•Capítulo 39•

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~•Yūichiro•~

Estábamos parados enfrente de la gran puerta, esa tarde absolutamente nadie pasaba por las calles, solo éramos nosotros y el chófer, estaba por reírme al ver que tenía una cara tan pálida como el mismo papel, luego hablaría con Guren sobre Mika, ahora lo que mi "padre" pudiera decir era lo que menos me importaba.

–P-pero...no entiendo...Si vives aquí ¿Por que estudias en una escuela de media? ¿Es la razón por la que eres un total misterio?– sus palabras hirieron una parte de mi, pero no le iba a negar que yo era un total misterio para él, y para la mayoría–.

Volteo a verme y tuve la necesidad de bajar la mirada, estaba seguro de que el se sentía confundido y herido, y no podía reclamarle el por qué se sintiera de esa manera, estaba en su derecho y lo sé, no podía justificarme del todo.

–Es...confuso lo sé, tengo mucho que explicarte, pero me gustaría que me escucharas hasta el final ¿Estas de acuerdo?– relami mis labios nervioso, jugando con mis manos sintiéndome pequeño, el de ojos zafiros tenía el ceño fruncido y me miraba un tanto enojado–.

–Si está bien, no seré egoísta y te escucharé– asintió levemente fijando su mirada en la puerta delante de él, esperando el que le permitiera entrar–.

Toqué la puerta suavemente y los minutos se abrieron y pasé dentro sujetando a Mika de la mano.

–Bienvenido Yūichiro-sa-

Las mucamas se quedaron viendo al rubio como si fuera un extraterrestre invadiendo la tierra, abrieron los ojos tan grandes que por un momento pensé que se les saldrían de la impresión.

–Disculpe Yūichiro-sama, pero tenemos ordenes de Guren-sama de no permitir que alguien más que usted y la señorita Shinoa-san entren a la casa cuando ellos estén fuera, ¿Tiene autorización de hacer esto?– una de ellas me miró recelosa, no me moví en lo absoluto y le dediqué la mirada más fría que tenía atrayendo más a mi al ojizafiro que parecía sentirse como un cachorro entre leones–.

–No tengo que preguntarle a Guren para poner traer a MI novio a MI casa– la mayoría de ellas se sorprendieron cuando se los dejé en claro, hasta al mismo Mika– Dile que puede meterse sus ordenes por donde mejor le quepen–.

Con rapidez llevé al chico a mi habitación, sin importarme las quejas de las chicas, lo ignoré, estaba harto de tener que escuchar las reglas que tenía Guren sobre mi, estaba harto de que lo único que él haya hecho toda mi puta vida...es que solo me haya ocultado de todos.

–Tu padre es Guren Ichinose ¿Verdad?– vi a Mika con una de las fotos que tenía en el mostrador donde estaba Shinya y Guren con mi yo de 6 años, pasando sus dedos por mi infantil rostro–.

–Si...el es mi padre, también lo es Shinya...Shinya Hīgarī– le confesé, atento a cualquier reacción de parte de él –.

Suspiró suavemente y dejó la fotografía en su lugar para luego voltear y verme, me dio una mirada tranquilizadora, sus ojos sólo me mostraban comprensión y me traían una paz indescriptible, sentí ese nudo en la garganta cuando sabía que yo estaba a punto de llorar.
Se acercó lentamente a mi, cuando estuvimos de frente, me congeló cuando lo primero que hizo fue abrazarme, su calor y su sutil aroma me reconfortó, fue ahí cuando me sentí como un niño indefenso, y lo solté, solté esas lágrimas que tanto había luchado por retener.
Solo...me dejé ir.

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–Te entiendo perfectamente, no creas que estoy enojado contigo cariño, está bien...– acarició de nuevo mis mejillas, la verdad es que ahora amaba que hiciera eso–.

Le di una sonrisa enamorado, el me entendió totalmente y no se ve  enojado conmigo para nada, le expliqué por yo no lo había mencionado antes, sobre mis padres y el que quieran tanto que yo sea un secreto, estaba feliz conmigo mismo por hacérselo saber, una parte de mi se sentía muy tranquilo.

–Gracias por escucharme...en serio lo necesitaba...te quiero–.

–También te quiero, mucho– sonrió dulcemente y depositó un corto beso en mis labios, lo agradecí, era lo que me faltaba–.

Minutos más tarde lo acompañé hasta cerca de su apartamento, ya casi anochece y no iba a dejar que regresara solo, probablemente era muy cursi de mi parte, pero preferiría ver con mis propios ojos que llegó bien a casa.
Puede ver a lo lejos como me sonrió, despidiéndose de mi con una de sus manos.

Es muy lindo cuando sonríe...

Me regresé a casa, ya estaba oscuro y extrañamente todo estaba muy silencioso dentro, no había nadie cerca y tampoco vi a nadie en el jardín, me sobresalté cuando el teléfono de la sala sonó alarmando sobre una llamada entrante, fui hasta este y contesté sin titubeos.

–¿Hola?–.

Espero una explicación muy buena para lo que hiciste Yūichiro, si no la hay, cogeré un maldito avión directo a Japón y cuando llegue será la última vez que veas a ese muchacho llamado Mikaela ¿Entendiste?– un furioso Guren me respondió al otro lado de la línea, sus palabras fueron como directas cortadas profundas sobre mi, podía escuchar los intentos fallidos de Shinya de fondo tratando de calmarlo, al parecer los dos estaban al tanto de lo que pasó hoy–.

–No estés tan seguro de lo que dices Guren, yo sé perfectamente que te cortarias un brazo por no perder tu trabajo antes que preocuparte por mi y venir, tu palabrería y amenazas no me afectan en lo absoluto– mis palabras estaban cargadas de furia al igual que las de el, ahora solo mis emociones me controlaban–.

–¿En que carajos estabas pensando al traer a un desconocido a la casa? ¡No tienes la autoridad para pasarte por los huevos mis órdenes!– escupió contra mi, ya estaba al borde de la paciencia, no planeaba escucharlo más–.

–Mika no es un desconocido, si tuvieras el mínimo interés en mi sabrías que el es mi novio, pero entiendo...es mucho pedir para ti ¿No?–.

Maldito mocoso, ¿Acaso ya olvidaste lo que sucedió con Akane? ¿Nos tomas por idiotas?– me congelé, escuché su respiración cortarse dándose cuenta que la había cagado. Era la primera vez en 4 años desde la última vez que escuché su nombre, no era justo que me la volvieran a recordar–.

–Eres la persona menos indicada para hablarme sobre eso– apreté el teléfono queriendo tirarlo contra la pared, escucharlo me daban ganas hasta de vomitar– Me perdiste hace mucho tiempo, ni siquiera puedes ser la mitad de lo que me prometiste ser, ¿Y encima tienes la cara de mencionarme a Akane? ¿Crees que seré un niño para volver a correr hacia ti y llamarte "papá"? Se acabo Guren, pudrete, olvidate de llamarme y reconocerme como tú hijo, porque yo no quiero serlo más– escuché la respiración pesada de Guren antes de estampar el teléfono cortando así la llamada–.

Los latidos de mi corazón se escuchaban en mis oídos, me senté en uno de los sillones de la sala sintiéndo el aire pesado.

Al parecer no estás muerta del todo Akane...

—❇—

Holaa
Vamos con uno los misterios de esta historia, no se percataron de un pequeño detalle en el prólogo no? Muajaja 😈
Jsjsj bueno, espero que les haya gustado.
He tenido este capitulo por una semana entera en borrador por una razón xd
Estoy escribiendo un extra algo importante sobre Guren, Shinya y Yuu, para que conocieran su historia y entendieran las cosas entre Guren y Yuu, ¿Como empezó todo?
El problema es que aún no lo termino y no quiero hacerlos esperar tanto xd porque quería sacar el extra con este capítulo.
Pero bueno, por fin llegó! (He estado leyendo sus comentarios y sus plegarias fueron escuchadas xd)
Nos vemos cuando termine el extra con el siguiente capitulo:))
Se me cuidan!!✨
Bye~

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