13. La habitación de Pánico

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Capitulo un tanto... bue... No se.
El punto. Hay pista.
Era necesario colocarlo.
:D

Zack

Toda la noche iba a llover, cayó granizo e hizo un frío que se te calaba hasta en los huesos, en la casa aún no había calefacción, mi madre se despreocupo y por eso ahora nos estamos congelando todos en la sala, dijo que el calor corporal ayudaría y si estábamos todos juntos era mejor, pero se que esa fue su excusa, cuando llovía tan fuerte o había tormenta, cada vez que pasaba un desastre natural o se avecinaba uno a kilómetros ella estaba jodidamente paranoica, decía que lo mejor era estar juntos.

Mi madre están en el sillón grande junto a Daniel y André, Nate y yo en un sillón individual cada uno.

—  Como estarán las vecinas — empezó Nate — necesitaran calor corporal.

—  ¿Se lo vas a dar tu? — Preguntó André con una ceja arriba.

—  solo podré con dos, seguro Agnes y Penny, pero no os preocupéis, prometo compartir — respondió Nate

—  Nathaniel — reprochó mamá.

—  Fernanda — respondió el con burla.

—  No empieces — advirtió.

—  ¿Con que? — preguntó fingiendo no saber - Solo es calor corporal, es lo mismo que estamos haciendo nosotros ¿Verdad?

El ceño de mi madre se afino y parecía que quería decir algo a Nate pero se lo guardo.

—  Y si las llamamos para que tengan "calor corporal" — dijo Daniel mientras levantaba y volvía a bajar sus cejas.

—  No — solté sin pensar.

—  ¿Por qué no? — Repuso Nate con seriedad.

—  Porque no — dije tranquilo.

—  No es necesario el "calor corporal" — empezó André — pero si algo pasa estarían más seguras aquí.

—  Si — dijo mi madre — es mejor que estén seguras.

—  ¿ Por que ellas de entre todos? — dijo Daniel — podríamos resguardar a varias familia.

—  Podríamos, pero el cuarto de pánico solo deja diez personas máximo — contradijo mi madre.

—  ¿Quién más entonces? — pregunté.

—  Llama a los vecinos del otro lado, El señor Nicolás, su esposa y su hijo, no se podrán más.

—  Yo a las vecinas — propuso energético Nate.

Se levantó de un salto del sillón y camino al teléfono, estaba muy lejos para poder escuchar, pero algo me decía que hablaba con Agnes.

—No quieren venir — grito a lo lejos.

— Pues diles que Vengan, Insiste Nate — repuso mi madre

— Que están con la gemela de Pennywhise ¿ Puede venir también?

— Si

— ¿Cuántos años tienes Nathaniel?— Recalqué su nombre.

— Más que tú — grito para volver al teléfono.

Luego llamo a los vecinos del otro lado, el señor Nicolás, su esposa e hijo. Con ellos no hubo problema aceptaron a la primera.

Mama se levantó de su puesto entre Daniel y André y camino hacia el pasillo, al final estaba el cuadro de pánico sus paredes al igual que la parte de arriba y el suelo eran de metal de más de diez centímetros de anchas.

SOLO ME VIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora