Despertó, estaba encima de cenizas, se levantó con las paupérrimas fuerzas que tenía, sus manos temblaban, apenas parpadeó recordó todo.
El Fuego Salvaje, verde incandescente a más no poder.
Ese día, Loras la empujó lejos de allí, la lanzó de la ventana, en menos de un segundo diría cualquiera, el fuego quemó por completo a todos en la Septa.
Ella cayó de la ventana, el fuego salvaje impulso su caída por la explosión. Un pequeño pedazo de roca cayendo en gran velocidad atravesó su abdomen, por suerte cayó en el césped extenso, demasiado crecido, amortiguando su caída, tal vez las plegarias de Sansa cuándo aún creía en los dioses la habían salvado.
Mientras Cercei miraba desde su castillo con una sonrisa sádica y sostenía su copa.
Probablemente si se hubiera enterado que la joven Margaery Tyrell sobrevivió la habría buscado ella misma y la habría matado.
Las lágrimas caían sin cesar, no sabía que hacer ni a dónde ir, ni cómo siguiera podía estar pensando luego de todo lo que acababa de pasar, se tocó su abdomen adolorido, intentó sacar la roca pero gritó.
Se levantó rápido de allí e intentó largarse lo más pronto posible de la capital, nadie la reconoció, 《¿Por qué no me reconocen?》, se preguntó ella, tomó un vote en la medianoche luego de que se escondiera cómo si de una rata se tratará.
Remó y remó; asustada, desesperada, miró su reflejo en el mar iluminado por la luz intensa de la luna, cómo la luz del Fuego Salvaje.
Estaba sucia por la explosión, su abdomen sangraba aún, el odio de la tragedia, sobretodo el odio a Cercei la consumía, pero la hacía continuar con vida.
Finalmente encontró refugio con un grupo de salvajes, quiénes a la vez encontraron refugio en una cabaña, ella vivió con ellos 5 años, por suerte jamás le hicieron daño, su aspecto lucía desarreglado, 《Es mejor así》, se decía para sí misma, así nadie la reconocería, ella no quería volver a Alto Jardín, sólo quería.
Morir.
Una mañana, a pesar de lo agradecida que estaba, y el gran afecto que les tenía; los dejó.
Estaba en el Norte, lo sabía hace mucho tiempo, 《Norte》, de inmediato recordó a la joven Sansa de 14 años con quién hablaba coquetamente, recordaba que era tímida y tierna al mismo tiempo, era felíz sabiendo que aliviaba momentáneamente su dolor, aunque reconocía que se sentía atraída por ella.
Tenía los ojos de un ángel, que miraba al cielo buscando amor; era la impresión de Margaery sobre Sansa, la quería demasiado cómo para admitirlo, su actitud seductora y coqueta confundía a Sansa, cuándo estaba en el juicio por un momento pensó que Sansa y Tyrion eran culpables, pero no, no tenía sentido, ella jamás sería capaz; apenas lo pensó supo que el juicio era una injusta farsa.
Los otros 3 años los pasó viviendo por su cuenta, trabajaba para la Hermandad Sin Estandartes, ella era la cocinera junto con otra chica; Lissandre y un chico gordito que decía haber conocido y convivido con la mismísima Arya Stark y Grendry Baratheon; Ben el panadero.
Decidió que era hora de arreglarse, ya no era salvaje, siempre fue Margaery, siempre había conservado esa feminidad y actitud, a pesar de todo, rumores corrían por la cocina todo el tiempo, ella estaba al día, se enteró de la muerte de Cercei, de la guerra, de todo, desafortunadamente también la muerte de su abuela Olenna Tyrell, el dolor fue horrible para ella, se arrepentió de no haber regresado a Alto Jardín.
También de lo que el bastardo Ramsay Bolton le había hecho a Sansa, su querida Sansa, apenas lo escuchó se le resolvió el estómago, sin embargo también se enteró después de su coronación.
Ella había tenido parejas en todos esos 8 años en total, tenía 25, pronto cumpliría 26 años, había tenido varias relaciones, pero siempre pensaba en ella.
《Sansa》
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Corazón De Hielo
Storie d'amoreEs el año 309 D.C La Reina del Norte, Sansa Stark, es conocida por ser una regente calculadora y firme, aunque también por tener el corazón más frío que la Muralla de Hielo. Eso hasta que una herida, y demacrada Margery Tyrell llega a Castle Black. ...