El Abecedario de Zöe

Dusty vino a París!

Abrí los ojos y los rayos de sol se asomaban por la ventana, me volví para ver al extraño y gran Dios del sexo con quien dormí, pero no había nadie, me sentí decepcionada como es que se pudo haber ido sin tan ni siquiera decirme su estúpido nombre, me levanté estirando todo mi cuerpo adolorido del increíble sexo , había una máscara, su máscara, me sentí enojada, así que la agarré y la tiré fuera de mi vista, decidí tomar una ducha y los recuerdos me golpearon, había soñado con Dusty, de todas las personas en el mundo tuve que soñarme con el peor idiota, enrollé una toalla alrededor de mi cuerpo y salí para vestirme, quería pasear por Paris, pero tenía trabajo y eso me ponía aún más furiosa, mi teléfono vibró y cuando vi en la pantalla el nombre Dusty empecé a sentir nauseas.

SE QUE HAYA APENAS ES DE MAÑANA ASÍ QUE BUENOS DÍAS PRINCESA. :)

Decidí no contestarle, ya que mi humor estaba por los suelos, llamaron a la puerta y me apresuré abrirla, Cam me saludó.

-Buenos días Zöe estás lista, hoy es un almuerzo importante, tenemos cinco horas para organizarnos y prepararnos, te ves como el demonio trata de arreglarte.- Todo lo dijo concentrado en su portátil 

-Buenos días jefe de mierda, en seguida nos organizamos.- fui por mi portátil y sentí la mirada de Cam clavada en mi espalda.

-Mala noche ? o Mal sexo? - me miraba con los ojos entrecerrados.

-Sólo la mala noche, no se quien era Cam.- hice un mohín y me acerqué a mi tarado jefe.

-Lo que sea Zôe, trata de mantenerte con la guardia baja.- volvió a su trabajo.

Cinco horas después me encontraba con un montón de ejecutivos y vestido de día color verde, mi cabello caía en ondas y sonreía sin ganas, Quien diablos era él ?, mi teléfono volvió a vibrar y era Dusty de nuevo.

TE VES TRISTE :(

Leí el mensaje sorprendida y volví a ver a mi alrededor en busca de Dusty, pero no se veía por ningún lado, agarré una copa de vino y seguí circulando y sonriendole a gente que no conocía, mi teléfono volvió a sonar.

TE VES MALDITAMENTE ARDIENTE EN ESE VESTIDO.

Juré por lo bajo y seguí buscando a Dusty, pero no topé con suerte, me sentía ahogada, como es posible que se encontrara aquí y no lo viera.

-Señorita Sanders, que gusto de verla.- era John, el mejor cliente de Cam.

-Hola John el gusto es mío, espero que esté disfrutando del evento.- le sonreí 

-En absoluto, ustedes siempre hacen los mejores.- me devolvió la sonrisa y se retiró.

El estúpido teléfono vovió a vibrar.

SÉ QUE MUERES POR VER UNA CARA AGRADABLE Y OBVIAMENTE ARDIENTE.

Sonreí y cuando me di la vuelta ahí estaba esa cara agradable y acepto que ardiente, Dusty andaba vestido de manera formal y se veía realmente guapo y de su edad.

-QUE DEMONIOS HACES AQUÍ.- mi voz se alzó una octava 

-Pues no lo sé, yo sólo quería verte, así que decidí viajar hasta aquí.- se encogió de hombros.

Levanté una ceja. - Todo por mí .- señalé mi pecho

-No tanto por tí, también quiero conocer París, aparte deberías agradecerme, ya que estás aburrida y triste.- ladeo la cabeza.

Sentí mi sangre hervir por lo de anoche .- Bueno sí, deberías dejar de seguirme y gracias por venir es bueno poder compartir con un amigo.- suspiré. Y Dusty saltó.

-Es inevitable estar lejos de ti princesa, por cierto dijiste amigos? .- mostró todos su perfectos dientes en una sonrisa.

Lo fulminé con la mirada .- Sí lo somos y compórtate como un adulto.- enganché mi brazo con el suyo.

Tenía una sonrisa de triunfo, por dentro acepto que él hizo el gesto más lindo del mundo, venir a París sólo por mí fue algo hermoso, reprimí mi sonrisa de satisfacción, al menos no tendría que pensar en mi noche anterior.