Capítulo 19

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_ ¡Entonces iré a la guerra! _ gritó Sansa furiosa dejando conmocionados a todos, Margaery la miró asustada, Tyrion intentó detener el asunto.

_ ¿Se da cuenta de la locura que es eso? _ la regañó su consejero.

_ Yo, la Reina del Norte, hija de Eddar Stark, constructora del nuevo e independiente Norte, yo, ¡Lucharé por el Norte, lucharé por ustedes, y por mi prometida! _ gritó enardecida, haciendo que todos allí la aplaudieran.

Claro está, excepto Tyrion y Margaery que estaban allí con ella.

Una vez enteraron a la Fortaleza de Invernalia el ambiente no era bueno, nada bueno.

_ Escuchame _ la tomó del brazo mientras la heredera de Alto Jardín intentaba contener las lágrimas _ ¡Sueltame! _ le gritó con la voz rota _ ¿Al menos vas a escucharme? _ le pidió mientras ella se iba de allí corriendo.

La pelirroja se golpeó la cara con su palma.

_ ¿Qué mierda acabo de hacer? _ se cuestionó en voz alta.

_ Acaba de complacer a su pueblo y marcar su sentencia de muerte _ le recordó Tyrion.

_ No sabía que hacer, me sentía ahogada, pero no quería que me odiaran porque _ el menor de los Lannister completó la frase.

_ "Un pueblo que odia a sus gobernantes, termina conspirando en su contra" _ dijo, y ella afirmó con la cabeza.

_ La amo _ confesó _ no quiero que me odie _ su consejero se sirvió una copa de vino.

_ No te odia, los dos lo sabemos, pero a cualquier dama no le gustaría escuchar que su pareja irá a la guerra, la cuál no sabe pelear por cierto, dejándola a ella sola y a su hijo _ le recordó.

_ Eres demasiado sincero a veces _ el susodicho rió.

_ Es uno de mis dones _ se sonrieron.

Ella tocó la puerta de la habitación de su prometida, pronto escuchó la voz de Cerys; "Está ocupada" , adentro también se oían las voces de Ben y Lissandre.

_ ¿Me lo dirás tú misma? _ pidió la fría reina, que sólo pensaba en verla. "No puedes" contestó Margaery, notablemente molesta, ella se apegó a la puerta "Mejor mañana entonces" dijo, para luego irse a su habitación.

Margaery estaba en su cama, siendo consolada por sus amigos, no quería que Sansa muera, la destrozaba la idea de que nunca volviera haciendo que sus hijos no tengan madre.

_ ¿Quieres que te traiga algo? _ preguntó Ben de manera afable, intentando mejorar la situación.

_ No, gracias _ contestó con una sonrisa falsa y con los ojos brillosos y rojos de tanto haber llorado.

_ Tienes que comer, estás embarazada _ le recordó Cerys _ Ya sé, es sólo que no tengo hambre, tal vez después me de hambre _ contestó.

_ De verdad que la quiere _ comentó Lissandre mientras miraba la ventana.

Ya el día había pasado, la pelirroja; que también estaba mirando a la ventana habló consigo misma, aprovechando su habitación vacía, cosa que no estaba acostumbrada desde que llegó Margaery.

_ No voy a morir, no voy a dejar a mi familia sola _ se repetía, mientras la luna salía _ bueno, Dioses, aquí estoy, sí yo, que deje de resarles hace años, el amor de mi vida, cuidénla, que nadie intente hacerle daño, sí fueron capaces de hacer que quedará embarazada de mí, bueno, sólo eso _ se preparó para dormir, pero no podía dormir tranquila, quería ir, y decirle que todo saldría bien, que siempre estaría con ella.

Pero sí ella misma le dijo que no quería verla, tampoco podía obligarla.

La noche era fría cómo siempre, pero era un sentimiento peor que la soledad el que sentía, era agrio, no dejaba de mirar chimenea de su habitación; a ver si en algún momento se apagaba, mientras veía las cenizas revoloteando, y las llamas moverse lentamente, hasta que finalmente se quedó dormida, pero para ese momento ya era de día.

Corazón De HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora