Capítulo I

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꧁La preparatoria ꧂
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Washington D.C.
16 de septiembre de 2021.
06:00 A.M.

Melissa

Odio el sonido de despertador y es que ¿Pueden culparte? Suena como una alarma de guerra, aún con todo eso, me levanto de la cama para ir a la preparatoria, si, finalmente Cecilia Couture (mi madre) acepto hace casi cuatro años que me mudara a Washington (mi ciudad natal) permanentemente, durante todo un año seguí con el estudio en casa, pero finalmente aceptó que estudiara la preparatoria en una escuela real, llena de adolecentes, pero aún así seguí con los tutores y las prácticas en la empresa de papá.

¿Por qué?, verán, yo voy adelantada a mis actuales compañeros de clase por mucho, tanto así que yo pude graduarme hace dos años de así haberlo deseado e ingresar a la universidad con tan solo quince años.

Obviamente fue difícil convencer a mi madre porque alegó que yo había estado preparándome para algo así desde que aprendí a coordinar para caminar, pero Ernesto Couture (mi padre) alegó que me dejara disfrutar mi adolescencia y que si seguía mis estudios en casa y las prácticas en su empresa podría ingresar al segundo o tercer año de la carrera que yo deseara. Y ese fue el acuerdo, dentro de tres meses tendré que comenzar a decidir cuál de todas las ofertas de universidades aceptaré.

Lo normal es que tú envíes una solicitud para ingresar a la universidad en la que coloques tus logros, méritos, notas, actividades extracurriculares y demás, pero ese no fue mi caso, justamente cuando presente la solicitud para ingresar a la preparatoria no se como, quien o por qué, pero se filtraron mis notas, habilidades con los idiomas, nombres de mis tutores y hasta el test de coeficiente intelectual que me hicieron cuando solo tenía tres años.

La prensa me tuvo en la mira (más de lo habitual) durante casi un mes y casi dos meses después comenzaron a llover ofertas de universidades en EEUU, Alemania, Inglaterra e Italia; fácil hubiera sido que solo fuera una universidad por país, pero me llegaron ofertas desde universidades de nivel medio, hasta las universidades elitistas en donde solo ingresan prodigios, mi madre se volvió loca de la felicidad y por poco no me deja quedarme en la preparatoria, pero ya había dado su palabra y se había cerrado un trato entre nosotras y eso para Cecilia Couture es irrompible.

Hablamos con las universidades elitistas y acordamos dar respuesta en 2022, mientras que las ofertas en universidades de nivel medio las rechazamos. Distintas revistas y canales televisivos esperan desde entonces tener la primicia de anunciar el lugar en donde "La joven prodigio hija del Empresario Ernesto y la Senadora Cecilia Couture llevará a cabo sus estudios profesionales".

Después de terminar de arreglarme para ir a la preparatoria me miró por última vez al espejo,  los frenillos se fueron, la pubertad surtió efecto y mi cabello oscureció dos tonos más hasta casi parecer negro. Tomo mi mochila y salgo de mi cuarto, voy directo a la cocina y cuando llego Rita mi nana ya me tiene el desayuno listo.

—Buenos días nana  —la saludo.

—Buen día mi niña —me regresa el saludo. —¿Dormiste bien? —pregunta.

—Si, como una bebé —respondo con una sonrisa.

—Me alegro, ahora desayuna porque se te hará tarde —me dice, asiento con la cabeza y me pongo a desayunar. Rita ha estado trabajando con mis padres por años, ha ayudado a mi madre a cuidarme desde que tengo uso de razón, siempre que teníamos que viajar ella nos acompañaba y cuando yo dejé de viajar con mis padres ella también dejó de hacerlo y se quedó a mi cuidado.

La Excepción A Mis ReglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora