠+18 ⚠
Me vale verga si son menores de edad, de todos modos no me van a hacer caso, yo solo aviso, lo demás está en ustedes.

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「Farewell Kiss. 」

—Eres una hija de tu madre —murmuró Rain.

"¿Cuál madre?" Pensó Alex, apretando la mandíbula, acto que Rain no notó.

—De verdad pensé que tenías una hija.

La pecosa hizo una mueca.

—Lo primero que voy a hacer si me entero de que estoy embarazada, es abortarlo.

Luego de que Alex le hubiera contado sobre esa supuesta bendición y de que ella haya disfrutado la graciosa expresión de su amigo, terminó por contarle que en realidad esa bendición, no era su hija. Era su hermana pequeña.

—¿Desde cuando? —habló el peligris admirando el gran portón que se hallaba frente ellos, bañado de plata, el polvo reposaba entre las rejas, resaltando lo degastado y viejo de él.

—Desde que me fui —Rain lo miró con una expresión municiosa—. Resulta que mi mamá comenzó a salir con un profesor del cual quedó embarazada. Desde que la niña nació, decidió que le pondría esfuerzo a nuestra relación familiar.

—Guau, eso es bueno —el ojiazul le dedicó una sonrisa de emoción, más su amiga se mantuvo con la cabeza baja y su rostro denotaba ¿tristeza?—. Alex...

—Mi mamá murió.

Al no oír respuesta alguna, Alex giró la cabeza hacia su amigo, y se encontró con que se hallaba con la cara perpleja y su nariz arrugada en una mueca que le dio risa.

—¿De qué te reís, pendeja? —habló Rain mirando a Alex sin quitar la mueca en su rostro, cosa que hizo reír más a la pelirroja—. No, no te rías, se supone que es un momento para hacer la lloración.

Sin embargo, eso hizo que la pecosa riera aún más.

"Ayuda que se me sale el pulmón por el ano."

—Sos como un grano en el culo, mija —protestó poniendo los ojos en blanco de manera divertida.

—Un calzón pegado en el culo, querrás decir —reprimió una risa.

—Pero serás —el sonido de su celular sonando le cortó la palabra. Se giró hacia Alex, señalándola con el índice—. Esto no se va a quedar acá.

Alex le sacó la lengua y Rain le mostró el dedo corazón con una sonrisa sarcástica en su rostro, poniendo el altavoz en la llamada.

—¿Sí, abuela?

—Cuchame caraculo...

"Ay no..."

—¿Qué pasó? —Rain resopló y Alex se tapó la nariz, como si eso fuera a evitar que se le escapara una risa, cuando, técnicamente, la risa sale por la boca, no la nariz.

—¿Te falta mucho para venir?

—No, en un rato llego —le aseguró, y dirigió su mirada al portón al escuchar el llanto de un niño; los niños iban saliendo en fila.