Llegamos a la mitad!!! Espero que os guste.
-----------------------------------------------------
Lunes. 07:30, en casa de Pablo.
Oye la alarma y, sin más preámbulos, se levanta.
No es que le guste madrugar, pero simplemente sabe que es lo que toca.
“Seguro que Nerea, con lo perezosa que es, sigue durmiendo…”, piensa.
Así que decide llamarla. Así quizás, no llegue tarde.
Al quinto piiiiiiiiiii contesta Nerea, con voz adormilada.
Pablo sonríe.
-¿Hola? –dice Nerea.
-Buenos días. Supongo que te he despertado…
-¡Sabes que sí!
-Bueno, bueno. Es que siempre llegas tarde, así que pensé que a lo mejor te venía bien que te despertase…
-Por un lado, te quiero por preocuparte –hace una pausa, riendo. Por otro te odio… ¡¡¡¡lunes!!!! ¡Gracias por recordármelo!
-Vamos, dormilona. ¡Levanta!
-¡Vale, vale! ¿Vamos juntos a clase? Se vendría Marta.
-Claro. A las ocho te pito.
-Vale. Se lo diré a Marta.
-Vale.
-Adiós.
-Nerea…
-¿Sí?
-Te quiero.
Nerea sonríe al otro lado de la línea.
-Yo también, Pablo. Yo también te quiero.
Y cortan la llamada.
En casa de Marta.
Acaba de despertarse, y está hablando con Nerea.
Sale de la cama y se dice a sí misma, como todas las mañanas “vamos, tú puedes”.
Y es que a Marta, cada vez más, se le hace muy cuesta arriba no creer en el amor, como ella dice.
Se ha divertido y ha disfrutado, ha reído y ha compartido momentos bonitos con chicos, pero sabe que sólo ha querido a uno.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente amor
RomansaNerea nunca había sentido esto por un chico. Pablo nunca había sentido lo que sentía por esta chica. Marta tiene el corazón roto y no cree en el amor. Raúl está desesperado porque Marta vuelva a creer en el amor... con él. Cuatro historias, cuatro d...