Corazón De Hielo

Capítulo 28

Cuando entró a la fortaleza de Invernalia, la fiesta seguía, le dijo a Ben, que estaba pasando por allí; que le dijera a sus hermanos que estaba bien, ya que ellos pensaban que también iría al festín.

Se dirigió a su habitación con paso sereno, mientras veía todo, se veía mejor sin duda, las remodelaciones habían terminado ya, pero no se fijó en eso porque sólo quería verla, al igual que ahora, pero estaba más centrada ahora, entró en la habitación, Margaery estaba allí, se dió cuenta que el sol se ocultaba, dando paso a la noche, sin embargo la habitación ya tenía las velas y chimenea prendidas.

Estaba cargando a sus dos hijos, con una mirada calmada, mientras ahora esa mirada se fijaba en ella, con una sonrisa, Sansa le dió un beso en la frente, ambas se sonrieron, la pelirroja se echó en la cama, a su lado.

_ ¿Cómo te sientes? _ le preguntó mientras su mano acariciaba la frente de su hija, Olenna.

_ Mejor, cuando me enteré que estabas en camino, llevando el estandarte, cómo prometiste, ya estaba tranquila _ le dió un beso casto en los labios, y Sansa le sonrió.

_ Robb y Olenna _ mencionó la pelirroja viendo a sus pequeños, en brazos de su madre.

_ Son nuestros hijos, el mejor regalo que pude tener _ sonrió ilusionada, Sansa tomó a Robb con cuidado y lo cargó.

_ Ahora, no quiero dejarlos _ comentó conmovida _ tú eres lo mejor que me pudo pasar _ dijo, con fuerza, Margaery apoyó su cabeza en su hombro.

_ Y tú a mí _ ambas se quedaron echadas, se sentía bien, era un sensación cálida y reconfortante, en la ausencia de Sansa, Cerys mandó a construir dos cunas, y vaya que acertó, dejaron a los bebés en sus respectivas cunas, listas para dormir.

Los días pasaban, todo el personal de la fortaleza de Invernalia tenía conocimiento del nacimiento de los mellizos, felicitaron a las madres, eran fieles a su reina, por lo que la notícia, sorprendentemente no salió de los muros.

Anunciaron que se casarían, ya el verano llegaba, la sorpresa fue grande al saberlo, pero todos los invitados aceptaron la invitación de manera amable.

Ya era el día, Robb y Olenna tenían una habitación ya, Lissandre los cuidó ese día.

Todos entraron, la ceremonia se realizó en el bosque, había mucha gente, incluso gente que no eran nobles, el propio pueblo quería ir, emocionado, habían asientos en filas verticales, en el centro que separaba a ambas filas, había un camino, señalado por las velas, la nieve se iba derritiendo con el pasar de los días, en la boda se veían sus vestigios, Ludwig llevó a Margaery al altar, donde Sansa, la esperaba nerviosa, sin embargo desde ese día no le importaba lo que pensarían los demás, estaba nerviosa porque había llegado el momento.

Ambas estaban cara a cara, al centro de ellas estaba Sir Davos Seaworth, él reenplazaría al Septon, ya bastantes malas experiencias habían tenido con ellos, Sir Davos era un amigo leal de la Reina del Norte hace años, no había nadie mejor para ser testigo de su juramento.

_ Puede cubrir a la novia _ señaló Davos sonriente, y Sansa lo hizo, ahora harían el juramento, pronto sintieron copos de nieve caer en aquél bosque, tal vez esa sería la última  tormenta de nieve para dar paso al verano.

《 "Yo soy de ella y ella es mía, desde éste día hasta el fin de mis días" 》

Los aplausos llenaban el bosque, mientras la nieve cubría de nuevo el bosque, todo era perfecto, todo era tan blanco ahora, se miraron sonrientes, en ese estado de felicidad.

_ Yo, Sansa Stark, sello mi amor con este beso _ dijo, ambas se besaron, se separaron, incluso Sansa rió.

Mientras los invitados apludían, y tanto pueblo como nobles coreaban una sola cosa.

《¡Las reinas del Norte!》《¡Las reinas del Norte!》《¡Las reinas del Norte!》