Sansa la veía igual a cuándo estaba en Desembarco del Rey, es cómo si el tiempo la hubiera transportado.
Se separaron lentamente, sus miradas eran intensas cómo el viento del Norte, tal vez incluso más.
_ ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué hacías allí? _ preguntó Sansa saliendo de su trance, volviendo a ser fría cómo estaba acostumbrada a ser hace varios años.
_ Yo _ se detuvo avergonzada por la tontería de amor que había hecho.
_ Sé sincera por favor, ¿Qué estabas haciendo fuera de los muros? _ volvió a preguntar con su mirada fija en ella, haciendo que se ponga nerviosa.
_ Quería verte _ confesó evitando su mirada, dejando a Sansa boquiabierta, evitó ruborizarse de nuevo, pero le fue imposible. _ ¿Por qué? _ volvió a preguntar algo nerviosa mientras su frialdad se desvanecía cada que veía a Margaery.
Antes de que ocurriera cualquier cosa la caravana se detuvo, lista para abordar a ambas a la fortaleza de Invernalia, antes de eso cubrió a Margaery con su abrigo de nuevo, y llamó a su dama; Cerys.
_ ¿Si Lady Sansa? _ preguntó nerviosa por la situación.
_ Llevala al cuarto de invitados ... sí te preguntan diles que es una mendiga _ le ordenó, mientras ambas se acercaban a la fortaleza de Invernalia ya en la oscura noche, escoltadas por soldados que desconocían la situación.
_ Sí, vamos _ la tomó de la mano Cerys, Margaery volteó a ver a la pelirroja de nuevo, asustada, quién se acercó un momento a ella
_ Nos volveremos a ver, lo prometo _ le dijo.
Con esas palabras susurradas en su oído por la Reina del Norte no pudo evitar ruborizarse a pesar de la situación incierta en la que se encontraba.
Sansa buscó a Tyrion, entró a su habitación sin tocar, estaba borracho y dormido, pidió a Podrick; uno de sus guardias reales ahora, que los dejara a solas.
_ Tyrion _ dijo casi susurrando, mientras el roncaba _ ¡Tyrion! _ gritó impaciente, haciendo que el hijo de Tywin se levantará.
_ ¿Qué pasa? _ se incorporó de mala gana, algo mareado. _ Necesito un consejo _ se sentó de brazos cruzados, encima de la ventana, con ese gesto semblante.
_ Recordé que eras alta _ rió Tyrion ahora con más ánimo _ gracias por lo de la mañana, lo necesitaba _ mencionó.
Sansa afirmó con la cabeza, soltó un suspiro _ Algo ha pasado _ el menor de los hijos de Tywin la miró preocupado.
_ Margaery, ella, está viva _ hizo una pausa _ sí, se que Cercei destruyó la Septa de Baelor, pero es ella, estaba afuera de los muros de Castell Black, agonizante, la traje aquí, le pregunté porque estaba allí _ Tyrion hizo un gesto indicándole que continúe. _ bueno, ella dijo que fue por mí _ miró al suelo, nerviosa, a lo que él le sirvió vino, ella lo bebió tan rápido que ya había pedido otra copa y agradecido a su amigo.
_ Usted se oía preocupada cuándo me hablaba de ella, la admiraba bastante, bueno, no quiero asumir nada sobre usted pero creo que _ ella lo interrumpió.
_ Me gusta _ él la miró sorprendido, aunque en el fondo lo presentía hace ya bastante tiempo.
_ Lo sabía _ se dijo para si _ Y qué hará ahora? _ preguntó intrigado.
_ Ella está en la habitación de invitados ahora _ Tyrion sonrió con un gesto pícaro y bebió una copa
_ No haré eso _ recalcó _ sólo quiero que éste bien, es todo _ explicó ella.
_ Entonces ve con ella, no hay nada mejor para enterarse _ la alentó, ella afirmó con la cabeza y se incorporó.
_ Tienes razón, gracias Tyrion _ el afirmó con la cabeza.
Se dirigió a su habitación, ya más segura.
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Corazón De Hielo
RomanceEs el año 309 D.C La Reina del Norte, Sansa Stark, es conocida por ser una regente calculadora y firme, aunque también por tener el corazón más frío que la Muralla de Hielo. Eso hasta que una herida, y demacrada Margery Tyrell llega a Castle Black. ...