•Capítulo 26•

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~•Mikaela•~

Hace poco hable con el jefe de la cafetería donde Yūichi…Yuu-chan y yo trabajábamos, le pedí un permiso para ambos por motivos de estudios, este mismo entendió la situación y nos lo concedió sin ningún problema.

Caminaba por las calles estando atento a el sonido de llamaba de mi móvil, Yuu-chan vendría a mi casa para terminar el informe de química que debíamos entregar el viernes de esta semana, estaba muy nervioso, no era capaz de ver directamente esos ojos esmeraldas de nuevo sabiendo que él…mierda.

El vibrar en mi bolsillo con el conocido sonido de llamaba, hicieron que despejara los pensamientos de mi mente, respondí y llevé el aparato a mi oído escuchado su voz al otro lado de la línea.

Mika, ya estoy cerca, ¿Donde estás? –respiré profundo, repitiendo en mi cabeza lo que debía de decir, esta sensación era demasiado molesta, algo que se trababa en mi garganta y presionaba mi pecho con fuerza ocasionado un dolor punzante difícil de soportar –.

–Estoy a unas cuadras de la cafetería, salía de pedir el permiso del jefe, nos lo dio sin ningún problema – escuché un suspiro de alivio por parte del azabache, mordí la parte interna de mi mejilla, no sabía que más decir, así que solo esperé que el dijera algo, quería evadir a toda costa ese silencio incomodo, me había pasado antes y no fue agradable –.

Está bien, es un alivio que te lo cedieran…te daré el encuentro en tu departamento, te veo ahí–  finalizó la llamada siendo cortante, pero así era mejor, no había más palabras para entrelazar entre nosotros, no cuando el ambiente era incómodo –.

Suspiré con desgano guardando el aparato en el bolsillo de mi pantalón, caminé en dirección a mi departamento distraído por mis pensamientos, creando distintos escenarios donde él y yo pasábamos momentos juntos antes de que se le ocurriera besarme.

Esto va hacer realmente incómodo.

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–Anota esa reacción, es importante para el informe, busca información sobre ello y escribelo para fundamentar nuestra hipótesis –me saqué los guantes que llevaba en las manos, suspiré agotado, no podía creer que había puesto tantos líquidos y polvos en un frasco para un simple trabajo de química, lo bueno de esto es que mi casa seguía intacta y no había creado un líquido explosivo que se activara con el oxígeno–.

Yuu-chan escribía virtualmente la información que llevaría nuestro trabajo, el terminaría de perfeccionar el borrador que habíamos hecho estas dos horas y media, miré la hora en mi teléfono impaciente, ya era bastante tarde, en cualquier momento él diría que se iría y dejaré de sentir esa incomodidad que me está molestando desde que empezamos a realizar nuestro informe.

Él estaba actuando con normalidad, como si nunca hubiera pasado nada, no mostraba signos de estar avergonzado o incómodo, estaba de lo más tranquilo, y eso me inquietaba.

–Cuando llegue a mi casa lo terminaré de perfeccionar, estará listo con tiempo para el viernes, lo entregaremos a primera hora– telecleaba en su pequeña laptop los datos de algunas páginas de información, parecía concentrado en lo que hacía, yo solo asentí en respuesta, bajé la mirada en nerviosismo jugando con mis manos –.

Escuché la laptop siendo cerrada, el de cabellos azabaches soltó un suspiro cansado, yo tenía la mirada fija en el suelo de mi sala, no vi ningún movimiento de parte de el, pero sentía su mirada clavada en mi, cosa que me hizo sentir incómodo.

–¿Piensas que lo he olvidando? –su voz se escuchó fuerte en el silencio del lugar, audible para cualquier presente, no hice más que acomodarme en mi sitio nervioso, respiré profundo, repitiendo en mi cabeza las palabras pronunciadas por el oji esmeralda –.

–¿A que quieres llegar? – me sorprendi de la firmeza de mis palabras, normalmente en estas situaciones, y de cómo me siento, hubiera tartamudeado a más no poder, pero en cambio no mostré el nerviosismo que atacaba mis sentidos –.

Escuché como se paró con rapidez de su sitio, levanté la mirada del suelo para darme cuenta de que es lo que hacía, me quedé estático en mi lugar, todo pasó tan rápido que se un momento a otro el se cabellos oscuros estaba acorralandome contra el respaldar del sillón detrás mio mirándome directamente a los ojos cautivandome con sus iris esmeraldas.

–¿¡Que crees que–

–Me gustas –abrí los ojos en sorpresa, sentí la sangre acumularse en mis mejillas apenas las palabras salieron de su boca, no podía creer lo que acababa de escuchar de los labios de el chico a mi delante, acaso en verdad ¿le gusto? –.

¿Yo?

D-debes estar confundido –mi corazón latía frenético ante tal declaración, trague saliva en un intento de calmarme, pero no me sirvió de nada –.

–Nunca he estado tan seguro en mi vida –se acercó mucho a mi, sus ojos se habían vuelto oscuros, con esas líneas verdes eléctricas que ya he visto antes en una situación parecida–.

–¡Mientes! –grite empujándolo a un lado, me levanté del sillón y caminé a paso rápido a la cocina, buscando tener una distancia prudente de él y que dejara de someterme de esa manera –.

Sentí como agarro mi brazo con fuerza deteniéndome bruscamente, bufé en frustración al no poder decirle que me suelte intentando zafarme de su agarre con mi fuerza, pero era débil, y además que era notorio la diferencia física entre ambos.

–¡Me gustas maldita sea! – me asusté escucharlo gritar de esa forma, este mismo se dio cuenta de ello, vi arrepentimiento en su mirada y me acercó a él nuevamente –Lo siento en verdad, pero es algo que yo no puedo controlar, necesito que sepas que estoy seguro de lo que siento, si no fuera así, no estaría perdiendo mi tiempo en un fetiche, mucho menos si te involucra a ti como el "fetiche", no se si puedas entenderme, tal vez ni siquiera sientas lo mismo –hizo una pausa desviando su mirada de mis ojos, me sentía mal, no podía creer a que grado habíamos llegando en tan poco tiempo, no me lo creía – pero no podía quedarme como un cobarde y no decirtelo, porque no quiero ser ese tipo de persona , perdón, en serio perdóname –.

Quería decirle muchas cosas, pero no sabia si era correcto o no, estaba muy confundido, quería saber en que momento le empecé a gustar, pero lo oculto malditamente bien, no se me hubiese pasado por la cabeza nunca esa posibilidad, pero estaba jodidamente equivocado.

Mordí mi labio inferior, mi corazón latía tan rápido que me quitaba el aire con cada bombeo, lo mire a los ojos frunciendo ligeramente el ceño, tenía que intentarlo, debía saber que era esta sensación cada vez que lo veía, debía aclarar dudas y sacar conclusiones de una buena vez.

–Besame –.





—❇️—

Hola a todos otra vez ;)
Si si, se que me demoré en subir capítulo, y también se que estoy en vacaciones 🙄 pero la imaginación de los escritores a veces puede ser defectuosa 😅
Espero que les haya gustado, nos vemos pronto.
Bye~

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