Capítulo 15

79 13 5
                                    

Narra Nerea, viernes por la tarde, antes de la fiesta.

No sé por qué Marta se empeña en que me arregle tanto. Vale, iré con Pablo. Vale, es mi cumpleaños.

Pero ya está, supongo que Pablo tendrá algo preparado pero… ¿no iré demasiado arreglada?

De todas formas la verdad es que el conjunto que he comprado me encanta.

Además, por mucho que le he insistido a Marta, me ha dicho que me lo ponga. Así que… eso haré.

He quedado con Pablo a las 19:00, y ya son las seis… Así que, ¡manos a la obra!

Saco el conjunto de mi armario y me doy una ducha. Me seco el pelo y me lo estiro.

Siempre igual. Ojalá tuviera el pelo liso. En serio, me ahorraría mucha pero que mucha electricidad.

Luego me lavo los dientes y la cara, me pongo las medias y el vestido.

Después, me hago la raya, me echo un poco de brillo en los labios y me pongo el collar.

Meto las cosas en el bolso: las llaves, el dinero y el móvil. Tampoco cabe mucho más.

Decido no ponerme todavía los tacones; sino, no tardaré en morirme del dolor en mis pobres pies.

Miro la hora. Las seis y media. Vaya, he ido más rápido de lo que pensaba.

Me pongo a leer.

Vale. Lo he intentado. No me concentro. ¡Estoy nerviosa!

¿Por qué estoy nerviosa? No lo entiendo.

Pero es que esto me huele raro.

Son ya las siete menos cinco, así que me pongo los tacones y cojo el bolso.

Iba a despedirme de mi madre y esperar a Pablo abajo, pero de pronto oigo el timbre y también cómo mi madre abre, pero no oigo quién es.

Llama a mi habitación y…

-Cariño, hay un chico en el salón esperándote –dice mi madre con una sonrisa.

-Un… ¿chico? –pregunto.

No habrá sido capaz. No habrá sido capaz.

Por favor, que no haya sido capaz.

Pero conforme me acerco al salón, que ha sido capaz.

Simplemente amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora