por mi error

CAP. 6 mi luna, mi sol

Narrador omnisciente

Al día siguiente Sasuke asistió a sus clases apesar de que todavía tenía heridas, pero no podía faltar o tendría de nueva cuenta otro castigo, lo que no quería por eso trataba de cumplir el reglamento al pie de la letra, pero solo podía pensar en como sacar a los demás de ese infierno, literalmente, no podía permitir que se quedarán por mucho tiempo, pero pareciera que la suerte no estaba de su lado.

Charasuke no quería seguir las reglas por qué nunca le importaron, pero eso cambiaría, en esos momentos.

Charasuke— por qué es necesario vestirme de negro y asistir a esa cosa llamada misa no quiero ir y no me obligarán a ir.

Hermana— traigan al señorito Sasuke Uchiha de inmediato.

Sasuke fue llevado hasta donde se encontraba la hermana.

Hermana— señorito Uchiha, le dijo a este jovencito que tiene que ir obligatoriamente a misa?

Sasuke que no quería que Charasuke sufriera mucho decidió tomar una decisión.

Sasuke— si se lo dije hermana, pero olvide decirle que era obligatorio llevar el uniforme de los domingos que es el negro.

Hermana— muy bien, llevenlos a castigar, al señorito Charasuke Uchiha le dan 50 azotes con el látigo más fino para que no vuelva a desobedecer, y al señorito Sasuke Uchiha lo azotan hasta que no pueda gritar ni llorar con el látigo de siempre.

Hermanas— si hermana.

Sasuke y Charasuke fueron llevados a una habitación que estaba descuidada bastante amplia donde tenían todo tipo de herramientas de tortura y las más conocidas por la santa inquisición que más miedo le daban a Sasuke, Charasuke por su parte permaneció en silencio.

Los despojaron a ambos de sus uniformes dejándolos desnudos, los llevaron a un área que parecía los establos donde ponían a los caballos pero estos tenían el muro completo, solo las puertas eran parecidas, a Sasuke lo metieron en una de ellas y a Charasuke en otra, cada hermana fue con cada uno, cuando dijeron que lo azotaran con el látigo más fino que había Charasuke se imagino a un látigo muy lujoso, pero cuando se dio cuenta de lo que se refería no era un latigo de oro con diamantes, sino un latigo muy delgado que parecía romperse, ese látigo tenia solo algunos milímetros de ancho, entonces empezaron a azotarlo, Charasuke sentía que se le partía la piel con cada golpe que recibía pronto empezó a gritar tanto que no escuchaba los gritos de Sasuke, al llegar a los 50 azotes las hermanas salieron dejándolo solo, empezó a llorar su padre nunca le dio unos golpes tan fuertes como se lo dieron las hermanas, poco a poco dejo de llorar.

Despues de tranquilizarse, decidió ver a su hermano, pensaba que por qué su hermano nunca fue golpeado por su padre de seguro estaría llorando, salió de dónde estaba para dirigirse a dónde estaba Sasuke, pero antes de llegar vio salir a una de las hermanas, supuso que tal vez fue la que golpeó a su hermano, pero su atención se dirigió en la mano izquierda donde descansaba un latigo más grueso que el que lo había golpeado, eso no fue lo que le heló la sangre sino fue el hecho de que el latigo estaba enredado con alambre de púas metálicas las cuales escurrían sangre fresca, la hermana se retiró del lugar tranquilamente, Charasuke se apresuró a entrar donde debería estar Sasuke, pero lo que vio hizo que se detuviera, en su cara estaba plasmada el miedo, sus manos temblaban junto con sus piernas, sus ojos estaban llorosos por la terrible imagen que tenía al frente, su respiración se cortó y le costaba mantenerse firmé.

Delante de sus ojos estaba Sasuke lleno de heridas, su piel lechosa ahora era teñida de color carmín, se encontraba en el suelo del lugar, sus hermosos ojos negros estaban opacos, sin vida y de estos se encontraban rastros de lágrimas, su boca ligeramente abierta, Charasuke se acercó y vio que apenas y estaba consiente, o eso creía.
Llegó Shizune y le arrebato a Sasuke de sus brazos para después revisarlo, su pulso estaba demasiado bajo y había perdido demasiada sangre, Shizune lo cargo como pudo hasta la enfermería, Charasuke solo iba atrás de ella, al llegar ella le limpió la heridas, y las curó, le puso un suero y Sasuke estuvo inconciente por varias horas.