La Excepción A Mis Reglas

Capítulo XX

꧁Cena con los suegros꧂
³

Washington D.C.
01 de enero de 2022
1:39 A M.

Marco

Salgo del baño minutos después y voy tras Melissa, la busco por todo el salón, incluso en el patio, pero al no encontrarla optó por buscar a Dante y lo hallo conversando muy amenamente con un grupo de ancianos, lo tomo del cuello del traje y lo pongo de pie para arrastrarlo hasta un apartado rincón.

—¿Qué pretendías con Melissa? —lo arrincono contra la pared. —Te advertí y creo que fui muy claro al decirte que no te acercaras a ella ¿O no?

—Primero que nada —pone su dedo índice frente a mis ojos, —Buenas noches... Y feliz año —me toma de ambos hombros y me abraza. —Y segundo... ¿Qué se supone que hiciera, dejar que se aburriera ahí sola toda la noche mientras su dichoso novio —hace comillas —prefería conversar con todas las mujeres de la fiesta menos con ella?, Pues no, no la conocía, vi la oportunidad de presentarme y la tomé —se encoge de hombros y da pequeños golpes en mi mejilla izquierda con su palma abierta. —Si no me acercaba yo, lo haría otro y tú no tienes muchos amigos que digamos, así que no tendrían porque respetar su relación, eso y que nadie sabe que están juntos, a excepción de un reducido círculo, del que tú ya sabes —Coloca la mano en mi hombro diciendo:

»Te daré un consejo, que espero tomes, cuando estés en una relación «clandestina» y no quieras que nadie toque a tu pareja, sal a recibirla cuando llegue, tómala de la cintura con un gesto recatado y en lugar de dejar que otras mujeres te coqueteen frente a ella, invítala a bailar y prestarle la atención que se merece. Recuerda que mujeres bellas hay a montones, pero mujeres inteligentes, seguras de si mismas, originales y con luz propia; escasean y aún así tienes la suerte de llamar a una tu novia. No seas imbécil, amigo —se va sin darme la oportunidad de decir nada.

Saco mi celular y le escribo un mensaje a Melissa, sonriendo le doy enviar. Guardo mi celular, me despido solo de mis padres y de mis queridos suegros y me marchó sin determinar a nadie más dentro de la habitación.

•••

La enorme reja negra se abre en cuanto reconoce mis camionetas, Mike se estaciona justo en la entrada, apaga la camioneta y las otras dos hacen lo mismo.

—¿Está seguro de que esto es una buena idea? —me pregunta mi guardaespaldas viéndome con una mueca de duda en su cara, a través del espejo retrovisor.

—Por supuesto —acomodo mi cabello con ayuda de dicho espejo. —Este día se pasa con la familia ¿O no?

—Si, pero con su familia.

—Es lo mismo, son mis suegros, ya somos familia —sonrío. —Tengo que ganármelos antes de que sepan que su única hija y yo somos novios, después será más difícil.

—Ese es otro punto, ¿Seguro que sigue teniendo novia?, Yo la vi salir ayer y se veía más que furiosa.

—¡Claro que seguimos juntos!, Lo de anoche solo fue nuestra primera pelea en pareja.

—Entonces debería de esperar a que ella se tranquilice.

—Tuvo toda la madrugada y mañana de hoy para hacerlo, ahora vamos que llegamos tarde a la cena —bajo del auto, tomo los obsequios para mis suegros y subo los escalones de la entrada para así tocar el timbre, pocos minutos después la puerta es abierta por una muchacha del servicio, nos invita a pasar guiándonos hasta la sala y yendo en busca de los señores de la casa.

—Buenas noches, Marco —saluda Ernesto nada más entrar.

—¿A qué debemos tu visita? —pregunta su esposa quien está parada a su lado.