Capítulo VII

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꧁El primer beso꧂

Washington D.C.
28 de septiembre de 2021.
10:00 P.M.

Marco

Malditos viernes, los odio, no solo es el día en el que se realizan los reportes financieros y estadísticas de todos mis negocios e inversiones , sino que también es el día en el que me tengo que dividir en mil partes para poder completar todas mis reuniones y con el jodido viaje que tuve que hacer esto solo hizo las cosas más complicadas y aún así, aquí me tienen a las diez de la noche de camino a «El Pandemónium», la sede central de mis negocios nocturnos.

Y si me dirijo a ese lugar y no a mi casa es porque la semana pasada no gestione las finanzas de la semana, por ende tengo que hacerlo hoy, de no ser así el papeleo y los números se acumulan y claro que tengo un administrador, pero siempre me ha gustado gestionar que todo vaya tal y como me gusta en mis negocios ya que no puedes fiarte de que no te traicionen por más tiempo que lleves "conociendo" a alguien.

Decidí dejar que Mike me transportara porque estoy demasiado cansado y ponerme al volante seria una tremenda irresponsabilidad. Llegamos a nuestro destino casi a las once, Mike aparca en el callejón de siempre, bajo y entro por la puerta trasera, en el lugar están solo los empleados, alistando todo ya que estamos por abrir en menos de cinco minutos.

—Buenas noches señor —saludan todos, yo solo hago un asentimiento de cabeza y me dirijo a mi oficina, que no es la misma que la de Alonso, el administrador de este lugar. Mike viene detrás de mi, nos adentramos en mi oficina, yo tomo asiento en la silla detrás de mi escritorio y Mike se pone cómodo en el sofá. Tocan la puerta de mi despacho, sedo el paso y Alonso se adentra con los libros contables y las grabaciones de seguridad de las últimas dos semanas.

—Buenas noches, aquí tienes lo de siempre —dice —¿Algo más? —niego con la cabeza.

—Retírate —ordenó abriendo el libro contable, enciendo las pantallas que están en la pared, frente a mi escritorio y en seguida se muestra lo que esta pasando abajo y como el lugar se comienza a llenar de gente, claro esta que no demasiado ya que es exclusivo y solo cierto tipo de personas, de edades determinadas pueden ingresar, la zona VIP es la que se encuentra más vacía, porque si bien el lugar es exclusivo, a la zona VIP solo pueden ingresar multimillonarios con membresía en el lugar. Yo me centro en el trabajo y mi guardaespaldas se centra en las doce pantallas frente a nosotros.

Pasan dos horas, dos horas en las que yo me estoy dejando consumir por números y cuentas cuando Mike habla:

—¿Esa que acaba de entrar no es la señorita Melissa con las otras dos chicas de la preparatoria? —con solo mencionar su nombre Mike logra que mi atención se centre en una de las pantallas —si, son ellas, pero ¿Qué no son menores de edad?

—Melissa si, su prima y la otra chica no lo se —respondo sin apartar mi mirada de ella, se ve espectacular con el atuendo que trae, cuero negro, transparencias y maquillaje cargado, algo muy diferente a todo lo que la he visto usar en esta semana. Van directo a la zona VIP y saludan a cinco chicos, le hago zoom para poder apreciar mejor sus movimientos, justo después de terminar de saludar a los chicos, la prima de Issa se empinada un shot de algo y el resto la imita, sin excepción, yo esperaba que Melissa a ser tan puritana se pidiera un jugo de manzana o algo sin alcohol, pero hizo fondo blanco en el pequeño caballito.

Me apresuro a terminar con mi trabajo, Mike me sirve whisky seco al menos tres veces hasta que termino mi trabajo, aparto los libros contables, mi guardaespaldas sale dejándome solo en la oficina y yo sigo enfocado en ver todo lo que ella hace, hubo un momento en el que perdió de vista a sus acompañantes, pero el jodido moreno con el que ha estado bailando la mayor parte de la noche llego a su rescate y se que es moreno porque el mesero que los atiende y al que le ordene hace una hora que a Issa dejaran de servirle bebidas con alcohol, me describió a su compañero de baile, jodido imbécil de metro ochenta y ojos marrones, con rasgos dominicanos.

La Excepción A Mis ReglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora