~•Mikaela•~
Me sentía patético, lo que estaba pasando en ese momento era sumamente vergonzoso, era una escena que nunca imaginé vivir, no podía creer que estaba viviendo esto con él, estando consiente de eso, no me importó en lo mas mínimo y seguí en aquella posición.
Yūichirō seguía abrazando mi cuerpo mientras este pasaba su mano por mis ahora despeinados cabellos, tenia mi cabeza recostada en su pecho, este subía y bajaba constantemente dando tranquilidad a mi sistema. No lo podía mirar a los ojos, gracias a esa posición aun no lo hacia, pero solo retardaba lo inevitable.
Estábamos en el piso, sentados muy cerca del otro, por la cercanía parecía que estuviera sentado en sus piernas flexionadas, pero no era así.
Era muy extraño, lo que sentía no era normal, tenía la necesidad de tenerlo a mi lado, de sentir su calor corporal abrazarme de esa manera, tener el privilegio de poder oler su aroma, tan atractivo.
Pequeños sollozos se escapaban de mi boca, las lágrimas ya no salían de mis ojos, pero rastros de estas quedaban por debajo de mis pestañas inferiores y mejillas, tragaba saliva con el temor de saber que pasaría cuando él se separara de mi, de lo que me preguntaría, de como actuaría, simplemente no lo sabía.
–Mika...–me paralice al escuchar mi nombre ser pronunciado por el de cabellos azabaches, no podía retardar más lo inevitable – se que no tengo el derecho de exigir una respuesta, pero debes saber que quiero que veas en mi un amigo del cual puedes confiar, si tu no estas dispuesto a contarme nada, no lo hagas, entenderé –apreté los dientes con fuerza, no quería que el supiera lo miserable que fue mi vida desde ese día, no quería que supiera las cosas que tuve que afrontar, el dolor tanto físico como mental que me causaron por una irresponsabilidad, y todo eso sumaba los problemas que tenia ahora, por poco hace meses perdí el departamento por pasarme del plazo de pago, tenía días en el que el dinero no me alcanzaba, Lacus no sabe de todo lo que enfrento por causa del dinero porque se estresaría a sobremanera y de verdad que no quería eso para él. Se perfectamente que tengo una buena cantidad de dinero por trabajar en la cafetería, pero los gastos tanto propios como los del departamento y de la preparatoria son muy elevados, he pasado días sin comer para poder alcanzar a comprar materiales para la escuela y no quería que Yūichiro lo supiera, tenía miedo, miedo a como reaccionaría, no quería perderlo, no a él –.
Pero no quería quedarme con ello todo lo que resta de mi vida, no podría soportarlo, no por mucho tiempo, toda la carga que mis hombros cargaban se había ido acumulando al pasar de los años, sólo tenía dieciocho y eran suficientes para saber como era la sociedad con personas como yo.
–T-tengo miedo a c-como vayas a reaccionar – Murmuré con temor, sintiendo como este me abrazaba con mayor fuerza aun sin mirarnos a los ojos –.
–Yo no te juzgaré Mika, con nadie y mucho menos contigo –susurro de una forma ronca y lenta, con solo escucharlo los vellos de mis brazos se erizaron, algo que no me había pasado antes por algo así –.
Asentí con la mirada perdía en algún punto de la pared del apartamento, trayendo a mi mente los recuerdos que me atormentan día a día, de un momento a otro las estaba pensando en voz alta, convirtiéndome de algún modo, en ese niño de hace muchos años atrás.
~•Flashback•~
Una cabellera rubia resaltaba entre unas sabanas blancas algo desgastadas mientras este dormía entre ellas profundamente. Poco a poco abrió sus ojos encontrándose en su ya conocido cuarto, suspiro sentándose en la pequeñez que tenía como cama, se paró con el cuerpo adolorido, pero no le importó la incomodidad y salio de su cuarto rumbo a la cocina.
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• [ C A F E T E R Í A ] • YuuMika
Hayran Kurgu-¡N-no! ¡a-aquí no y-yuu-chan..!- trataba se detenerlo mientras besaba mi cuello mordiendo sutilmente la piel que había ahí-. -Solo quiero tenerte de nuevo, Mika- dijo contra mi piel causandome cosquillas-. -¡P-pero estamos en la c-cafetería ton-nt...