Ya estaba hecho, ambas caminaron de la mano hacia el Gran Salón junto con todos los invitados, Arya y Jon las felicitaron, al igual que varios invitados, se sentaron en la mesa principal a probar el banquete, era muy grande por lo que pronto se llenó de brindis y conversaciones entre todos.
_ ¿Ya te he dicho que te ves preciosa? _ le preguntó Sansa, mirándola tiernamente, Margaery le regaló un beso, ambas se sonrieron.
_ Lástima que nuestra noche de bodas ya fue antes _ bromeó la heredera de Alto Jardín, sacando una sonrisa en la pelirroja.
_ Es cierto _ comentó ella, mientras miraba relajada el ambiente y comía un pedazo de jugosa carne.
Sintió la mano de Margaery en su pierna, pronto fue avanzando, a paso de caricias, mientras se miraban con complicidad, llegó a esa zona al fin, ese ambiente embriagante de nuevo, con la diferencia de que no les importaba si las veían besarse.
_ Hola _ escucharon una voz familiar, rompiendo el trance, mientras la de cabellos castaños retiraba su mano. _ quería disculparme _ era Yara, dejándolas sorprendidas.
_ ¿Qué haces aquí? _ preguntó Margaery, mientras Yara suspiraba con pesadez.
_ Debí pelear con Sansa en la batalla del muro, lamento ser tan hostil _ se disculpó cabizbaja.
_ Ya ocurrió, pero no hay problema ... estás perdonada _ comentó secamente la pelirroja, ella afirmó con la cabeza y se fue.
Pronto, luego de horas de celebración, ellas ya querían ir a su lecho, cuando se levantaron, yendo camino a su cama, se llevaron la atención de todos, quienes querían un lecho de bodas, y así se hizo, Margaery fue escoltada por hombres, y protegida de algún indecoroso por Jon, mientras Sansa era escoltada por mujeres, quiénes reían nerviosas y algunas se ruborizadan, pronto llegaron, y cerraron la puerta, ambas rieron.
_ Bueno, otra vez aquí _ comentó, la de cabello castaño la jaló de su abrigo, se besaron con deseo, con un beso cedicioso, se miraron a los ojos, se lanzaron a la cama, en un abrir y cerrar de ojos ya no tenían ropa, pero no era nada nuevo.
Sansa apretó uno de sus senos, escuchó un gemido, le mordió el cuello con suavidad, pronto sintió cómo Margaery le deshacía el peinado, ella hizo lo mismo con sus cabellos rizados.
Otro beso tomó escena, en el calor de sus cuerpos, Margaery se posó encima de ella, con irreverencia, apenas su centro volvió a hacer contacto con el de Sansa, el deseo era más fuerte.
Los cabellos de la pelirroja se veían oscurecidos, habían unas pocas velas en la habitación, pero eso no detuvo el movimiento de la heredera de Alto Jardín, que era suave, húmedo, ella mostraba una sonrisa, mientras Sansa intentaba ocultar su gesto de éxtasis en vano, la tomó de las caderas y la apegó más a ella, ayudando a su roce contra el de ella, que pronto iba creciendo, y sus gritos intentaban ser ahogados, eran desesperados, pero tan agradables para la joven loba, pronto ambas terminaron, quedando húmedas de nuevo, la pelirroja, que en el oscuro lado de la habitación en el que se encontraba parecía tener el pelo negro, no se había cansado aún.Entrelazó sus piernas con las suyas, y se movió salvajemente, mientras tomaba con fuerza las caderas de la de pelos castaños, sus gemidos eran gloriosos, continuó con ello, hasta llegar a una velocidad que pensó no llegaría, pero era el impulso, y él hambre que la hicieron incrementar su intensidad, sin embargo se separó, dejando a Margaery con una mirada expectante.
Se acercó a ella, con sudor en su cuerpo, hasta llegar a su oído. _ Déjame hacerte mí reina _ susurró de forma áspera.
_ Sí, por favor _ rogó ella, en medio de su éxtasis, pronto sintió algo dentro de ella, eran los dedos de Sansa, los cuáles se movieron lentamente dentro de ella, mientras se retorcía, hasta que llegó su liberación, sellada por un beso.
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Corazón De Hielo
Storie d'amoreEs el año 309 D.C La Reina del Norte, Sansa Stark, es conocida por ser una regente calculadora y firme, aunque también por tener el corazón más frío que la Muralla de Hielo. Eso hasta que una herida, y demacrada Margery Tyrell llega a Castle Black. ...