Capítulo XVII

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꧁Navidad en Bratislava


Bratislava, capital de Eslovaquia
12:30 P.M.
24 de diciembre de 2021

Omnisciente

El jet privado de Marco Amery aterriza en Bratislava al medio día.

—Preciosa, llegamos —Marco trata de despertar a Melissa quien se encuentra dormida contra su pecho, mientras Adeline descansa al otro lado de la cama con la que cuenta la pequeña habitación. —Vamos nena, solo faltamos nosotros tres, los demás ya están esperando en los autos —Melissa solo se acurruca más contra su pecho murmurando que la deje —Bien, voy a dejar a Adeline al auto y vuelvo por ti.

El joven toma a su hermana en brazos y la lleva hasta una de las camionetas que rentó para transportarse en el lugar, le coloca el cinturón de seguridad y regresa hasta el jet por Melissa a quien toma en brazos, recoge las cosas de ambos y dejan la nave para abordar un auto todo terreno, el magnate coloca a su novia en el asiento trasero y va hasta el lugar del piloto para comenzar a conducir con los demás autos tras él.

Después de quince minutos de conducción las seis camionetas aparcan frente a lo que para Marco es una pequeña propiedad. Dicha propiedad cuenta con una casa de dos pisos, con cinco habitaciones amplias, cocina ya abastecida con productos para la estadía de cinco personas durante una semana, dos terrazas, un patio que en este momento se encuentra con nieve por todos lados y una pequeña cabaña con cuatro habitaciones para cuatro personas cada una, que Marco ordenó se preparara para la estadía de su seguridad.

—¿Ya estamos en Bratislava? —pregunta una Melissa somnolienta que recién comienza a incorporarse del asiento trasero.

—Desde hace veinte minutos, de hecho ya estamos en la casa que renté para estos días —le responde Marco y sale del auto para abrir una de las puertas traseras y ayudar a su novia a bajar. —Vamos —le coloca el abrigo mientas son observados por las tres mujeres y la niña que los acompañan.

—¿Desde cuando mi hermano es tan amable con una chica? —susurra Adeline hacia las tres mujeres que están a su lado.

—Desde que esa mujer le abrió las puertas de su paraíso —responde Emily mientras le guiña un ojo.

—¿Y cómo se hace eso? —le pregunta la niña.

—Eso preguntárselo a tu nana que luego dirán que te pervierto —le dice la chica de mechas azules.

—Nana, ¿Cómo le hago para abrir mis puestas del paraíso? —le pregunta y Margaret no puede evitar reír —Es que hay un niño en la escuela que es descortés conmigo y quizá si hago eso él se porte como Marco lo está haciendo con Melissa —Margaret y Emily ríen más recio mientras Susan no sabe cómo responder.

—Yo no sé hacer eso, después le preguntas a tu hermano —responde la nana evadiendo la pregunta y tratando de que la niña deje pasar eso y se le olvide. La niña asiente y corre en dirección a su hermano, pese a que su nana trata de detenerla.

—Marquito —llega la niña hasta donde su hermano se encuentra y este posa su mirada en ella prestándole atención. —¿Cómo Meli te abrió las puertas a su paraíso? —Melissa agranda los ojos y Marcó frunce el ceño ante tal pregunta.

—¿De dónde sacaste semejante estupidez? —dice el joven de ojos grises con claro tono de molestia que a Adeline le da igual y responde:

—Emily me dijo que tú tratas mejor a Melissa porque te abrió las puertas de su paraíso —Marcó le lanza una mirada llena de reprensión a Emily quien no para de reír. —Y como en la escuela hay un niño que me molesta quizá si hago lo mismo que Melissa, él ya no me moleste más —A Marco se le desfigura la cara gracias a la cólera y responde:

La Excepción A Mis ReglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora